“¿Qué es el yo? ¿Quién eres tú?

...

La mayoría de las personas, junto con los psicólogos investigadores, suponen que es mejor tener una autoestima alta. Sin embargo otros han señalado que los efectos de esta no siempre son positivos, por ejemplo, personas con gran autoestima cuyo ego o estatus habían sido amenazados incurren a menudo en actos de violencia. Por tanto, este tipo de autoestima o egoísmo produce consecuencias interpersonales negativas y efectos negativos para el individuo. En conclusión puede tener efectos negativos inflar demasiado la autoestima de alguien sobre todo en un ambiente competitivo.

Por el otro lado una persona con autoestima baja tiene pensamientos negativos y sentimientos de culpa. También presenta conductas de incompetencia, agresión, incumplimiento de metas, y es susceptible de meterse en problemas. Lo anterior se refleja en los comportamientos, y en las actitudes que asume ante los demás y ante la vida. Al final, lo mejor en tener una autoestima equilibrada que se acompaña de mayor seguridad y poca vulnerabilidad, donde uno se acepte como es y que se valoren a sí mismos de manera general.

- Autoevaluación

¿Cómo nos evaluamos? Ante todo, estamos motivados para evaluarnos en forma positiva, y que el ser humano está motivado para evaluase. A menos que hablemos de variables objetivamente cuantificables, casi siempre nos evaluamos comparándonos con otros.

Festinger (1954) sostuvo que nos comparamos con personas similares, pero años más tarde, Goethals y Darley (1977) decretaron que nos comparamos con personas que se parecen a nosotros en otras características que no sean las que intentamos evaluar. Se trata de evaluar nuestras habilidades y medirlas con la de otros para deducir que tan buenos o malo somos en algo, esto es a lo que se le llama auto atribución.

Comprenderemos otra característica de la autoevaluación si nos consideramos un estímulo. Por ejemplo, concluiremos que somos simpáticos sí muchos observan un comportamiento positivo con nosotros (alto consenso), si lo observan más que en cualquier otro (alta distintividad) y si siempre obran de esa manera con nosotros (alta conciencia). Por tanto un alto concepto, alta distintividad y una alta consistencia de la conducta indican que proviene de un estímulo, en este caso nosotros; de esta manera nos evaluamos examinando las reacciones de la gente ante nosotros.

Principalmente para la autoevaluación, requerimos de compararnos con los demás para deducir con que habilidades contamos y cómo podríamos mejorar.

- Comparación social

Realizamos las autoatribuciones y nuestra autoevaluación al comparar nuestra conducta con la de personas semejantes a nosotros, esto es parte de la teoría de comparación social que propuso Festinger, uno de los psicólogos sociales más distinguidos, su teoría explica cómo y cuándo esta comparación con los demás influyen en nuestras autoevaluaciones

La idea original de esta teoría es que efectuamos comparaciones sociales porque tenemos una necesidad intensa de evaluarnos y para ello tendemos a compararnos con los demás.

Otra razón para hacer las comparaciones es para mejorar, al saber cómo se desenvuelven mejor los demás en determinadas circunstancias tenemos más probabilidades de hacerlo mejor nosotros mismos. Al igual que nos comparamos para favorecernos, es decir, al compararnos con personas que no se desempeñaron bien, nos definimos como mejores por contraste. Por lo general hacemos más comparaciones de las que queremos por qué es un proceso espontáneo qué ocurre queramos o no; Esto es comparación automática, pero aun así tenemos un control sobre lo que comparamos dependiendo de que también salgamos librados. La comparación social proporciona información qué influye tanto en la forma en que nos definimos como la de evaluarnos; “La comparación con los demás influye en los rasgos o características que en nuestra opinión nos describen y en qué tan favorablemente nos evaluemos” (Worchel, 2002 p 69).

En general nos comparamos con personas semejantes o ligeramente superiores para medir nuestras habilidades y desarrollar nuestra autoevaluación, dependiendo de los resultados se formara la autoestima, ya sea alta o baja; junto con esto, conocer nuestras emociones y ser conscientes de las conductas que poseemos ante tales situaciones y eventos se podrá inferir lo que es el yo, pero para poder definir el yo, primero te tienes que conocer tú.

- Bibliografía

- Kimble, C., Hirt, E., Diaz Loving, R., Hosch, H., Lucker, G. W. y Zárate, M. (2002). Psicología Social de las Américas. México: Pretice Hall.

- Myers, D. G. (2005). Psicología Social. México: McGraw Hill. Interamericana. (8° edición)

- Worchel S., Cooper J., Goethals G. R. y Olson M. (2002). Psicología Social. México: Thomson Editores

- Anónimo. (2010). Teoría de la Autopercepción. 29/08/2016, de pdf. Sitio web:http://paginaspersonales.deusto.es/fdiez/Documentos%20social/PSO08.pdf (autopercepción)

- Anónimo. (2008). Estudiemos la autopercepción. 29/08/2016, de Costasur Sitio web: http://psicologia.costasur.com/es/autopercepcion.html(autopercepción)

---------------------------------------------------------------

Unidad 1: El yo

- Integración/Reflexión

Tras las lecturas que hice tanto en los libros de Myers y Kimble, puedo decir con seguridad que el YO es muy difícil de comprender, aun cuando te pases horas viéndote a un espejo y ponerte a pensar ¿Quién soy yo?

La mayoría de la teorías tienen presente el hecho de que en base a los demás, y con la comparación social vamos forjando nuestra manera de ser y es cierto normalmente todos estamos influenciados por algo o alguien y de ahí formamos nuestras actitudes.

En mi caso es y no a la ves así, me explico, cuando hicimos la actividad el patio de vecinos, confirme que yo tengo gustos, conductas y hobbies muy diferentes a la media normal de los demás, mas a esto le sumamos la actividad de “el yo” donde escribí características que los demás consideran negativas en mis cualidades positivas porque para mí sin estas cualidades no sería mi verdadera esencia, en resumen a mí me gusta ir en contra de lo demás y no me agrada cuando quieren influir en mi para que me guste o haga lo mismo que ellos solo porque lo consideran más “normal”. (¿Aunque