“La oración de petición en la enseñanza evangélica”
Enviado por Eric • 24 de Abril de 2018 • 2.005 Palabras (9 Páginas) • 325 Visitas
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2º Parte
La dimensión horizontal de la petición el hombre - los hermanos.
Para llegar a captar la verdadera dimensión horizontal de la petición hay que desentrañar todo aquello que está exigido por la voluntad de Dios. La condición para obtener la concesión es la caridad. El motivo para que Dios nos escuche es también la caridad. La petición tiene, pues, una clara dimensión horizontal al exigir la caridad como el modo ideal de pedir a Dios. En esta parte el autor habla de esta oración desde un presupuesto de fe, la oración con un objeto concreto, una norma y una norma ampliada de petición. Una norma segura de petición; la seguridad de ser escuchados y la necesidad del perdón en la oración. Detalla condiciones como la permanencia en Jesús, expone sobre lo que agrada a Dios y por supuesto presenta a Jesús como mediador.
3º Parte
Síntesis y ejemplo viviente de petición.
El autor ha desarrollado la teología de la petición presentada en los pilares de la oración, los elementos que integran y condicionan la petición, el ambiente de nuestra relación con Dios y los hermanos en la oración, la insistencia y constancia, nuestra verdadera unión a Jesús en amor reflejada en el amor hacia los demás, y la enseñanza evangélica sobre la petición, que partió del mensaje mismo de Jesús; pasó por la reflexión iluminada de los evangelistas; y llegó, por fin, a cristalizar en una formulación madura: pedir en nombre de Jesús.
Al igual que Jesús se muestra, en modo general, como el maestro de quien hay que aprender, también aparece en facetas concretas como modelo que hay que copiar. De este modo, la práctica de oración de Jesús suscita la enseñanza sobre la oración y sobre la petición. Más aún, la actitud de Jesús, que se vuelve al Padre en oración, matiza la orientación de cuantos le siguen.
3.3.- Puntos de valor y desafíos que presenta la obra.
(Nota: Este comentario está parcialmente repetido en la tarea 6 “la oración” sobre los capítulos 15-16-17, según instrucciones de la plataforma contaban para la recensión)
En la obra encuentro muchos puntos de valor y muchos más desafíos para mi vida; la riqueza de la oración va mucho más a allá de esperar un resultado en nuestro favor de ella; el hecho de que orar presupone el hecho de que tenemos fe, y ya esto habla de fruto, fruto que tiene que darse, no tanto como un don; este aspecto de la fe no es un regalo puesto que el fruto se da de un árbol cuidado, regado y protegido. Esta fe se da de mi propia realidad, de la comunión con Dios, con mis hermanos, de mi permanencia en Jesús, de mi relación con Su Palabra, obediencia, perdón, reconciliación, amor al prójimo.
El hecho de que oramos “sabiendo” que Dios no escucha, afirma en nuestros corazones la certeza de la oración eficaz; hay un Dios que nos oye, estamos seguros de ello, por eso también cultivamos nuestra vida interior orando en favor de los hermanos, con un corazón que procura estar limpio de rencores, rencillas, procurando llevar una vida agradable al Padre, observando sus mandamientos, reconociendo nuestras debilidades y pequeñez, manteniéndonos en la verdad, en la unidad con su pueblo, en paz con todos los hombres en cuanto de nosotros dependa y agradecidos por el papel intercesor y reconciliador de Jesús en nuestras oraciones.
Nos anima a despejar de nuestras vidas los obstáculos que, como a todos los hombres, se nos presentan a la hora de doblar nuestras rodillas ante el trono de la gracia; en ocasiones la falta de amor, la falta de perdón, nuestras propias debilidades, las dudas que nos asaltan, la no observancia de Su Palabra, y sin entrar en los detalles que podrían llevarnos levantar estas barreras que dificultan la fluidez de nuestra vida de oración, también agradecemos por la gracia capacitadora de Dios, que nos permite reconducirnos al recapacitar, corregir, cambiar de dirección, recibir el perdón y despejar del camino estos y otros obstáculos.
Oración es riqueza, eleva el alma y nos ayuda a comprender cuando no recibimos lo que pedimos, nos mantiene cerca del Padre a través del Hijo y unidos fraternalmente con la iglesia; puedo decir que si oro en paz con mis hermanos puedo comprenderlos más también y ser más piadoso con ellos, despejar los prejuicios, verles con los ojos de Dios, los ojos del verdadero amor. Yo quiero eso cada día más, pues también esperaría ser visto así por mis hermanos.
4.- Comentario analítico y crítico personal:
Aspectos positivos o aportaciones de la obra, en cuanto a forma y contenido.
Creo que la principal aportación de la obra a los creyentes es un fuerte énfasis a la necesidad de orar en comunión con Dios, en paz con los hermanos, con una actitud de perdón buscando la voluntad de Dios y en el Nombre de Jesús. El formato claramente esquematizado hace fácil de buscar los temas propuestos e incluso extraer pequeños ensayos a modo de devocionales o clases breves para compartir en reuniones de oración. El formato original de la obra, 17x11 cm, la hacen un libro fácil de llevar y abrir en cualquier momento.
Aspectos negativos o limitaciones de la obra, en cuanto a forma y contenido.
En ocasiones se hacen reiterativos algunos conceptos que han quedado claros en algún oi algunos capítulos anteriores, pero en todo caso lo que más echo de menos en la obra el papel, no menor, del Espíritu Santo en la oración, en la confesión, la adoración, no como mediador sino como ayudador ya que en definitiva es “…el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.” Romanos 8:26-27.
4.3 A quién puede interesar y ser útil su lectura.
Esta lectura podría más bien interesar de manera especial a un público del contexto católico o no carismático y/o pentecostal, aunque no lo veo como excluyente porque los conceptos bíblicos y la teología de la oración de petición que descubre el autor no me dejan la impresión fuerte de doctrina sino que buscan desarrollar en el hombre de fe unos hábitos de oración continuos y con propósito a partir de la experiencia de los evangelistas, a modo de enseñanza, por supuesto
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