Las Bienaventuranzas del Apocalipsis
Enviado por Rimma • 21 de Marzo de 2018 • 3.350 Palabras (14 Páginas) • 384 Visitas
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Romanos 10:17 “Por esto, la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Cristo”
La bendición que acompañaba la lectura del Apocalipsis, pertenece a todos los cristianos que leen este libro con el deseo de comprender más perfectamente las verdades que allí se registran. La bendición no recae solo en el lector sino también en los que la escuchan atentamente la palabra de Dios, en especial este libro. Usted puede leer o escuchar lo que mejor le parezca, una novela, una crónica, una noticia, pero es solo a través de la lectura de la Biblia, en especial de Apocalipsis que usted se va a sentir bendecido y feliz, ¿Y eso porque? Es que cuando usted ve todo lo acontecimiento a nuestro alrededor usted recuerda lo escrito en el Apocalipsis y puede decir que su esperanza está en Cristo. Dios ha pronunciado su bendición sobre el lector de esta profecía, y ha sellado con su aprobación el ferviente estudio de sus páginas maravillosas. La bienaventuranza señala porque el tiempo está cerca, por lo tanto, el concepto de la inminencia del regreso de Jesús se halla explícito e implícito a través de todo el libro de Apocalipsis.
- Apocalipsis 14:13 Y oí una voz del cielo que decía: “Escribe: ¡Bienaventurados los muertos que de aquí en adelante mueren en el Señor!”. “Sí”, dice el Espíritu, “para que descansen de sus arduos trabajos; pues sus obras les seguirán”
Esta bienaventuranza está sin duda alguna en el marco del mensaje de los tres ángeles, su proclamación y desarrollo, dentro del cual se halla el tiempo de la persecución que desatará la bestia y su imagen, cuando se imponga el aislamiento social, y se dé la sentencia de muerte a los observadores de la Ley de Dios. Los que mueran en este tiempo descansarán por un momento, hasta que pase la indignación. Y luego tendrán el privilegio de participar en la resurrección especial, la que precederá a la resurrección general de los justos, Los mensajes de los tres ángeles fueron predicados inicialmente a partir de 1844, después de lo que conocemos entre los círculo adventista como el Gran Chasco (Debemos estudiar Apocalipsis 10), fíjense que esta Bienaventuranza no recae sobre todos los muertos, sino sobre “los muertos que de aquí en adelante mueren en el Señor!” o sea a los que murieron a partir de 1844 con su fe puesta en Jesús, y abrazaron el mensaje de los tres ángeles participaran de esta resurrección (Esta idea no está sola en esta cita, Daniel 12:2 Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados… 13 Bienaventurado el que espere y llegue a 1335 día, Apocalipsis 1:7, Mateo 26, durante el juicio de Cristo, por razones de tiempo no podemos explicar la resurrección Especial o Parcial)
La Biblia enseña que los muertos nada saben ¿Cómo podemos considerar a un muerto dichoso? ¿Cómo podemos considerar a un muerto feliz? (ejemplo de la funeraria) Salmos 116:15 Estimada es a los ojos de Jehová La muerte de sus santos
Sus obras con ellos siguen se refiere a la influencia que deja tras sí una buena persona cuando fallece. Cuando analizamos la vida de nuestros pioneros, podemos decir con certeza que este versículo se cumple fielmente.
- Apocalipsis 16:15 He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela y guarda sus vestidos para que no ande desnudo y vean su vergüenza”.
Cuando menciona como ladrón, no se está refiriendo a su segunda venida, en realidad se está refiriendo al fin del tiempo de gracia, cuando Cristo salga del Santuario Celestial, deje su vestimenta de Sumo Sacerdote, iniciaran las 7 postreras plagas y después vendrá con sus santos angeles.
Mateo 24:42 Velen, pues, porque no saben en qué día viene su Señor
La nota tónica de esa bienaventuranza está dada por la acción de Velad. Para ilustrar la importancia de estar atento, Jesús pronunció seis parábolas: la del portero (Marcos 13: 34-37), la del padre de familia (24:43-44), la de los siervos fieles y los siervos malos (24:45-51), la de las diez vírgenes (25: 1-13), la de los talentos (25:14-30), y la de las ovejas y los cabritos (25:31-46). Los cristianos no deben aguardar el retorno de su Señor sin hacer nada. Mayor felicidad puede tener una persona ocupada que una ociosa. Mientras esperan y velan, deben ocuparse en obedecer a la verdad y en trabajar fervorosamente en favor de otros.
Somos bienaventurados no solo velando, también al guarda sus ropas. Las ropas es símbolo de honor, (Militar, una novia, el estudiante) que simboliza la justicia de Cristo, es obsequio de Dios. El rechazarlo equivale a rechazar lo único que podrá convertirnos en hijos e hijas de Dios. Seremos aceptables a la vista del gran Dios sólo si estamos vestidos de la perfecta justicia de Cristo en virtud de sus méritos. El que no guardar las ropas, por decirlo de esta manera representa a los falsos cristianos que piensan que su justicia es suficiente, y no valoraba verdaderamente el privilegio que le había sido concedido.
Esta bienaventuranza está enmarcada en las siete postreras plagas, de manera puntual en la sexta, que habla acerca de la Batalla de Armagedón. Los eventos finales llevan esta secuencia, fin del tiempo de gracia, las sietes postreras plagas y segunda venida de Cristo. La única manera que podamos ser considerados Bienaventurados por el cielo es aceptando en estos momento las vestidura que Cristo ofrece a su iglesia, de lo contrario, cuando cese la mediación de Cristo y el Espíritu de Dios se retire de entre los hombres nos hallaremos desnudo durante las plagas, y al igual que Adán y Eva huyeron de la presencia de Dios, los impíos desnudos huirán de la presencia de Dios en su segunda venida.
- Apocalipsis 19:9 El ángel me dijo: “Escribe: Bienaventurados los que han sido llamados a la cena de las bodas del Cordero”. Me dijo además: “Estas son palabras verdaderas de Dios”.
La parábola de las fiestas de las bodas, concluye con el siguiente versículo en Mateo 22:14 “Porque muchos son los llamados, y pocos los escogidos”
En la parábola del capítulo 22 de San Mateo, se emplea la misma figura de las bodas y se aprecia clara que el juicio investigador se realiza antes de las bodas. Antes de verificarse estas, entra el Rey para ver a los huéspedes, y cerciorarse de que todos llevan las vestiduras de boda, el manto inmaculado del carácter, lavado y emblanquecido en la sangre del Cordero. Al que se le encuentra sin traje conveniente, se le expulsa, pero todos los que al ser examinados resultan tener las vestiduras de bodas, son aceptados por Dios y juzgados dignos de participar en su reino y de sentarse en su trono. Esta tarea de examinar los
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