EL SOPORTE REAL HISTÓRICO Y CIENTÍFICO DETRÁS DEL APOCALIPSIS ZOMBIE.

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Un segundo argumento a favor de éste fenómeno son las neurotoxinas, que son unos tipos de veneno que disminuyen el ritmo de funcionamiento de los órganos internos hasta que se podría creer que el sujeto muere, el veneno del Pez Globo Japonés (Fugu) puede hacer eso. Y luego, tras una aleación química que puede mimicar la muerte por medio de un coma inducido, una dosis correspondiente de Datura Stramonium, o algunos alcaloides, puede reanimar el cuerpo bajo una especie de trance sin memoria que permite que el sujeto sólo pueda hacer labores manuales básicas. De acuerdo con el Botanista Wade Davis, quién publicó un artículo llamado “Zombificación” para la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, estipuló: “El Datura Stramonium tiene ciertos componentes químicos que pueden inclinarse hacia la reanimación de personas paralizadas por la tetrodotoxina (en los peces globos japoneses) o bufotoxina (en los sapos), esto puede mimicar la muerte pero si se disluelve con dosis de Datura Stramonium, que es en sí una sustancia halucígena, puede inducir un coma viviente en cuánto a que la persona se reanima pero no mantiene recolección de memoria, sino que sólo puede realizar acciones básicas de supervivencia como comer o caminar.”[3]

El argumento de Davis se refiere a un evento real de “zombificación”, del cual concluyó una investigación. “En Mayo de 1962, en Haití, Clairvius Narcisse fue paralizado con una disolución de tetrodotoxina y bufotoxina y fue declarado muerto y enterrado, sólo para que 18 años después fuera encontrado trabajando sin descanso o interacción en una plantación de azúcar”, De acuerdo al Huffington Post.[4] Según la investigación de Davis, fue obra de vodoos que son trabajan con los dueños de las plantas induciendo en las personas comas forzados y luego reanimándolos con Datura Stramonium para conseguir mano de obra barata.

Se podría decir que éste argumento no prueba que se pueda dar una epidemia o que el resultado de la manipulación de personas en trance los vuelva canibalísticos y agresivos como en la obra de Romero, pero sí demuestra que la alteración química de los seres humanos, por otros seres humanos, es posible para generar personas con características mentales de Zombies, si se encuentra una forma más drástica de aplicación, podría conllevar una evolución en la práctica.

Al igual que en el ejemplo de los ratones y el parásito, también se sabe que el ser humano sufre de varias enfermedades mentales que afectan su comportamiento de forma impredecible. Naturalmente, casi ninguna de estas enfermedades era contagiosa ni tampoco alteraban el comportamiento hasta tal extremo de ser comparables a una manada de putrefactos caníbales, pero cuando apareció la Encefalopatía de Espongiforma Bovina BSE, o mejor conocido como la Enfermedad de la Vaca Loca, entonces surgieron un poco los pánicos. En primer lugar, de acuerdo con la descripción oficial de la Administración de Comidas y Drogas de los Estados Unidos (FDA), suscrito al Departamento de la Salud y Servicios Humanos, la BSE afecta a las vacas y tiene un periodo de incubación en ellas de seis meses, en los cuales no hay forma conocida para deducir si una cabeza de ganado está infectada ni hay vacunas para prevenirla. De acuerdo con la FDA: “El síntoma más común de BSE es poca coordinación. Una vaca enferma tiene problemas levantándose y puede impredeciblemente actuar nerviosa o violenta. (…) debido a la naturalidad de la proteína que causa la enfermedad, ésta se adhiere a un prion nocivo desde uno no nocivo, por lo que el sistema inmune de la vaca no lo detecta y no lo combate, sólo deja que lo infecte creyendo que es el curso natural de vida de la vaca.” (Cita 5). Esto implica que hay una forma de crear comportamientos erráticos en las vacas sin aviso previo, pero lo interesante es que hay una versión de la BSE en los humanos, contagiado por comer carne de vaca con BSE, llamado la Enfermedad Variante Creutzfeldt-Jakob, que produce lo mismo pero en los humanos; como dice la FDA: “Hay una versión humana del BSE llamada Enfermedad Variante Creutzfeldt-Jakob (vCJD), En cuánto a Junio del 2008, 208 personas a nivel mundial se han infectado con vCJD, se considera que ha sido producto de consumir productos derivados de ganado infectado con BSE.”[5]

Lo único que tomaría para que esta enfermedad se volviera una apocalípsis zombie comparable a la de 28 Days Later por Danny Boyle, es que haya una enfermedad que inhiba las funciones de absorción de serotonina en el cerebro y con eso el comportamiento errático será elevado y podría evolucionar a canibalista, además, puede ser esparcido por saliva pero no por transmisión sexual, sin embargo, los mecanismos de evolución de Darwin establecen que en dado caso que no se pueda esparcir por más que contacto salival, entonces las mordidas serán el factor primordial de ataque por selección natural.

En conclusión, hay muchos factores que pueden ser considerados a la hora de hablar de una epidemia zombie en la realidad. Es cierto, es probable que nunca suceda nada porque las variables no son las adecuadas para que se desarrolle el cataclismo, pero la posibilidad sí existe, y está más cerca que la imaginación de los productores de películas de ciencia ficción, existiendo casos en los que incluso la reanimación se ha dado. También cabe aclarar que quizá no se vuelva la masiva manada de come cerebros que han canonizado los teatros, pero sí puede existir algo similar o incluso peor considerando que las víctimas no morirían en ninguno de los casos. Basándose en la teoría de la probabilidad, y considerando que los factores existen, por mínimos y poco probables que sean, no se puede afirmar que es imposible una epidemia zombie, por el contrario, cabe la posibilidad de que pueda pasar.

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