NO TODO LO BUENO ES CORRRECTO

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Algo puede verse sumamente bien, oler bien, hasta saber bien, pero puede ser mortal, debemos analizar muy bien las cosas buenas, aún más que las malas, porque las malas sabemos que son malas y ya, obviamente no vas a ir por la calle asaltando gente o matando gente porque sabes que está mal, pero que de aquello que parece estar bien y no lo es.

La forma de discernir no es fácil pero tampoco imposible, más bien es algo así como cuestión de práctica, algo bueno que se aparta de la Palabra, no es algo correcto, no hay más explicación. Claro que orar por un negocio por ejemplo es bueno, por supuesto que querer sacar recurso para mantener a tu familia es bueno, pero no puedes orar por un negocio en el que no se honra la voluntad buena, agradable y perfecta de Dios; un ladrón por más que bendiga su trabajo, Dios NO bendecirá el robo. La oración es buena, y dice la Palabra que la oración eficaz del justo puede mucho (Santiago 5:16), la clave aquí es el la eficacia de la oración y de quien viene.

En ocasiones podemos creer, orar, sembrar, servir, etc. (lo cual es bueno y si, también correcto) pero nuestra motivación no es correcta, o sin haber recibido la instrucción de Dios, dice el mismo autor, John Bevere, que en un momento de su vida el oraba todo el tiempo, cada mañana, por su propósito le pedía que lo usara para llevar almas a conocer de Él, que le diera el poder para sanar, para dar libertad a los cautivos, etc. y un buen día Dios le dijo que su oración estaba fuera de orden. Pero ¿porque? Si estaba pidiendo sólo cosas agradables para Dios, también Dios le respondió a esto diciéndole "Judas dejó todo lo que tenía para seguirme. Él predicó el reino de Dios. Él sanó a los enfermos, dio a los pobres, e hizo gente libre... Judas está en el infierno”. Judas hizo todo lo que el pastor John estaba pidiendo, sin embargo se perdió completamente.

Orar por un propósito está bien, es bueno, es correcto, pero orar por un propósito que no sea el que Dios tiene para ti no lo es. Así que deberíamos pensar si lo que estamos orando, si nuestro deseo por servir, sembrar, orar, etc. está de acuerdo con lo que Dios quiere y no sólo con lo que tu deseas.

Nuestro principal propósito debería ser la presencia de Dios en nuestra vida, Moisés habla de esto, cuando están en el desierto, él había dejado lujos y posición para obedecer y buscar la presencia de Dios, y cuando se ve en la necesidad de decidir si se queda con la bendición esperada o con la presencia de Dios, Moisés escoge la presencia. (Éxodo 33)

Lo vemos también con María la hermana de Martha, ella prefirió sentarse a los pies de Jesús a estar trabajando afanosamente para Él. Martha hizo algo muy bueno, estaba sirviendo al Señor, al gran Maestro, estaba honrándolo y Él ama que sirvamos, Él ama servir, pero María hizo lo correcto, sentarse a escucharlo, más importante es escuchar Su voz que trabajar para Él. La palabra dice que si nosotros nos encargamos de las cosas de Dios, Él se encarga de las nuestras, y esto habla de servicio, pero debemos entender y discernir los tiempos.

Somos dueñas de nuestras decisiones, y debemos estudiarlas bien, antes de tomar una, cuando vayas a decidir algo importante, haz una pausa, piensa, analiza, pide consejo, recuerda que por mejor que se vea, por más bueno que parezca, debes discernir que sea correcto. Y entonces estarás segura que tu decisión traerá buenas consecuencias.

ACTIVIDADES PARA CASA:

- ¿Estas orando por lo bueno, o por lo correcto?

- ¿Eres honesta con lo que Dios te ha dicho o has “acomodado” las cosas para que sean lo que crees que deberían ser?

- Leer la Biblia SIEMPRE es bueno y SIEMPRE es correcto… HAZLO

- Ante la duda… pide consejo, recuerda que en el consejo de varios está la sabiduría (que no sea cualquiera, debe ser alguien con sabiduría de Reino, de preferencia una autoridad espiritual, líder, pastor, maestro, etc.)