Sermon

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Marcos 1:40-41 → Un hombre con lepra se acercó, se arrodilló ante Jesús y le suplicó que lo sanara. —Si tú quieres, puedes sanarme y dejarme limpio —dijo. Movido a compasión, Jesús extendió la mano y lo tocó. —Sí quiero —dijo—. ¡Queda sano!

- SANIDAD PERSONAL

- ¡La Sanidad podemos tenerla nosotros ahora!

- Jesús sano a todos los que acudieron a él. Sin excepción. Porque tenían Fe.

- Las personas expresaban su Fe de diferentes formas, algunos decían:

- Si puedes (Marcos 9:22)

- Si quieres (Marcos 1:40)

- Tócanos (Mateo 9:29)

- Déjanos tocarte (Marcos 6:56)

- Solamente di la palabra (Mateo 8:8)

Pero el centurión respondió y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; mas solamente di la palabra y mi criado quedará sano.

- Jesús respondía a una fe ya sea grande o pequeña.

- SANIDAD PARA OTROS

- Pero este mensaje de Salvación que nos dice que por medio del sacrificio de Jesús en la CRUZ nosotros somos sanados, no solamente debe quedar para o en nosotros. No lo tenemos que guardar, tenemos que compartirlo.

Marcos 16:15-18 dice: Entonces les dijo: «Vayan por todo el mundo y prediquen la Buena Noticia a todos. El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que se niegue a creer, será condenado. Estas señales milagrosas acompañarán a los que creen: expulsarán demonios en mi nombre y hablarán nuevos idiomas. Podrán tomar serpientes en las manos sin que nada les pase y, si beben algo venenoso, no les hará daño. Pondrán sus manos sobre los enfermos, y ellos sanarán».

CONCLUSIÓN

Como hemos visto Jesús sano todas las enfermedades. El represento correctamente al Padre, el mostro su amor a través de las obras que el hizo, que quedan como evidencia, para que nuestra Fe crezca. Para que nuestra Fe pueda tener un fundamento.

Ahora que tenemos al Espíritu Santo, El espíritu de Cristo, El Espíritu que levantó a Jesús de entre los muertos, no podemos darle la espalda al clamor de la gente enferma.

Ejemplo: Historia de Pedro, Juan y el Cojo de Nacimiento (Hechos 3:3-8)

Cuando el hombre vio que Pedro y Juan estaban por entrar, les pidió dinero.

Pedro y Juan lo miraron fijamente, y Pedro le dijo: «¡Míranos!». El hombre lisiado los miró ansiosamente, esperando recibir un poco de dinero, pero Pedro le dijo: «Yo no tengo plata ni oro para ti, pero te daré lo que tengo. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y camina!».

Entonces Pedro tomó al hombre lisiado de la mano derecha y lo ayudó a levantarse. Y, mientras lo hacía, al instante los pies y los tobillos del hombre fueron sanados y fortalecidos. ¡Se levantó de un salto, se puso de pie y comenzó a caminar! Luego entró en el templo con ellos caminando, saltando y alabando a Dios.

Hechos 3:16 dice: Por la fe en el nombre de Jesús, este hombre fue sanado, y ustedes saben que él antes era un inválido. La fe en el nombre de Jesús lo ha sanado delante de sus propios ojos.

Ejemplo: Sanidad de mi hermana.

El estándar de la vida cristiana no debe ser establecido por aquellos que no creen lo imposible.

Perseguir lo imposible es nuestra naturaleza en Cristo.

Juan 14:12 dice: Les digo la verdad, todo el que crea en mí hará las mismas obras que yo he hecho y aún mayores, porque voy a estar con el Padre.