Sermon filipenses 4:8-9.
Enviado por Ledesma • 11 de Enero de 2018 • 2.582 Palabras (11 Páginas) • 577 Visitas
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nuestro Creador. Procuremos lo mejor posible de andar conforme a la voluntad de nuestro Dios. Los siguientes versos nos hablan en cuanto a la importancia de pensar en cosas buenas, y animamos a todos a que tomen tiempo para leer cada uno de ellos (Pr.4:23; 2 Co. 10:5; Mr. 7:20-23; 2 Co. 11:3; Jn. 8:44; Ap. 21:27; Sal. 119:167; 19:7-9; Pr. 23:7).
Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo" (2 Corintios 10:5). Según 2 Corintios 10:3-5, la mente es el campo de batalla. Estamos en una guerra espiritual que debemos pelear con armas espirituales. Usando estas armas, refutamos las mentiras del enemigo, los argumentos, las teorías, los razonamientos y cualquier otra cosa que trate de exaltarse en contra de la verdad de la Palabra de Dios. Tenemos que llevar nuestros pensamientos cautivos y no permitirnos el lujo de recibir y meditar acerca de cualquier pensamiento que nos llega a la cabeza.
Tenemos que disciplinarnos para “pensar acerca de lo que estamos pensando”. Esto requiere de ejercicio y práctica. El arma principal que usamos para la guerra es la Palabra de Dios aplicada en varias maneras: predicada, enseñada, cantada, , meditada, escrita, y leída (Col. 3:16). La Palabra de Dios tiene un efecto purificador en nuestras mentes en todas las formas en que la usamos. Antes tenía una mente negativa, vagando y cuestionando. Ahora, después de muchos años de poner en practica la Palabra, y con la ayuda del Espíritu Santo puedo decir con confianza: “Tengo la mente de Cristo" (1 Corintios 2:16). Jesús llamó al diablo "padre de mentira" (Juan 8:44). Nos miente a ti y a mí. Nos dice cosas acerca de nosotras, acerca de otras personas y acerca de circunstancias que simplemente no son verdad. Sin embargo, no nos dice las mentiras todas juntas y de una sola vez.
Comienza por bombardear nuestra mente con un patrón astuto de pequeños pensamientos desviados, sospechas, dudas, temores, razonamientos y teorías. Se mueve lenta y cautelosamente. Recuerda: él tiene una estrategia para su guerra. Te ha estudiado por largo tiempo. Satanás sabe lo que nos gusta y lo que no. Conoce nuestras inseguridades, debilidades y temores. Sabe qué es lo que más nos molesta y está dispuesto a invertir todo el tiempo que sea necesario con tal de derrotarnos. Su punto fuerte es la paciencia. Porque las armas de nuestra milicia no son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo 2 Corintios 10:4-5. A través de una estrategia cuidadosa y un engaño sagaz, Satanás intentará levantar "fortalezas" en nuestra mente. Una fortaleza es un área en la que somos puestos en esclavitud -en prisión- debido a cierto patrón de pensamiento. Las fortalezas son mentiras que hemos creído. Pablo nos dice que tenemos las armas espirituales que necesitamos, para vencer las fortalezas del enemigo (2Cor. 10:4; Ef. 6:10-16). Con nuestras armas refutamos las mentiras del diablo, los argumentos, teorías, razonamientos y todo lo que se levante contra el conocimiento de la verdad de la Palabra de Dios. Debemos llevar nuestros pensamientos cautivos y no ser indulgentes con la carne en cuanto a recibir y meditar en cada pensamiento que viene a parar a nuestra cabeza. Recuerda que el arma principal con la que batallamos es la Palabra de Dios, y debemos llenar nuestra mente de ella y dejar que el Espíritu Santo la transforme cada día, para que caminemos conforme a la voluntad de Dios (Ro. 12:1-2).
"Porque los que viven en la carne, ponen la mente en las cosas de la carne, pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu" [Santo] Romanos 8:5. En el capítulo 8 de Romanos, Pablo nos enseña que si pensamos en la carne, caminaremos en la carne. Pero si pensamos en las cosas del Espíritu, caminaremos en el Espíritu. Déjame decirlo de otra manera: si tenemos pensamientos carnales, pensamientos equivocados, pensamientos negativos, no podemos caminar en el Espíritu. Pero, por el contrario, si tenemos pensamientos puros y renovados, obtendremos una vida cristiana sana y exitosa.
Tu vida puede encontrarse en estado de caos debido a años de pensamientos erróneos. Si es así, lo más importante es que llegues a la conclusión de que tu vida no se enderezará hasta que tu mente no lo haga. Debes considerar a esta área como de vital importancia. No puedes superar tu situación solo con la determinación de hacerlo. Es verdad que precisas determinarte en el Espíritu Santo y no en los esfuerzos de tu carne. Pero debes recordar siempre que el Espíritu Santo es tu ayudador: busca su ayuda, descansa en Él. Y también debemos tener el conocimiento de la verdad de Dios en nosotros para que nuestras mentes sean renovadas. La Palabra de Dios tiene un efecto limpiador en nuestras mentes cada vez que la usamos. Nadie vivirá una vida verdaderamente victoriosa a menos que sea un estudiante sincero de Las Sagradas Escrituras. Cada fortaleza en tu mente puede ser derribada y cada engaño, descubierto. Tú puedes ganar la batalla. ¡No te conformes con nada menos que la libertad total!
Ilustración: La mente es como un campo de batalla
Aplicación: Hermanos, no debe de haber ningún espacio para cosas impuras y que desagraden a nuestro Creador en nuestros pensamientos. Procuremos lo mejor posible de andar conforme a la voluntad de nuestro Dios y sus mandamientos contenidos en su Palabra. Las virtudes que hemos estudiado nos hablan en cuanto a la importancia de pensar en cosas buenas, y animamos a todos a que tomen tiempo para leer cada uno de ellos
II. EL APOSTOL PABLO UN EJEMPLO DIGNO DE IMITAR
A. El ejemplo personal es una parte esencial de la enseñanza.
B. Si hacemos con fidelidad lo que hemos recibido oído y visto la paz de Dios estará con nosotros.
El apóstol Pablo ahora exhorta a los hermanos a que sean imitadores del (1 Co.11:1). Pablo es fue una persona que se esforzaba en agradar a Dios en todo y gozaba de la confianza de poder pedirle a los hermanos a que sean imitadores de él. ¡Qué vida ejemplar la del apóstol Pablo! ¿Cuántos de nosotros tenemos la confianza de poder decirles a otros que sean imitadores de nosotros? Hermanos, cada uno de nosotros podemos decirle a los demás que nos imiten, si tan solamente nos preocuparemos de agradar a Dios en todo. ¿Qué es lo que debo de hacer para poder decir lo mismo que Pablo dijo en este texto? Bueno… muchos son los factores que debemos de tener
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