Abuso sexual contra los niños

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Por otra parte, la investigación demuestra que es posible sugestionar tanto a los niños como a los adultos, pero los resultados de un estudio ponen en duda este argumente con el que se rechazan los informes de los recuerdos del abuso infantil.

Los pedófilos cibernéticos

Los pedófilos pueden intercambiar pornografía infantil, hablar de sus experiencias personales, legitimar su conducta y recibir apoyo por parte de otras personas iguales. Éstos cruzan las salas de chateo diseñadas para niños y adolescentes y siguen un proceso para ganarse la confianza del niño:

1. Tratan de lograr que acepte contactos por correo postal, electrónico o teléfono.

2. Envían material pornográfico sobre adultos y niños teniendo sexo.

3. Concretan una cita.

Muchas de estas personas son profesionistas blancos de clase media que se ayudan del anonimato para complacer sus fantasías de pedofilia.

Aunque existen leyes para castigar esta clase de delitos, la responsabilidad de proteger a los niños recae en los padres de familia; los niños no deben navegar sin supervisión, se debe educar a los hijos para que no proporcionen información personal y se debe comprar un programa que no permita el uso de páginas pornográficas.

Efectos del abuso sexual infantil

El abuso tiene consecuencias negativas a largo plazo como: recuerdos de la niñez llenos de sufrimiento y confusión, pérdida de su inocencia infantil e interrupción de un desarrollo sexual normal. A muchas víctimas les cuesta establecer relaciones íntimas adultas, no logran una plena satisfacción emocional y sexual. Existe un vínculo entre el abuso en la infancia y los problemas sexuales de la adultez. También hay otros efectos como: baja autoestima, sentido de culpa, vergüenza, depresión, falta de confianza en la gente, rechazo al contacto físico, alcoholismo, obesidad, suicidios, problemas médicos.

Las técnicas que hay para ayudarlos van desde terapia individual hasta las terapias grupales y dirigidas a parejas.

Prevención del abuso sexual

Los programas terapéuticos no han logrado disminuir considerablemente la reincidencia de los agresores. Para prevenir este tipo de abuso infantil es necesario:

1. Presentar a los niños material orientado a la prevención (25% de las víctimas tiene menos de 7 años)

2. Explicarles con palabras sencillas, traduciendo los conceptos de abuso sexual en un contexto correspondiente a su mundo.

3. No presentar el abuso sexual en términos aterradores.

4. Explicar a fondo la diferencia entre contacto físico correcto y el inadecuado.

5. Que comprendan el derecho de controlar su cuerpo y rechazar contactos físicos incómodos.

6. Deben aprender a quejarse con alguien si un adulto los toca en forma inapropiada.

7. Explicar estrategias que los adultos usan para lograr que los niños participen en actividades sexuales (“una cosa útil”, “es nuestro secreto”).

8. Explicar estrategias para alejarse de una situación incomoda o peligrosa.

9. Aconsejar a los niños que si un adulto los toca en forma inapropiada, deben indicarle que lo acusarán con un adulto.

10. Se debe educar a los niños sobre que el contacto físico es una experiencia amorosa y placentera, que al crecer y conocer una persona que les inspire afecto o amor experimentarán.

Cuando un niño denuncia

Muchos de los niños no hablan de lo sucedido sino hasta que son adultos. “El miedo al castigo y al abandono se alían para silenciar al niño e impedir denunciar el abuso” (Goodman-Brown y colaboradores, 2003, p. 526).

En un estudio que se hizo a 218 niños abusados sexualmente, se encontró que las razones por las que no denuncian son: miedo a las consecuencias negativas, se sienten responsables, la relación que se tiene con el agresor y la edad de la víctima.

El trauma emocional que experimenta a raíz del acto sexual con un adulto se intensifica ante la reacción de sus padres, si estos pierden el control, el mostrará una actitud negativa y pensará que participó