Abuso sexual en NNA.

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También conviene tener en cuenta la posibilidad de que la denuncia sea falsa. El porcentaje de falsas alegaciones de ASI oscila entre un 6-8%, aunque algunos autores indican que una estimación más exacta sería la de un 23-35%, que es la que se obtiene cuando además de la mentira intencionada se incluyen también de sugestión.

Edad del agresor y contexto de su familia de origen

Gran parte de los agresores son adultos de mediana edad. No obstante, los resultados de los estudios reflejan como una realidad cada vez más preocupantes el elevado número de adolescentes responsables de abuso sexual infantil (hasta un 40% según algunos estudios). Algunos de estos menores tienen un historial de abusos graves y de trastornos familiares.

Los estudios realizados con perpetradores incestuosos indican que estas personas vivieron en hogares caracterizados por los conflictos matrimoniales, los malos tratos físicos y emocionales y por la percepción del futuro agresor de ser rechazado por uno o por ambos padres. Sin embargo, cuando adulos son pocos los que piensan que todo esto pueda tener alguna relación con los abusos sexuales que ellos cometen en sus hogares.

Consecuencias en niños y adolescentes, problemas emocionales y conductuales

Comparados con los que no han sufrido abusos sexuales durante la infancia los niños y adolescentes objeto de este tipo de abuso presentan más síntomas emocionales y conductuales, explicando el ASI de un 15% a un 45% de la varianza de los problemas, dependiendo del síntoma de que se trate. Los que han sufrido ASI por parte de otros niños manifiestan unos problemas emocionales y conductuales similares a los de las víctimas abusadas por adultos. Unos y otros, sin embargo, no tienen un patrón mayor de síntomas o de Desorden de Estrés Postraumático que los maltratos físicamente o que los no maltratados pero ingresados por trastornos psiquiátricos.

Las revisiones de los estudios indican que existe un riesgo de que las víctimas de ASI desarrollen una menor comprensión y regulación de las emociones, sean más agresivas y retraídas, presenten conductas antisociales, consuman drogas y abusen del alcohol o de que se integren en bandas y participen en sus peleas. Chicos y chicas adolescentes (12-18 años) con historial de ASI, comparados con grupos de control, también es más probable que presenten ansiedad, baja autoestima, desconfianza hacia los demás, sentimientos de soledad y depresión e ideas y conductas suicidas.

También suelen iniciar las relaciones sexuales a una edad más temprana y además sin adoptar medidas contraceptivas, por lo que corren un mayor riesgo de convertirse en padres adolescentes (49% de padres adolescentes había sufrido ASI en un estudio de finales de los 90, aunque la autoestima desempeñaba un papel moderador importante). Los investigadores llamaron la atención sobre la influencia indirecta que el abuso sexual tiene en el embarazo de las adolescentes a través de conductas sexuales de alto riesgo. Las chicas con historial de ASI tenían el triple de probabilidad de mantener relaciones sexuales completas, el doble de haber tenido el primer coito a los 15 años y de no haber utilizado ninguna medida de control de natalidad durante su última relación sexual.

Finalmente, muchos jóvenes fugados y sin techo informan de haber abandonado su casa debido a experiencias abusivas físicas y/o sexuales, habiéndose encontrado un alto porcentaje de abuso sexual (en torno al 37% de chicos y chicas fugados tendrían un historial de abusos sexuales, según los datos de estudios recientes).