Eutanasia y el fin de la vida
Enviado por Sandra75 • 29 de Noviembre de 2017 • 4.451 Palabras (18 Páginas) • 478 Visitas
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ASPECTOS OBJETIVOS Y ASPECTOS SUBJETIVOS DE LOS COSTOS/BENEFICIOS:
- Aspecto objetivo: normalmente lo evalúa el médico, pero lo debe comunicar a los familiares y al paciente mismo.
- Costos: dificultad de la intervención, riesgos, gastos, inversión en medicamentos, número de personal sanitario, etc.
- Beneficios: posibilidad de éxito de la intervención, tiempo de vida (esperanza de vida), cualidad de vida, beneficios a terceras personas, etc.
- Aspecto subjetivo: de parte del paciente (cambia de persona a persona)
- Costos: miedo, angustia, dolor físico, sufrimiento psicológico, sentimiento de degradación del pudor, etc.
- Beneficios: voluntad de vivir, importancia del tiempo que le queda de vida, etc.
Rechazar una intervención no significa automáticamente provocar la propia muerte.
4. EUTANASIA
4.1. CASOS
4.2. HISTORIA DE LA EUTANASIA
Siempre es necesaria la claridad de los conceptos para poder dialogar en sintonía. Respecto al concepto de eutanasia, esta necesidad se hace más urgente en cuanto que es un elemento importante para poder legislar y decidir: están en juego importantes consecuencias prácticas.
Encontramos, de parte de muchos, la afirmación de que existe confusión en cuanto al uso de este concepto. Algunos autores se han empeñado en clarificar el concepto, pero desafortunadamente han contribuido a una mayor confusión. En muchos de los casos, se trata de manipulaciones estratégicas para sacar algún beneficio práctico o promover una determinada tendencia política.
A. ETIMOLOGIA
Εύ θάνατος = Buena muerte
El sentido del significado etimológico es: muerte serena, sin sufrimientos, rápida. No significaba occisión ni ayuda médica para morir.
B. ANTIGÜEDAD: SIGNIFICADO ETIMOLOGICO
El significado etimológico lo encontramos en algunos textos de la antigüedad griega y latina. Es significativo el texto en el cual Suetonio narra la muerte de Cesar Augusto, quien expiró de repente entre los brazos de su mujer, logrando para sí aquella εύθάνασίαν que siempre había deseado para sí mismo y para los suyos. También Cicerón usa el vocablo transcrito en lengua griega en su carta a Atico (16, 7, 3), para indicar una muerte gloriosa y digna.
C. EDAD MODERNA: SE CONSERVA EL SIGNIFICADO ETIMOLOGICO
El filósofo inglés Francis Bacon (1561-1626) usó el mismo significado etimológico de eutanasia y lo introdujo en las lenguas modernas, en su obra Advancement of Learning (1605); Bacon usa la palabra refiriéndose a la narración de Suetonio sobre la muerte de César Augusto, para criticar a los médicos que abandonaban a los pacientes incurables en lugar de mitigar sus penas y sus dolores. Durante los dos siglos sucesivos, el término solamente se usó para indicar el significado etimológico.
D. EDAD CONTEMPORANEA: SIGNIFICADO DE AYUDA PARA NO SUFRIR
A partir del s. XIX constatamos el primer deslizamiento del significado: la palabra eutanasia comienza a designar, además de buena muerte, la actuación del médico (llamada incluso “ciencia”) que ayuda al paciente a tener una buena muerte (sin sufrimientos). No se trata todavía de una acción de carácter occisivo; no se habla de acelerar la muerte del paciente para que no sufra; sino de acto médico que ayuda a la buena muerte[1].
En efecto, aparecen publicaciones como De euthanasia medica[2] o Euthanasia or medical treatment in aid of an easy death[3].
E. INTRODUCCIÓN DEL SIGNIFICADO OCCISIVO: EUTANASIA COMO OCCISIÓN PARA SUPRIMIR EL SUFRIMIENTO
El segundo y decisivo deslizamiento semántico del significado ocurrió hacia el final del siglo XIX y el inicio del XX. Debido a una serie de cambios culturales profundos, se comienza a difundir la aceptación del llamado homicidio por piedad y del homicidio de quien consiente, llamando en causa el concepto de eutanasia.
En los primeros años del siglo XX encontramos la palabra eutanasia utilizada ya claramente para designar la acción de causar la muerte para evitar el dolor. En los años 20 el uso del vocablo para referirse al homicidio piadoso o a la eliminación de los enfermos incurables es ya un hecho sólido y casi universal. En 1920 K. Binding y A. Hoche publicaron en Alemania un texto en el que exponían y proponían con vigor la práctica y la aprobación legal de la eutanasia, con el título: «La liberalización de la aniquilación de las vidas sin valor». El nazismo hablaba de la eliminación de los lebensunwerten Lebens (Vidas no dignas de ser vividas).
En fin, se trata de la acción de causar la muerte con el fin de ahorrar al paciente todo sufrimiento o de ahorrar a la sociedad las molestias causadas por individuos afectados irreversiblemente por alguna enfermedad o malformación grave. Esa acción puede consistir en obrar activamente induciendo la muerte, o en omitir aquello que podría prolongar la vida, con la intención de que la persona muera.
J. Corominas sitúa la introducción del vocablo en la lengua castellana hacia 1925.
Es necesario agregar que a lo largo del siglo XX el uso habitual de esta palabra ha conducido a la identificación práctica con este tercer significado. En efecto, tenemos que reconocer que básicamente este es el sentido actual de la palabra: causar la muerte para evitar sufrimientos y así lograr la “buena muerte” (o muerte digna). Los diccionarios normalmente describen primero el primer significado y luego pasan al tercer significado: causar la muerte para evitar el sufrimiento. Si hoy decimos que estamos en contra o a favor de la eutanasia o de su legalización, es evidente que no nos referimos a la simple aceptación de la buena muerte o de la ayuda del médico para la buena muerte, sino a su tercer significado.
4.3. DEFINICIÓN DEL CONCEPTO EUTANASIA
Muchas y diversas son las propuestas de definición del concepto de Eutanasia, sin embargo, es necesario considerar esta realidad en cuanto acto humano, es decir,
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