Leyes constitucionales que nos lleven al desarrollo

...

Ahora vemos por el otro lado la “dignidad” de los mexicanos, el dicho de que lo que se hace en México es para México. Esa frase en lo que respecta a mi opinión es una gran mentira, México exporta recursos para comprar materiales manufacturados con recursos que provinieron del mismo México, no tiene sentido usar esas palabras, México con y sin reformas ha sido golpeado por las injusticias de otros países, nuestros ciudadanos se siguen yendo, muchos aspiran dejar de vivir aquí y por el contrario lo que unos ven con orgullo, otros simplemente no le toman importancia. México siempre fue explotado por otros países, no hay que cegarnos, siempre nos han robado nos demos cuenta o no, la expropiación petrolera solo dejó mas leyes por ignorar, y no me refiero a que todos cometamos crímenes, pero actualmente la mayoría de los políticos, por no decir que todos, roban, viven de los impuestos que deberían ir a hospitales y escuelas públicas, sin embargo no se hace y en cuanto a las leyes petroleras, no creo que fueran la excepción.

Muchas personas defienden el legado de Lázaro Cárdenas, porque fue un gran hombre que aportó mucho en su presidencia, pero no hay que idealizarlo, todos los presidentes de México han tenido sus aportaciones buenas y malas, pero no hay que ver solo lo bueno, ni todo lo malo, debemos pensar en él como lo que fue, un humano más. Sí, luchamos por nuestra independencia. Pero ¿a costa de qué? ¿De conformarnos con lo que produce nuestro país rico en recursos, pero escaso en industrias y darle la espalda al desarrollo que nos toca al hombro?, no podemos seguir ignorando lo obvio, si queremos cambio hay que hacer algo, si queremos mejorar hay que aportar si se quiere algo hay que arriesgarse.

Sin embargo el 36% de la población se opone, analizando todo lo expuesto vemos que a simple vista lo que pareciera un acto patriótico, puede percibirse más bien como actos de conformismo, de miedo al cambio, porque es más fácil seguir la rutina y es más fácil no hacer nada, es el camino fácil y ¿realmente es lo que queremos?.

No decimos que las reformas mágicamente cambiarán todo de la noche a la mañana, no es así, México no mejorará económicamente de un mes al siguiente. Realmente sería ilógico esperar el cambio en una semana. Eso hay que dejarlo muy en claro porque si bien puede no resultar en buenas ganancias para México, tal vez en algunos años si. Y eso es precisamente lo que se busca. Mejorar la calidad de vida del mexicano, tanto económica como socialmente. Debemos empezar a involucrarnos en lo que nos afecta, de lo contrario dependeremos de las decisiones que otros tomen por nosotros. Pero volvemos al mismo problema, si no se hacen cambios ahora no veremos resultados de lo que queremos obtener y no se puede hacer el cambio con tantas personas oponiéndose a este. Y esa es la razón de la insistencia de los medios para convencer a las personas de que la reforma es una buena opción. Es por eso que la primera acción ya está hecha.

Las reformas no buscan hundirnos más como país, buscan cambios y mejorías en nuestra vida diaria, no son problemas, son soluciones. Las reformas son una propuesta y una acción para mejorar como nación, para dejar de ser el país que desaprovecha las oportunidades de desarrollo, para dejar de ser quien tiene los recursos pero no sabe cómo emplearlos a su favor, para dejar todo eso de lado y comenzar a mejorar y ascender.

La reforma energética es una acción al agotamiento del petróleo superficial, porque esto en un hecho que en algún momento se agotará y si esperamos hasta ese momento no habrá medidas que se puedan tomar, y solo entonces nos daremos cuenta que cuando pudimos hacer algo debimos haberlo hecho en lugar de elegir la comodidad, si se toma acción desde ahora, es posible atrasar o incluso evitar ese periodo en el que México se quede sin recursos por aprovechar. Pero no tiene sentido seguir con la lucha si la población prefiere conformarse con las leyes que nos rigieron por muchos años, no tiene sentido luchar contra nosotros mismos porque todos buscamos lo mismo, todos queremos que el país mejore económicamente, la diferencia es quienes apoyamos esa opción y quienes lo ven como algo que está escrito y no va a cambiar.

Los mexicanos exigen que todo mejore, pero no quieren participar en las oportunidades que se nos dan, y eso es algo que hay que cambiar, si quieres algo debes buscarlo, debes luchar por ello, y debes asumir riesgos. Cuando Lázaro Cárdenas expropió el petróleo Mexicano, no estaba seguro de que fuera a funcionar, y posiblemente algunas personas también se oponían, y esto no significa que la decisión fuera mala, porque tal vez en su tiempo fue benéfica, pero ya no lo es, en aquel tiempo, el presidente rechazó el conformismo y ahora los mexicanos buscan la misma comodidad que hace años, debemos informarnos antes de declinar una propuesta. La decisión es nuestra, nosotros elegimos el conformismo o el progreso, elegimos rezagarnos o avanzar. No es tan difícil como parece, basta con hacerse unas cuantas preguntas ya mencionadas, basta con leer y analizar las propuestas, basta con dialogar y exponer nuestras ideas y dudas y buscar la respuesta a ellas, basta con interesarse en lo que queremos dejarle a las futuras generaciones y basta con ver nuestra situación como país, porque si bien, lo que se hace en México no siempre se queda en México, lo que hagamos por México afectara solo a México, debemos tomar cartas en el asunto, y dejar de cruzar los brazos esperando a que nos lluevan soluciones de la nada. Hay que dejar de buscar agua en el desierto y por el contrario tomar del desierto la arena necesaria para construir. Tomemos en cuenta que “El conformismo es el carcelero de la libertad y el enemigo del crecimiento”[1]. Aprovechemos nuestros recursos ahora que podemos porque una vez que se agoten no habrá marcha atrás, y ahora es cuando para unirse al progreso, que nos quede claro que un presidente no busca empobrecer a la nación, porque ni siquiera a él le sirve gobernar un país sin ingresos, entremos en razón y démonos cuenta de la oportunidad que se nos viene de frente. Está claro que debemos hacer algo para progresar y ese algo es sumarnos al 20% de la población que están de acuerdo con las reformas porque si no es ahora no será nunca, digamos sí a la reforma, tomemos el riesgo porque riesgos los tomamos en el día a día sin más importancia o miedo del necesario, digamos sí al avance que tanto buscamos y anhelamos como mexicanos, digamos sí al cambio.

---------------------------------------------------------------