Corrupción, el mayor obstáculo para el progreso del país

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Como dice Rubén Darío Mejía Sánchez, la corrupción es un cáncer que hizo metástasis, porque es muy claro y evidente que ha tocado todos los sectores del país y no hay distinción de clase social o ámbito económico. Se hace incuestionable al analizar los resultados del Barómetro Global de Corrupción 2016 para América Latina y el Caribe, en el que Transparencia Internacional indica que el 60 por ciento de los encuestados considera que la corrupción en Colombia ha aumentado, cifra que se ha elevado teniendo en cuenta años anteriores.

Los casos de corrupción en Colombia dan cuenta de la falta de sentido de protección de lo público y la falta de compromiso con la eficiencia y la transparencia. Constituyen un mal ejemplo de la utilización del poder y la envestidura para obtener un beneficio particular, provocando desfalcos al Estado que dan como resultado sobrecostos y menor calidad de vida para los colombianos.

Así mismo, el estudio refleja la un dato tanto importante como curioso, el 74 por ciento de los consultados indicó que son conscientes que la ciudadanía en general es capaz, y por ende, la encargada de hacerle frente a la corrupción.

El cambio empieza con cada uno, es hora de ponerle un alto a la displicencia con la que tomamos las injusticias, de pensar que nuestras acciones no afectan a muchos, porque por más “insignificante” que pueda parecer un acto, con este es que empieza a corromperse el alma, y como dice el refrán: “la práctica hace al maestro”, un acto de corrupción se va haciendo cada vez más común y la perdida de la ética, respeto y consciencia de lo general va aumentando.