ENSAYO ETICA LABORAL - MORAL

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Según lo que vemos día a día y en los diferentes contextos que nos desenvolvemos, siempre estamos practicando nuestra ética, ya sea moral o laboral, poniendo a pruebas nuestras virtudes y conductas que hemos ido aprendiendo desde niños como por ejemplo ser responsables, presentar puntualidad, estudio, constancia, carácter, concentración y un sin número más de capacidades que implícitamente ponemos en práctica y dicen mucho de nuestra persona. Y no es necesario estar trabajando para presentar una ética aceptable, sino que uno debe ser éticamente correcto en todas las situaciones que se nos presenten en la vida, lo cual dirá mucho sobre nosotros y si realmente presentamos una ética adecuada.

Llevando esto a una realidad más cercana, queremos tocar un tema que está afectando a la mayoría de nuestros adolescentes en la región, el uso inadecuado de solventes, que en los casos más graves a conllevado al fallecimiento de estos niños. Claramente aquí vemos unos casos que atentan contra los pensamientos de nuestro postulados por nuestro filosofo Aristóteles y los propios, donde vemos que claramente la ética moral de estas personas se ven afectadas o no están de acuerdo al común de los demás. Presentando conductas inadecuadas que atentan a su propia persona e integridad física. Estas situaciones logran darnos cuenta que si tenemos un ideal de virtudes en las personas no aplica para todos. Y que las costumbres y tradiciones familiares afectan en un ideal de virtudes para las personas y se manifiestan en conductas inadecuadas socialmente, dejando en manifiesto que la moral ética puede variar según el contexto externo que nos desenvuelve.

A modo de cierre de este pequeño capítulo, hemos revisado los postulados de Aristóteles acera de la ética, y ha quedado en manifiesto que la ética, ya sea laboral o moral, se constituye de virtudes. Estas virtudes tienen que estar presentes en el ser humano de manera implícita para lograr una conducta aceptable en los diferentes contextos que nos desenvolvemos a diario y no solo ser éticamente correcto cuando estamos realizando una labor.

Y queremos cerrar este capítulo con la siguiente cita del Aristóteles, quien nos afirma que ser virtuoso o éticamente correcto no solo se situa en los contextos laborales sino que también al contexto personas tanto intrínseco como extrínseco de la persona “la felicidad es el fin al que aspira todo hombre, relacionada con la actividad virtuosa no transitoria sino durante toda la vida, entendiendo por virtudes la moral y el intelecto, reconociendo que para lograrlo es necesario contar con medios externos”. (Aristoteles, 2000).