Jaime Alberto Vélez biografia

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En un momento de déficit para el arte, Jaime Alberto Vélez tuvo el valor de preguntarse por el lugar de las artes en una sociedad que las ha desfigurado. Frente a esta y cualquier problemática literaria que planteaba en sus ensayos, supo mostrarse lúcido, recto, diplomático y a la vez denunciante, como una vez que pretende mostrarnos verdades incómodas con la única intención de transformar realidades. Así lo muestra cuando dice: “Resulta contradictorio que el escritor, dueño en apariencia de las palabras, pierda más significados que el practicante de cualquier otro oficio” (p. 83).

Justo esa característica de su quehacer lo hace vigente, 14 años después de su pronta muerte. Y resultan más certeras sus palabras si las enfocamos al medio regional, que Jaime A. Vélez conocía muy bien y por tanto criticaba con pleno conocimiento de causa. En efecto, la crítica literaria está casi extinta, el periodismo cultural es incipiente y la figura del intelectual, trasladada a las aulas académicas, se convierte en un maestro que busca validar su trabajo en los espacios académicos. Vélez estuvo ligado siempre a los campos académicos, como profesor de la facultad de comunicaciones de la Universidad de Antioquia, desde donde escribió en la revista universitaria e incluso ganó el premio nacional de poesía de la misma universidad en 1981.

Dicha influencia es evidente en Satura, pues si bien sus ensayos se ocupan de la situación de la literatura en el mundo contemporáneo, el ámbito académico se hace presente desde referencias e incluso en la forma en la que los temas son expuestos. La influencia de los medios de comunicación masivos y la reorganización que ello ha traído a las masas, obligan a Jaime Alberto Vélez a preguntarse por el lugar de la literatura en ese mundo de entretenimiento y banalización comunicativa. A partir de quejas tan simples y evidentes como que la palabra “novela” haya ido a parar a la representación de historias insulsas en la televisión; se muestra como para este autor, la vida social de los valores literarias estaba siendo violentada en ese inicio de siglo desde donde él escribe y lo sigue siendo en nuestra actualidad. Por eso no podríamos considerar que su crítica es literaria. Vélez no centra su atención en la recepción de las obras; nos acerca, más bien, al mundo literario y al escritor, situados en una sociedad muy peculiar tanto en sus buenas como malas características.

Si bien Jaime Alberto Vélez tiene algunos trabajos de poesía e incluso intenta postularse como teórico del ensayo, considero que su mayor acierto está en el humor, la cuidadosa forma de exponer y argumentar y el estilo que genera en Satura, que como escritura periódica adquirió una coherencia y unión que es evidente en esta recopilación.