Bach y Vivaldi

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Evidentemente, luego de su fallecimiento, la reputación de Bach como compositor declinó en un primer momento: su obra estaba considerado como pasada de moda en comparación con el emergente estilo clásico. Inicialmente, era más reconocido como intérprete y profesor.

Posteriormente, a finales del siglo XVIII y comienzos de XIX, fue ampliamente reconocido por su obra para teclado. Músicos célebres como Wolfgang Amadeus Mozart y Ludwig van Beethoven se encontraban entre sus más destacados admiradores y tuvieron un gran aprecio por las obras que conocieron de Bach, comenzando a escribir en un estilo más contrapuntístico. Beethoven lo describió como el “Urvater der Harmonie” o “Padre original de la armonía”.

3.2. Antonio Vivaldi

Reseña

Antonio Lucio Vivaldi nació el 4 de marzo de 1678 en Viena. Fue un compositor, violinista, violista, impresario, profesor y sacerdote católico veneciano del barroco. Era conocido como “Il prete rosso” o “El cura rojo”, por ser sacerdote y pelirrojo.

Considerado como una de las figuras más relevantes de la historia de la música. Su maestría se refleja en haber cimentado el género del concierto, el más importante de su época, conocido también como concierto per soli o concierto para solistas, una composición para uno, dos, tres o más instrumentos con acompañamiento orquestal.

Durante su vida, compuso más de 770 obras, entre las cuales se cuentan más de 400 conciertos y cerca de 46 óperas. Además, es especialmente conocido, a nivel popular, por ser el autor de la serie de conciertos para violín y orquesta “Las cuatro estaciones”.

Estilo

La música de Vivaldi fue innovadora. Desarrolló la estructura formal y rítmica del concieto en los que buscó contrastes armónicos, melodías y temas innovadores. Muchas de sus composiciones son llamativas y llenas de vitalidad.

Los conciertos y arias de Vivaldi influyeron en Johann Sebastian Bach profundamente, quien transcribió seis de sus conciertos para teclado solista, tres para órgano y uno para cuatro claves, cuerdas y bajo continuo (BWV 1065), basados en el “Concierto para cuatro violines, dos violas, violonchelo y bajo continuo” (RV 580).

Sus sonatas instrumentales son más conservadores que sus conciertos y su música religiosa a menudo refleja el estilo operístico de la época y la alternancia de orquesta y solistas que ayudó a introducir en los conciertos.

Su estilo operístico progresista le causó algunos problemas con músicos más conservadores, como Benedetto Marcello, un magistrado y músico aficionado que escribió un panfleto denunciándolo a él y a sus óperas.

Por otro lado, en una carta escrita por el mismo Vivaldi a su mecenas, el marqués Bentivoglio, en 1737, hace referencia a sus 94 óperas; sin embargo, sólo se han descubierto 50 y no existe documentación del resto. Aunque se considera que Vivaldi haya podido exagerar en su doble papel como compositor e impresario, es posible que pudiera haberlas escrito o haber sido responsable de la producción de hasta 94 óperas durante su carrera, que por aquel entonces llegaba casi a los 25 años.

Obras

La producción musical de Vivaldi fue abundante. Compuso, aproximadamente 700 obras, entre ellas, 46 óperas, 70 sonatas, 195 composiciones vocales, 45 cantatas de cámara y 554 composiciones instrumentales, en su mayoría conciertos. Los más conocidos son los doce que componen “Il cimento dell’armonia e dell’inventione”. Los primeros cuatro conciertos incluyen las célebres Cuatro estaciones, descrita como un ejemplo sobresaliente de la música pragmática pre decimonónica.

Alrededor de 350 de sus conciertos están escritos para instrumento solista y cuerdas, de los cuales 230 son para violín, siendo los otros para instrumentos como fagot, violonchelo, oboe, flauta, viola de amor, flauta dulce, laúd o mandolina.

También compuso cerca de 46 óperas y gran cantidad de música coral sacra, como el Magnificat. Su música religiosa incluye composiciones como el oratorio, el Gloria en re, misas y motetes.

El catálogo musical que agrupa todas sus obras de llama “Ryom-Verzeichnis” (RV) o “Catálogo Ryom”, elaborado por Peter Ryom, aunque existen otros, elaborados por Antonio Fanna, Marc Pincherle y Edizioni Ricordi.

- Las cuatro estaciones

Las cuatro estaciones, cuatro conciertos para violín que representan escenas apropiadas para cada estación del año. Tres de los conciertos fueron originales en su concepción, mientras que el primero, «Primavera», tomó prestados motivos de una sinfonía del primer acto de su ópera contemporánea Il Giustino. La inspiración para los conciertos le viniera probablemente de los campos de Mantua. La obra fue una revolución musical en su concepción: en estos conciertos Vivaldi representó arroyos fluyendo, pájaros cantando (de diferentes especias, cada uno caracterizado específicamente), perros ladrando, mosquitos zumbando, pastores llorando, tormentas, bailarines borrachos noches silenciosas, partidas de caza tanto desde el punto de vista de los cazadores como de las presas, paisajes helados, niños patinando sobre hielo y cálidos fuegos en invierno. Cada concierto está asociado a un soneto, posiblemente de Vivaldi, que describe las escenas representadas en la música. Feron publicados como los primeros cuatro conciertos en una colección de doce, Il cimento dell'armonia e dell'inventione, Opus 8, publicada en Ámsterdam por Michel-Charles Le Cène en 1725.

Legado

Durante su vida, Antonio Vivaldi fue muy popular en países como Francia e Inglaterra, pero luego del Clasicismo y Romanticismo, su obra su ignorada. En el siglo XX, el músico violinista Fritz Kreisler, en su concierto para violín en do mayor, revive el interés en Vivaldi. Para esa época, se redescubren muchos manuscritos en colecciones privadas que fueron, en parte, adquiridos por la Biblioteca Universitaria de Turín.

Al ser uno de los compositores más conocidos de la música clásica, su vida ha sido llevada al cine en varias oportunidades y más de 360 de sus obras han sido empleadas en películas y programas de televisión.