TIPOS DE CUATROS EXISTENTES EN VENEZUELA Y LATINOAMÉRICA
Enviado por Ledesma • 11 de Enero de 2019 • 2.085 Palabras (9 Páginas) • 454 Visitas
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El misionero jesuita Miguel Alejo Shabel llegó a Barinas entrando por Borburatay el 9 de abril de 1705 escribe a Miguel Ángel Tamborino sus observaciones de 15 días de fiestas en homenaje a Santa Lucía e Inmaculada Concepción. Los cantos se acompañaban con cajas, tamborines, arpas y guitarras usado por muchos músicos. De allí, el Cuatro se estampa en persistencia, tanto en momentos de tristeza y soledad, como de felicidad y alegría, dentro del criollismo venezolano.
- TIPOS DE CUATROS EXISTENTES EN VENEZUELA Y LATINOAMÉRICA
Hay diferentes tipos de cuatros, que varían según el número de cuerdas y la afinación.
- EL CUATRO TAMUNANGUERO O MONTEROL
Se emplea en el Estado Lara para el Tamunangue. Este tipo de cuatro, también llamado cuatro monterol, es de caja pequeña que consta de cinco cuerdas repartidas en cuatro órdenes, y puede considerarse como un seis sin la requintilla del primer orden. El nombre monterol alude a un antiguo violero de la región tocuyana, José Rafael Monte roía, quien por sus grandes méritos sentó una escuela que se ha mantenido viva hasta nuestros días.
Compuesto, laúd, De mango, de cuello, de caja, Guitarra, órdenes combinadas, ejecución digital, pequeña guitarra que se diferencia del cuatro tradicional por su endordado, compuesto de tres cuerdas simples y una cuarta doble. La afinación es igual al cuatro de órdenes simples, ya que las cuerdas dobles se afinan con el mismo sonido a distancia de octava.
Se ejecuta con rasgueo, libre y apagado, según sea el ritmo de la especie que se interpreta. Es un instrumento particular del conjunto de cuerdas de la zona, que acompaña especialmente los golpes larenses, la música de las festividades de San Antonio - salves y tamunangue -, y los cantos de velorios - de Cruz, de santo o de angelito
- Cuatro y Medio: es un cuatro con una cuerda complementaria que se sujeta por una clavija en la parte inferior del mango.
- Cinco y Medio: es igual al cuatro y medio, este agrega una cuerda denominada tiple que aporta una resonancia permanente.
- EL CINCO:
Este se caracteriza por ser un poco más grande que el cuatro normal, y recibe su nombre debido al número de órdenes o afinaciones. Es utilizado en los Estados Andinos, Lara, Falcón y Carabobo. El cinco de seis cuerdas repartidas en cinco órdenes que interviene en varias manifestaciones musicales larenses, no es más que una derivación de aquélla. El cinco existe en tres tamaños llamados, cuarto cinco el más pequeño, medio cinco el mediano, y cinco completo el mayor.
- EL SEIS
Es un poco mayor que el cinco, utilizado en los Estados Lara y Falcón, este instrumento de seis cuerdas dispuestas en cinco órdenes, puede considerarse como un eslabón entre el octavo y el cuatro. El seis surgió al prescindir de aquellas cuerdas que, desde el punto de vista armónico, menos se notarían en el acompañamiento, es decir, de las cuerdas al unísono de los órdenes interiores.
Este instrumento interviene principalmente en varias manifestaciones del folklore tradicional larense. Su construcción, al igual que la del cuatro tamunanguero, se ubica en la región del Tocuyo.
- EL OCTAVO:
Como su nombre lo indica, este instrumento presenta ocho cuerdas, las cuales se disponen en cuatro órdenes dobles. El octavo es prácticamente una guitarra renacentista, puesto que tiene el mismo número de cuerdas y de órdenes, la misma forma y básicamente el mismo uso. En cuanto a la afinación, es importante señalar que el primer orden cuenta con un bordón. Esta particularidad podría ser el reflejo de un tipo de encordadura que se practicaba en la guitarra renacentista y sobre la cual no existen noticias escritas en las fuentes históricas.
El bordón de la prima podría esclarecer una de las interrogantes que la musicología moderna se plantea en torno a la guitarra renacentista. En efecto, este instrumento llevaba a menudo una sola prima en lugar de las sólitas dos cuerdas de cada orden, hecho que generalmente se ha atribuido a la dificultad de encontrar dos primas iguales. Sin embargo, este argumento es un tanto frágil, pues, si era problemático conseguir dos primas, iguales, también lo era hallar dos segundas o dos terceras idénticas, y, a pesar de ello, estos órdenes siempre fueron dobles.
El octavo se halla hoy prácticamente extinto. Según los últimos cultores de tan importante tradición, el bordón de la prima se puede colocar tanto del lado externo del mástil como del lado del segundo orden.
- EL CUATRO TRADICIONAL:
El cuatro tradicional presenta unos rasgos bien definidos que se repiten con apenas algunas variantes regionales en los distintos centros de construcción del país. Por sus dimensiones, los fabricantes clasificaban al cuatro tradicional en varias categorías cuyos nombres varían de región a región. Citemos al cuatro pequeño, al requinto, al cuatro común y a la cuatra.
Desde un punto de vista histórico, es probable que estos tamaños correspondiesen originalmente a las funciones de soprano, alto, tenor y bajo que estos instrumentos cumplían dentro de un grupo instrumental. Viene al caso señalar que en determinados sitios de Venezuela, el cuatro aún recibe ciertos nombres populares, bastante significativos, tales como tiple o ‘discante, los cuales obviamente hacen alusión a la tesitura del instrumento dentro de un conjunto.
El artesano no sólo clasifica el cuatro por sus dimensiones, sino también de acuerdo a su calidad acústica y artesanal. Así vemos que por sus propiedades sonoras, el acabado de su construcción y las características de su madera, el cuatro puede ser corriente o fino.
- EL CUATRO DE CONCIERTO:
En las últimas décadas ha surgido el cuatro como instrumento solista o de concierto. Este fenómeno ha condicionado la construcción de ciertos artesanos, quienes intentan compaginar los más recientes adelantos de la violería internacional con las técnicas que aprendieron por tradición oral.
Las metas de los maestros luthiers que hoy en día cultivan la construcción de este tipo de cuatro son las mismas que se han fijado los grandes violeros de todos los tiempos, cualquiera que haya sido el instrumento de su predilección: calidad y equilibrio de voces, sonoridad, facilidad de ejecución y pulcritud artesanal.
Estos
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