Transmedia.

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Retrocediendo aún más en el tiempo, Lorenzo encuentra simultáneas imágenes que lo tienen a él sentado frente a un escritorio. Estaba escribiendo. Al pulsar en una imagen de su adolescencia, el momento nuevamente comenzó a reproducirse y se pudo ver escribiendo y escribiendo con una cara que describía perfectamente a alguien completamente inspirado, pero esta vez fue una voz femenina en el video lo que le llamó la atención: “¿Estás escribiendo esa novela acerca del espacio, amor?”. No parecía ser la voz de su madre, porque si bien no la conocía, provenía de alguien más jovén. En el rincón opuesto al escritorio donde él estaba escribiendo se encontraba una hermosa mujer de aparentemente su misma edad, con cabello castaño claro y ojos color miel. “Me gusta cómo narras esa historia, es muy atrapante”, dijo la joven mientras levantaba con la mano un pincel y le sonreía tras un enorme cuadro. Quien creía que era su novia estaba pintando el ambiente donde se encontraban y sus pinceladas eran perfectas, parecía tener un talento incomparable. Repasando las demás imágenes relacionadas, todo lo que podía observar en ellos era amor puro. Desde la adolescencia hasta la actualidad. Pero no, las imágenes con ella no llegaban hasta la actualidad, sino hasta el mismo punto donde su madre lo había abrazado por última vez, unos meses antes de los últimos videos que aparecían en pantalla. ¿Qué es lo que había sucedido en ese punto que hacía que las personas más cercanas a él desaparecieran?

De repente, mientras Lorenzo intentaba entender ésta situación, el silencio en el enorme salón cesó. Una sirena inundaba el ambiente con un sonido completamente potente. Entre la confusión que generaba todo lo sucedido en su mente y ese sonido, sentía que la cabeza iba a estallar en mil pedazos en cualquier momento. Luego de alrededor de un minuto de sufrimiento para sus oídos, la sirena dejó de sonar.

Una especie de reloj digital con luces rojas en el techo se encontraba iluminando un poco la sala. En el reloj los números que se encontraban eran: “60:00”. Mientras lo observaba atentamente, ese número comenzaría a reducirse para formar una cuenta regresiva que ya no podría detenerse.

Lorenzo estaba shockeado. Con su mirada fija en el reloj que mostraba una cuenta regresiva de ya menos de 60 minutos. Tenía poco menos de una hora para pensar, buscar y analizar. El tema era qué. No tenía idea de por qué estaba ahí en ese lugar tan raro y qué es lo que iba a suceder cuando la cuenta regresiva llegara a cero. No importaba, tenía que arrancar a buscar algo que le permitiera entender un poco más lo que podía llegar a suceder cuando el reloj finalizara su conteo. Mirando a su alrededor, el salón estaba completamente vacío, a excepción de los televisores que se encontraban en la pared. Decidió que tendría que examinar lo más profundamente posible las imágenes ya que parecía ser lo único que le podría dar una pista. Durante alrededor de 50 largos minutos estuvo caminando cronológicamente a lo largo de su vida, de pequeño a adulto estudiando cada momento que a él le parecía ser importante. Descubrió un poco más de su familia, de sus amigos, de su padre, de su madre y de su novia. Estas últimas dos habían desaparecido de las imágenes en un momento muy similar y cercano.

Descubrió que había estudiado contabilidad debido a que su padre prácticamente lo había obligado. Su padre era una persona muy trabajadora, un hombre que se despertaba muy temprano todos los días y llevaba un trabajo de auditor contable. Era una persona muy tímida y que siempre vivió para llevar los papeles y dinero de los demás.

Su madre era una médica muy importante. Su trabajo era su vocación y eso es algo que le había repetido cientos de veces.

Su novia era pintora, y había dedicado toda su infancia y adolescencia a mejorar aquel hermoso talento que tenía con los pinceles.

Y él, como ya sabemos, era contador. Pero no lo había elegido por vocación, como su madre, que había elegido tan alegremente su profesión. Él había elegido esa carrera debido a las presiones de su padre. Él tenía que ser un trabajador desde la primera hora y olvidarse de todo sueño “absurdo” que se le acercara por la cabeza. Lorenzo no recordaba absolutamente nada de su vida más que lo que había podido entender gracias a las imágenes, pero sabía y entendía todo lo que era referido a la vida en general. Sabía que el cielo es azul, que al fútbol se juega con los pies, y que odiaba profundamente la profesión de contador. De haber sido por él, de haber tenido la voluntad necesaria, hubiese sido otra cosa.

Escritor, Había cientos de imágenes de chico donde él se pasaba horas y horas leyendo, escribiendo ideas en un cuadernillo azul y luego desarrollándolas en una computadora. Mientras descubría que había pasado gran parte de su vida en algo que no lo llenaba, recordó el reloj. Marcaba 4 minutos. La cuenta regresiva estaba llegando a su fin.

Antes de que el reloj marcara el número cero, intentó recomponer y recordar todo lo sucedido hasta ahora. La sala oscura, las imágenes, su vida, el reloj. Todo eso había acontecido desde que despertó.

Cansado de pensar y romperse el cerebro para entender qué estaba pasando, se paró frente al reloj, que a la vez se encontraba en el techo de frente a las imágenes, y cerró los ojos, esperando el conteo final. Al llegar a los últimos 10 segundos, la sirena volvió para avisarle cada segundo que pasaba. 10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1, 0. En el último segundo, abrió los ojos.

Todas las pantallas se apagaron. La sala quedó totalmente oscura. Lorenzo, con los ojos abiertos, no podía observar ni su propio cuerpo.

PUNTOS PRINCIPALES

- TRATAMIENTO

- Lemas.

- Historia de fondo y contexto.

- Sinopsis.

- Plot points.

- Caracterización y actitud.

- Guiones / Diagramas hipertextuales.

- Argumentos/guiones centrados en el usuario.

- ESPECIFICACIONES FUNCIONALES

- Formulario multiplataforma.

- Normas de engagement.

- Plataformas y canales.

- Viaje del usuario.

- Interfaz