Todo este progreso de la industrialización, construye pero también destruye

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Dependencia del movimiento de los nacimientos y los fallecimientos, la distribución de edades se puede transformar profundamente. Pero la natalidad y la mortalidad dependen, en parte, de las circunstancias sociales. De esta forma, la fuerza de la opinión, de las costumbres y de las obligaciones colectivas no sólo tienen como resultado el ajuste del comportamiento de las diversas categorías de edades, sino también modifican su importancia numérica relativa, es decir la proporción de niños, adultos, ancianos, a través de una acción, en realidad indirecta, cuyo resultado está lejos, y a veces ni se busca ni se prevé. M. Halbwachs (1938, pág. 109).

A partir de la noción estrecha de estructura demográfica, en el sentido en que lo toman aquellos que insisten en la distribución de edades, tenemos pues que elevarnos a la de las formas de la población, ya que expresan a su manera las condiciones económicas y sociales, que pueden ser tanto obstáculos como incitaciones a su desarrollo. M. Halbwachs. (1938, pág. 142).

En los años 80, Williamson, Crafts y Harley, revisaron los cálculos de Deane y Cole, la crítica más seria que formularon fue que Deane y Cole habían sobreestimado la importancia de los sectores más dinámicos del algodón y el hierro en la economía general, de manera que sus resultados globales exageraban las tasas de crecimiento. Incluso la economía británica creció mucho más en los ochenta años anteriores al despegue (1760-1780) en que los cincuenta años posteriores, hasta entonces considerados los años clave del desarrollo industrial. En la última parte del siglo XVIII los sectores vinculados al hiero y al algodón crecieron a una tasa muy elevada, pero el crecimiento de ambos sectores no fue lo general.

Esto se debió a que, si bien la producción de hiero y la industria textil eran muy dinámicas, solo representaban un pequeño segmento de la economía británica. En relación con los niveles de vida de la población, se constato que estos no sufrieron grandes modificaciones entre 1760 y 1820, y que la productividad tampoco había experimentado un fuerte crecimiento respecto a los niveles anteriores.

Así se comenzó a discutir la importancia relativa del sector fabril, textil y de hierro, concluyéndose que se trataba de un sector que, no obstante su gran dinamismo, tenía poca importancia dentro de la economía británica considerada globalmente. Rex, (1997, pág. 10-12).

Hablar un poco de revolución industrial es hablar claramente del algodón ya que el fue el iniciador del cambio industrial la base sobre todo de las primeras regiones que no hubieran existido a no ser por la industrialización, de ahí se determinado la nuevas formas de sociedad. El capitalismo industrial con nuevo forma de producir. De 1830 a 1838 había ciudades llenas de humo de las maquinas de vapor aunque sobre todo no como las ciudades algodoneras ya que tenias de cinco a seis pisos que sostenía una chimenea que exhala vapor de carbón.

El centro de más moderno de producción conservo y amplio del modo que la forma de explotación más primitiva. La industria del algodón se resguardaba en el mercado interior británico ahí ganaban puestos con sustituto del lino, aparar de la década de 1790 exportaron la mayoría de su producción ya que a final del siglo XIX exportaban alrededor del 90 por ciento, el algodón irrumpió en Europa y estados unidos.

A mediados del siglo XIX su mercado principal fue en la india y en el extremo oriente, era la mejor época y la mejor a nivel mundial para la industria algodonera, en la primera guerra mundial exportaban sus productos algodoneros que eran los chinos, japoneses, y indios de ahí surge la interferencia política sobre Gran Bretaña ya no podía impedir nada ni si quiera que lo hicieran, ya la industria algodonera británica era más que claro que tenia los días contados. La etapa principal de la revolución industrial fue primitiva no porque se dispusiera de las mejores ciencias y tecnologías, o tan solo por la gente no tuviera ningún interés en ellas tan solo lo fue por el gran conjunto y la aplicación de ideas y los recursos sencillos. Hobsbawm. (1982, Pag: 55-59).

La vía británica se ejemplifica como unos o el más grande de los primeros industriales del algodón fue Señor Robert Peel (1750-1830). Cuando el muere de un aproximado de millón y medio de libras, eso significa que en esas épocas era una muy buena suma de dinero, su hijo estuvo a punto de ser ministro, ya que los Peel eran campesinos las medianas condiciones, como los demás en las colinas del Lancashire. Ellos cambiaron la agricultura de la producción textil a mediados del siglo XVII. El padre de sir Roberto (1723-1795) el tenia conocimientos no eran técnicos pero un buen ingenio para los proyectos sencillos como su buen amigo y paisano James Hargreaves un buen carpintero, tejedor eh inventor de la spinning-Jenny.

La familia tenía mucha experiencia la mayoría de ellos trabajan en la textil. A mediados de la década de 1760 las necesidades del algodón para estampar fue la firma hacia la fabricación de sus propios tejidos. Los negocios crecieron y se dividieron Peel seguía en Blackburn y sus dos socios se transportaron a Bury donde se asociarían en el año 1772 el futuro sir Robert con alguien que lo respaldara aun que un poco de su padre. Hobsbawm. (1982, Pag: 60-61).

2. Consecuencia de la industria y tecnología en la vida humana.

En este progreso de la industrialización el hombre es desplazado por la maquina, este proceso lo que lleva al fin y al cabo a una deshumanización del trabajador, con el hecho de que habrá una maquina que hará su mismo trabajo, y no pedirá ni un salario ni siquiera un descanso, es decir, condicionándolos a trabajar rápido, ofreciéndoles sueldos muy bajos, demasiadas horas de trabajo y una calidad en el producto, no existían fines de semana ni mucho menos vacaciones, hasta los niños y mujeres de muy temprana edad trabajaban en las fabricas, todo esto constituye una deshumanización.

Dentro de las consecuencias quizás la más importante, es la aparición de dos nuevos grupos sociales; La burguesía industrial los cuales eran propietarios de pequeños talleres, donde solo trabajaban los miembros de la misma familia, y con la llegada de la revolución industrial, y la creciente demanda de mercancías supieron tecnificarse, con la consecuencia de enriquecerse a tal grado como la nobleza. Por otro lado el proletariado fabril o como común nuestro lo conocemos, la clase obrera, esta surgió de los campesinos echados de sus propias tierras, debido al éxodo rural, y de los campesinos artesanales que antes eran más o menos independientes, pero que se