Afliar

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La prosa tratada en el capítulo ocho dice que: “cualquier tema puede descomponerse en datos más o menos cortos, según sea necesario” se caracteriza por ser más especializada, muchas veces las oraciones se extienden Cassany nos da algunos ejemplos de cómo acortarlas y volverlas menos complejas ya que puede generar problemas ambiguos si se hacen demasiado largas. El capítulo nueve abarca otras características de la prosa haciendo énfasis en que cada expresión debe ser corta destacando la puntuación que se debe emplear, la utilización de los tiempos verbales, el orden de palabras y el abuso de incisos. Todo ello con abundantes ejemplos reales, en los que se observa el fenómeno descrito y se plantean reformulaciones.

El diseño como el estilo representativo de nuestro volumen debe ser escogido por el escritor, no es decorar un texto sino buscar la mejor opción de incorporar recursos visuales que lo hagan atractivo. En el apartado nueve se explica cómo citarlos Cassany enumera las funciones de los distintos recursos visuales: ilustraciones, gráficos, esquemas, tablas, etc.

“Las tablas transmiten sobre todo datos numéricos con cifras y casillas (porcentajes, cantidades, fracciones).” Las tablas nos ayudan a comprender se un modo más simple la agrupación de datos necesarios a exponer en un texto y que son significativos ponerlos; las tablas se diferencian según su función y la información que estas contengan. El autor nos da algunas formas de cómo ordenar de una manera adecuada información en una tabla, hace de esta algo llamativo, el sentido en que debe ser leída y clasificarlas en dependientes e independientes.

Instrucciones son: “discursos discretos, silenciosos, eficaces”. “deben ser infalibles, precisas, completas. Tratan de realidades no siempre simples ni descriptibles”. A esto se refiere Daniel cuando habla de instrucciones que deben ser muy claras para dar a conocer la información que deseamos ya sea apoyándonos por dibujos o por descripciones mediante el texto, según él es mejor utilizar el texto para darlas a conocer. Es necesario que estas sean explicitas porque muchas veces pueden ser complicadas para el lector y ser especificadas para el público al cual se quiere llegar, nos regala muchos ejemplos que nos dan claridad siempre los ejemplos nos plasman una realidad más palpable.

Por último, encontramos el capítulo doce que narra la manera de realizar una correspondencia adecuada para hacerla llegar con el mensaje que deseamos, que sea correcto, que la respuesta sea exacta sabiéndola escribir para no ofender al lector y mucho menos confundirlo “la correspondencia es un auténtico motor” nos dice Cassany un motor que nos comunica no necesariamente cara a cara sino por escritos, es por ello la importancia de saberla redactar y de dar respuestas precisas.

El autor finaliza con una breve descripción de su libro y escribe de una manera sencilla ejemplificando cada tema para un mejor comprensión, señala los autores que le sirvieron de base para la redacción de su libro. El texto leído nos permite hacer una categorización de nuestras obras, evaluar al lector y al escritor, nos da pautas para saber redactar en ámbitos más profesionales, destacando la lectura como un medio de comunicación claro. Es una obra excelente que nos guía hacia desarrollar la escritura para una vida profesional más sofisticada, me impulsa a tener en cuenta estas herramientas para generar un impacto con mis escritos que tienen un significado enorme al momento de escribir.

Laura Juliana Rueda Duran

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