Argumentación, por qué y para qué

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Para qué se argumenta.

Todos estamos en desacuerdo en más de una ocasión en nuestras vidas, y por lo tanto la argumentación es la manera de resolver de forma legítima nuestras diferencias. En la argumentación jurídica se crea legitimidad en el proceso de argumentar y contra argumentar; esto se puede sustentar si se toma en cuenta las razones a favor de la argumentación las cuales son quitarle lugar al autoritarismo, tener más apertura a las diferencias, obtención de mejores resultados.

Así como mencionaba, por ejemplo, el autoritarismo predominó muchos años durante el tiempo anarquista y monárquico donde el rey hacia su voluntad.

Habermas por un lado, explica que se puede ejercer coacción sin ejercerla en sí, por medio de argumentos y convencimiento: «pretende explicar la peculiar coacción sin coacciones que ejerce el mejor argumento por las propiedades formales del discurso y no por algo que, como la consistencia lógica de las oraciones, subyace el contexto de la argumentación o que la evidencia de las experiencias, penetra, por así decirlo, en la argumentación desde fuera.» El resultado del discurso se decide por la fuerza del mejor argumento.

Un caso de autoritarismo de suscitó en Oaxaca en el año 2009, cuando se estableció que “en el Estado de Oaxaca se garantiza y protege el derecho a la vida” haciendo que implícitamente de dejar fuera el derecho humano al aborto, causando conflicto en las mujeres de la población. Esto ocasionó que tanto los grupos que consideraban éste como un derecho humano como los que no se reunieran para debatir sus ideas.

Este tema es uno de los más polémicos de los que nos podemos topar y tiene muchos ángulos, por ejemplo: en contra de él podemos reputar que atenta contra el derecho humano a la vida el cual es el bien jurídico mayor tutelado, en consecuencia abortar no es un derecho humano y no debe permitirse y por el otro lado, o sea a favor, el aborto es el uso del propio cuerpo de la mujer por lo tanto sí es un derecho humano.

Sin importar el lado en el que estuviere el legislador a la hora de establecer la reforma, este es un muy claro ejemplo de por qué es necesario argumentar en el campo de lo jurídico, ya que saber argumentar puede ser la clave de cambiar todo un paradigma. En el caso de Oaxaca, se resolvió el asunto en cinco horas ya que no hubo argumentos y contra argumentos, por el otro lado, en el parlamento ingles hubo una discusión mucho más expositiva tanto moral, como filosófica y política.

Otra razón a favor de la argumentación es que da apertura a espacios para conocer, visualizar y respetar las diferencias. En este sentido, la argumentación jurídica nos permite expresar la posición personal, haciéndola una herramienta idónea para poner a la vista las diferencias, pero particularmente para descubrir las causas que están detrás de ellas. Lo cual puede ser benefactor, como por ejemplo, en Oaxaca (como en casi la mayor parte del territorio mexicano) las personas que viven en pobreza o pobreza extrema la mayor parte del tiempo desconocen las leyes, hecho por el cual son éstos los que llenan las cárceles mexicanas muchas veces porque cometen ilícitos que ellos ni siquiera conocía, y como el derecho nos dice que el desconocimiento de la ley no los exime de responsabilidad, no había mucho por hacer, entonces se tuvo que modificar la ley para que diera campo a una regulación más humanitaria, en donde se podía ayudar a esta clase de personas, como el artículo 20 de su código civil el cual quedo modificado asegurando: La ignorancia de la ley no excusa su cumplimiento, pero los jueces teniendo en cuenta lo notorio del atraso intelectual de algunos individuos, su apartamento de las vías de comunicación o su miserable situación económica podrán, si está de acuerdo el ministerio público, eximirlos de las sanciones.

Conclusión

Para contestar las preguntas relativas a este trabajo, las cuales fueron: ¿Por qué? Y ¿Para qué?

Bueno, en materia de argumentación jurídica argumentamos porque las premisas contenidas en los textos legales son de textura abierta, que son el resultado de la ambigüedad, vaguedad, lagunas, e incluso de contradicciones del lenguaje jurídico que pueden producir diferencias legítimas.

Y el Para qué, bueno pues para resolver nuestras diferencias de forma legítima.

En otras palabras, si no contáramos con la argumentación en materia jurídica, el derecho sería muy cerrado y no serviría como una herramienta para terminar conflictos, si no que podría convertirse en lo contrario. Entonces apegado a esto, se puede decir que por medio de las ideas individuales incluidas en los discursos, sumados a las bases de los argumentos y contraargumentos nuestra sociedad va tomando forma al igual que nuestras leyes y poco a poco se va encaminando a una organización.