Essays.club - Ensayos gratis, notas de cursos, notas de libros, tareas, monografías y trabajos de investigación
Buscar

BRUCELLA MELITENSIS.

Enviado por   •  15 de Febrero de 2018  •  3.170 Palabras (13 Páginas)  •  246 Visitas

Página 1 de 13

...

El rol de las proteínas de choque térmico en la patogénesis de Brucella es incierto. Se ha observado que en bacterias intracelulares se expresan niveles elevados de proteínas de choque térmico en el ambiente intracelular. Entre estas se encuentran GroEL (60 kDA), GroES (10 kDa) y HtrA (60 kDa). Las proteínas GroEL y GroES son chaperonas relacionadas con el plegamiento correcto de proteínas, mientras que HtrA (High temperature requirement A stress response protein) es una proteasa que degrada proteínas dañadas oxidativamente. HtrA protege a la bacteria intracelular del daño oxidativo y contribuye a la resistencia de Brucella a la destrucción por los fagocitos. La enzima UvrA repara las lesiones del ADN después del daño oxidativo, como mecanismo de protección bacteriano.

i) Hábitat: en el hospedero y en el medio ambiente

Reservorios:

-B. abortus: bovinos, equinos.

-B. canis: cánidos.

-B. melitensis: caprinos, ovinos, camélidos

-B. suis: porcinos, lepóridos.

Hospedadores:

-Humanos y los citados en el apartado “reservorios”.

j) Tipo de microorganismo

Patógeno.

k) Características de las colonias en cultivo

La morfología lisa de las colonias se asocia a virulencia.

MECANISMOS DE VIRULENCIA

A diferencia de muchas bacterias patógenas intracelulares, Brucella no posee los tradicionales factores de virulencia como plásmidos o bacteriófagos lisogénicos que le confieran virulencia, no produce exotoxinas, no tiene cápsula que la proteja de la fagocitosis, ni muestra variación antigénica. Sin embargo, es una bacteria muy virulenta y patogénica en su huésped natural. En su contacto inicial con el huésped Brucella es fagocitada por el PMN o el macrófago no activado localizándose dentro de vacuolas intracitoplasmáticas. De alguna manera es capaz de evadir los mecanismos microbicidas intracelulares permaneciendo y multiplicándose dentro de las vacuolas, sugiriendo una buena adaptación a la vida intracelular. Las células fagocíticas profesionales como los macrófagos y los PMN poseen mecanismos microbicidas intracelulares oxígeno dependiente y oxígeno independientes capaces de destruir patógenos intracelulares. Estos mecanismos incluyen funciones como la acidificación de los lisosomas, proteínas quelantes de hierro, hidrolasas lisosomales, producción de arginasa, lisosima y péptidos catiónicos. Pero Brucella es capaz de evadir o resistir estos mecanismos porque ha demostrado ser muy eficiente en su vida intracelular y tiene gran capacidad de diseminarse y de producir bacteremias frecuentes, las cuales se asocian a los cuadros febriles.

Es muy probable que la composición de la ME de Brucella y dentro de esta el LPS sea el responsable de esta especial resistencia a diferentes mecanismos microbicidas. La endotoxina (LPS) de Brucella es biológicamente menos activa que el LPS de las enterobacterias pues se requieren cantidades mucho mayores para inducir toxicidad en macrófagos, causar letalidad en pollos, abortos en ratones, toxicidad y fiebre en conejos, inducción de interferón, IL-1 y FNT- en humanos. Además el lípido A de Brucella es poco endotóxico y junto con el LPS es poco activador del metabolismo oxidativo y de la liberación de lisozima en el PMN. Sin embargo, lo controversial de esta infección es que a pesar de que su agente causal tenga poca actividad biológica in vitro e in vivo y que no posea factores de virulencia clásicos, es muy contagioso, patogénico, eficiente en autoperpetuarse en los rebaños y productor de grave enfermedad en los hospederos no naturales como los humanos. Además la enfermedad es muy difícil de curar y a pesar del tratamiento con antibióticos es capaz de hacerse crónica y producir complicaciones mortales. La controversial Brucella probablemente a través de millones de años de adaptación y evolución a la vida intracelular ha descubierto que pasando desapercibida es la mejor estrategia para asegurar su transmisión y la sobrevida de su especie.

PATOGENIA

Una vez introducidas en el organismo las bacterias pasan con rapidez de la linfa a los ganglios linfáticos regionales y a la sangre, donde son transportadas por los polimorfonucleares neutrófilos y monocitos a los sinusoides de hígado, bazo, médula ósea y ganglios linfáticos. Los microorganismos se multiplican y son fagocitados por los macrófagos fijos de estos tejidos. La aparición de la enfermedad depende de la capacidad del huésped para restringir esta multiplicación. La supervivencia intracelular de Brucella condiciona el curso ondulante de la enfermedad y la tendencia a la recaída y evolución crónica.

Como se ha explicado anteriormente, la principal respuesta inmune protectora contra este tipo de bacterias intracelulares es la inmunidad mediada por células, que ejerce su acción a través de dos mecanismos: la muerte de los microorganismos fagocitados y la lisis de las células infectadas por acción de los LTC.

La activación que ocurre en respuesta a los microorganismos intracelulares es también capaz de causar injuria en los tejidos mediante una reacción de hipersensibilidad tipo IV de Gell y Coombs. La resistencia intracelular de Brucella conduce a una estimulación antigénica crónica y activación de células T y macrófagos. La respuesta tisular a estos eventos consiste en un infiltrado de células mononucleares con células epitelioides y formación de granulomas necrosantes, especialmente en bazo y huesos. Cuando el microorganismo infectante es B. suis o mellitensis pueden aparecer, además, abscesos.

Es una enfermedad que se autolimita o se vuelve crónica. Muchos pacientes padecen infecciones asintomáticas.

El período de incubación varía entre 10 y 20 días, aunque la sintomatología puede aparecer varios meses después. La brucelosis humana ha sido clasificada en forma arbitraria en varias categorías: subclínica, subaguda, aguda, recurrente y crónica, según las manifestaciones clínicas. La mayoría de los autores consideran el desarrollo de dos fases en la enfermedad: la aguda y la crónica.

La etapa aguda se manifiesta con fiebre elevada, escalofríos, sudoración de olor característico, dolores musculares

...

Descargar como  txt (22.1 Kb)   pdf (72.6 Kb)   docx (23.1 Kb)  
Leer 12 páginas más »
Disponible sólo en Essays.club