Compro luego existo.

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Sofía también renegaba de su edad, compraba demasiadas cremas y maquillajes para retrasar o bien ocultar su edad, ella misma se decía “ahora me arreglo para gustar y en unos años, pronto llegare a la edad de arreglarme para no disgustar”, Sofía invertía demasiado en productos de anti envecimiento, no importaba el precio, con que surtiera efecto era más que suficiente. Era rigurosa al momento de aplicar un nuevo producto, era persona que seguía todo al pie de la letra con tal de que el producto la hiciera ver de 30.

Sofía aparte de renegar su edad y otros más defectos, en ocasiones fingía demencia le comentaba su esposo, era distraída y olvidadiza sin embargo solo para algunas cosas, se le olvidaban o quería que le explicaran con lujo de detalles algunas temas, para que después no recordara que le habían dicho, por otra parte había algunos chismes que no se le olvidaban, ya fuera de un entierro, de dinero o bien quiera era novio de quien. En ocasiones su problema de ser olvidadiza traía consigo consecuencias como olvidar lo que había comprado en el supermercado, también echaba a perder sus cosas que iban desde secadoras de cabello, tubos, celulares, cámaras fotográficas, por no haber comprendido como usarlas.

Ella compraba más que por una necesidad ,lo hacía pensando en lo genial que se le veía y aunque no supiera cómo funcionaba la convencía en muchas ocasiones los accesorios o los beneficios que le triaría consigo y su comunicación con sus amigas , además que en ella funcionaba a la perfección las seductores que podrían llegar a ser los comerciales , puesto que ella se reflejaba como las modelos que aparecían dentro del televisor , ser esas personas que quieren algo y lo tienen a la mano , Sofía creía más en un comercial que en los políticos de su país.

Con el paso de los años Sofía genero la costumbre de rezar todas las noches, aunque ella ignoraba porque lo hacía, aunque era como una forma de liberarse de sus culpas, de llenar el hueco que tenía y que le daba miedo asomarse.

Ella no era muy aficionada a los libros, esporádicamente leía un libros, los llevaba consigo más nunca o rara la vez los acababa, lo de ella eran las revistas, de psicología, cocina, modas y de coleccionistas, y la que nunca debía de faltar, la revista HOLA.

Por otra parte Sofía también era muy creyente de los sueños, tenía un centenar de libros del significado de los sueños y esto era gracias a un terapeuta que le explico que los sueños eran una seria de imágenes que nuestra mente genera y que son símbolos con un significado en particular. Sin embargo Sofía muchas veces no revisaba lo que significaba algunos de los sueños que tenía porque de haberlo hecho, le generaría una espina en el corazón, ya que su esposo tenía a otra mujer, igual de consumista que Sofía, pero a ella no le había dado tarjetas, ni carnets.

Siempre que veía a una mujer en una revista y veía su cuerpo escultural ella se proponía que al llegar a México, se pondría hacer ejercicio aunque no lo hacía era desidiosa. Sofía también era tan materialista que le hablaba a las cosas

En Sofía existía o bien tenía la obsesión con sus hombreras las cuales nunca salía sin ellas, eras sus mejores amigas puesto que la hacían ver más delgada, la hacían sentir importante, le generaban una seguridad que en muchas ocasiones eran sus confidentes.

Al regresar a México, regreso como una persona rica, de importancia, todo eso le generaba el sentimiento de viajar ser una persona de alta sociedad.