EL COMERCIO INTERNACIONAL.

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El proceso de globalización completa la integración de los países e invita a la participación general de todas las naciones productoras a ser parte de este gran comercio internacional, procurando la integración de todos en el sistema comercial. Pero esta misma, al aumentar las relaciones comerciales sustanciales, produjeron en algunos países reducción de los porcentajes de exportación hacia las economías en desarrollo, aunque se aprecia a la Unión Europea manteniéndose como el principal mercado para los países, y algunas de las exportaciones hacia EE.UU., por lo que se ha continuado el proceso de reorientación hacia los países industrializados, fundamentalmente hacia la Unión Europea.

Se ha observado como los vínculos comerciales entre países, empresas e individuos han cambiado a través de los tiempos. Nadie es autosuficiente y mucho menos con el fenómeno de la globalización cada vez más creciente y arraigado en la cultura del Siglo XXI. Por tal razón, el ámbito del comercio mundial se encuentra determinado o delimitado por estos vínculos globales de crecimiento, desarrollo, y sobre todo fomento de relaciones económicas, como otros intereses comunes.

Sumado a esto, los avances en la comunicación, ha permitido que estos vínculos, se intensifiquen de manera importante, debido a la facilidad con la cual se puede acceder a productos y servicios en todo el mundo. Es por lo anterior, por la cual se plantea el marco nacional e internacional comercial; como colaboración mutua entre países para contribuir al desarrollo global, es decir, tratar de equiparar las tecnologías, desarrollo, políticas, economías, educación, entre otras; a niveles más adecuados a poblaciones de un nivel promedio; observada en marketing, donde sus efectos y consecuencias dan cuenta directa en la eficiencia y efectividad de todas las actividades de negocios.

En conclusión, esta forma global del comercio, gira en torno de la eficiencia y efectividad de los proceso, en procura de optimizar los recursos. De esta manera, el enfoque se basa en la mejor manera de hacerlo, pero con la utilización mínima de recursos. Es así que una organización, dirige su norte hacia los nuevos mercados que provean mejor rentabilidad, para posicionarse en un nivel alto y competitivo, factores fundamentales para la supervivencia de la misma; donde el buen funcionamiento está dado por los conocimientos, habilidades y actitudes para el desarrollo eficaz de productos y/o servicios. Por ende, se debe estar con una disposición de aprovechar cada situación mejorando los procesos o lograr los objetivos.