Ejemplo de Etiopatogenia cáncer gástrico
Enviado por karlo • 22 de Diciembre de 2018 • 1.138 Palabras (5 Páginas) • 351 Visitas
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glándulas fúndicas proximales con displasia. Ambas entidades, con un patrón de herencia autosómica dominante, se presentan, sin embargo, de forma excepcional.
Las alteraciones genéticas más frecuentes en el cáncer gástrico consisten en fenómenos de pérdida de heterocigosidad (60%-70%) y mutaciones
(40%-70%) en el gen supresor de tumores TP53, también presentes, aunque con menor frecuencia, en lesiones de metaplasia y displasia gástrica. En una tercera parte de los casos también se observa pérdida de función de otros genes supresores como APC, MCC o DCC por mecanismos similares.
Situaciones premalignas
Gastritis crónica atrófica, metaplasia y displasia. La gastritis crónica atrófica multifocal (gastritis de tipo B) está presente en la casi totalidad de los pacientes con cáncer gástrico de localización no proximal. La gastritis crónica atrófica difusa (tipo A), de etiología autoinmune (anticuerpos frente a célula parietal y factor intrínseco) y asociada a la anemia perniciosa, es mucho menos frecuente y comporta un riesgo menor de malignización. Dentro de la evolución de las gastritis crónicas atróficas, un porcentaje variable de pacientes desarrolla áreas de metaplasia intestinal. Mientras que la metaplasia intestinal completa (tipo I) no aumenta el riesgo de degeneración maligna, la metaplasia intestinal incompleta (tipo II o III), especialmente cuando hay predominio de sulfomucinas (tipo III), se asocia a un riesgo relativo de desarrollar cáncer gástrico de hasta 20. Además del tipo de metaplasia, el riesgo también depende de su extensión.
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La displasia gástrica es una alteración histológica mucho más infrecuente que la metaplasia. Su clasificación en leve, moderada o grave es, en ocasiones, difícil y poco reproducible. Las formas de displasia leve únicamente requieren confirmación y control evolutivo, que debe ser muy estrecho en las formas moderadas. Las formas de displasia grave se consideran lesiones propiamente neoplásicas que, una vez confirmadas, requieren tratamiento ya que, de lo contrario, entre el 75% y el 100% progresan a cáncer en un plazo inferior a 2 años.
Enfermedad de Ménétrier. Esta forma de gastritis hipertrófica, probablemente ligada a sobreexpresión de receptores de factores de crecimiento, es muy infrecuente y, aunque se ha descrito evolución hacia cáncer gástrico hasta en un 15% de los casos, no se dispone de información adecuada como para establecer medidas específicas de vigilancia.
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Pólipos gástricos. Muy infrecuentes (afectan a
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Esófago de Barrett. Además del adenocarcinoma de esófago distal, la metaplasia de Barrett se relaciona con la aparición de cáncer en el área cardial y subcardial, cuya frecuencia está aumentando en los países desarrollados.
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Antecedentes de intervención quirúrgica del estómago. Los pacientes sometidos a gastrectomía (sobre todo de tipo Billroth II aunque, con menor intensidad, también Billroth I) presentan un aumento
moderado (1,5-2 veces) del riesgo de desarrollar cáncer en el remanente gástrico, sobre todo transcurridos 15-20 años de la cirugía. Se ha postulado que el reflujo biliar podría participar en la patogenia de esta entidad y, aunque suponen cerca del 5% de los adenocarcinomas
gástricos, se cree que las posibles estrategias de cribado endoscópico no resultarían coste-efectivas en áreas de baja incidencia.
Inmunodeficiencia común variable. Aunque este proceso sea relativamente raro, entre sus complicaciones digestivas se ha publicado una frecuencia de adenocarcinoma gástrico de hasta un 8%, con aparición en edades tempranas.
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