Ejeplo de el sAlmacen de datos

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¿Qué es OLTP?

Las aplicaciones cliente/servidor centradas en bases de datos se dividen en dos categorías: sistemas de apoyo de las decisiones (DSS, decision-support systems) y de procesamiento de transacciones en línea (OLTP, online transaction processing). Ambas ofrecen tipos radicalmente distintos de soluciones de negocios, y es necesario comprender sus diferencias antes de apreciar qué ofrecen los almacenes de datos.

Los sistemas de OLTP se utilizan para crear aplicaciones en todos los negocios. Esto incluye sistemas de reservación, punto de venta, sistemas de rastreo de pedidos, control de inventario, estaciones de trabajo de corredores de la bolsa de valores y sistemas de control de piso (de venta) de mercancías. En general, todas ellas son aplicaciones de misión crítica que necesitan un tiempo de respuesta de uno a tres segundos en todo momento. La cantidad de clientes que un sistema de OLTP soporta puede variar de manera considerable durante el día, semana o año, pero el tiempo de respuesta siempre debe ser el mismo. Las aplicaciones de OLTP también necesitan controles estrictos en cuanto a la seguridad e integridad de la base de datos. La confiabilidad y la disposición del sistema global deben ser altas en extremo. La información debe mantenerse coherente y correcta.

En sistemas de OLTP, el cliente casi siempre interactúa con un servidor de transacciones y no con uno de base de datos. Ello es necesario a fin de proporcionar el gran desempeño que necesita este tipo de aplicaciones. Existen dos clases de servidores de transacciones: OLTP lite o ágil, proporcionado por los procedimientos almacenados, y OLTP heavy o pesado, suministrado por los monitores de TP. En ambos casos, el cliente llama procedimientos remotos residentes en el servidor. Éstos se ejecutan como transacciones contra la base de datos del servidor. Las aplicaciones de OLTP requieren código escrito para el componente cliente y las transacciones del servidor. El sobreflujo de las comunicaciones en las aplicaciones de OLTP se mantiene al mínimo. Por lo común, la interacción del cliente con el servidor de transacciones se limita a intercambios breves y estructurados. Éstos constan de una sola solicitud-respuesta y no de varios intercambios de mensajes de SQL.

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¿La tecnología cliente/servidor crea islas de OLTP?

“Hoy en día, incluso los negocios más pequeños pueden levantar grandes bases de datos de inmediato con la captación de las transacciones de las cajas registradoras mediante servidores web que producen gigabytes de información después de breves periodos de operación”.

En los viejos tiempos, las aplicaciones de OLTP se ejecutaban en mainframes caros que almacenaban cantidades masivas de información, proporcionaban tiempo muerto mínimo y eran el orgullo de las empresas y de las tiendas de administración de servicios de información (MIS, managing information service). Actualmente, las aplicaciones de OLTP más refinadas (como las de reservaciones de aerolíneas, banca, bolsas de valores, torres de control de los aeropuertos y hospitales) corren aún en superservidores Unix y mainframes onerosos, y las tiendas de MIS los controlan. Sin embargo, hoy cualquier departamento con presupuesto suficiente puede comprar algunas PC, enlazarlas en una red de área local cliente/servidor y contratar a un programador (o a un consultor) que le cree su aplicación de OLTP. Por si fuera poco, cualquiera puede abrir una tienda en Internet con sólo invertir en un servidor de aplicaciones web.

Dicho de otro modo, la tecnología cliente/servidor centrada en bases de datos ha reducido las barreras de entrada para crear sistemas de OLTP privados o limitados a departamentos. Tales sistemas dan a los departamentos (y a los individuos) autonomía y control totales sobre las aplicaciones que ellos mismos crean y la información que reúnen. En el extremo, un sistema de OLTP puede ejecutarse en un servidor de aplicaciones web; toda la información recopilada puede mantenerse privada (fuera del alcance de la propia empresa). Todos sabemos cuán fácil es crear sistemas de bases de datos ad hoc en PC aisladas, mediante hojas de datos y herramientas sencillas para bases de datos.

En general, la información reunida por un sistema de OLTP es de uso directo para la aplicación y las personas que la crean. Saben con exactitud qué significan los datos y cómo aplicarlos para resolver sus problemas de producción inmediatos y cotidianos. La aplicación ofrece una interfaz gráfica perfeccionada para ver y manipular la información mediante controles de transacciones.

Los miembros de la organización entienden cómo se estructuran los datos, por lo cual pueden crear informes complejos y manipular la información para relacionarla con la producción.

¿Qué sucede si alguien ajeno al grupo directo de OLTP necesita esa información? ¿Cómo sabe qué está disponible? ¿Dónde busca la información? ¿Cómo llega a ella? ¿En qué forma estará? ¿Qué significado tendrá? Lo último que desea el grupo de OLTP es dar acceso a sus valiosos sistemas de producción a alguien ajeno a él. Las personas externas a menudo no saben qué quieren y podrían realizar largas consultas ad hoc que harían más lento todo el sistema de producción, corromperían los datos y crearían puntos muertos.

En los viejos tiempos, los externos podían pedir a sus representantes de MIS que trataran con sus colegas de MIS que controlaban la información de producción con objeto de que les indicaran los datos disponibles y cómo obtenerlos. Con la proliferación de soluciones de OLTP departamentales (e individuales), incluso los MIS ya no saben cuáles datos están disponibles. La información de la empresa se halla fragmentada; hemos vuelto a islas de procesamiento de datos. Finalmente, toda la información está en su lugar: en el servidor departamental, en el servidor web, en uno de los muchos servidores confederados o incluso en el servidor general de la empresa. No hay una visión integrada al respecto.

Uno de los mayores atractivos de la tecnología cliente/servidor y de las PC es la autonomía que brindan. La mayoría nos sentimos poco relacionados con la información de la empresa y preferiríamos un control local de los recursos externos. En muchos casos, por nuestra nueva libertad, recién descubierta, nos refugiamos en nuestras diminutas madrigueras y soslayamos las necesidades de la comunidad. Hemos creado una dicotomía entre las necesidades departamentales (o personales) y las de la organización o las de la comunidad a la que pertenecemos. También