El valor preponderante de la educación.

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No obstante a lo anterior, es necesario aterrizar el tema que nos atañe en cuanto a cómo funciona la práctica docente de un profesor o lo que coloquialmente se dice, un maestro, un educador, pero demarcándolo claro está, al terreno de los menores de edad en materia preescolar. Luego así, los que nos dedicamos a la actividad de transmitir el conocimiento, la verdad y la objetividad, debemos aprender a sistematizar, estructurar, separar, analizar, escudriñar y verificar una cantidad considerable de información y elementos a fin de escoger y separar todo aquello que sea conveniente o duradero a los estudiantes; realizar un formato homólogo que se clarifique con las diferentes entidades federativas en México; operar una gestión escolar en lo social, en lo administrativo, en lo curricular, organizativo; tener el tacto y la sensibilidad de contar con la capacidad de llevar la investigación educativa con los infantes o los menores de edad, pues como se recordará el viejo aforismo, no basta tener el conocimiento si no se cuenta con la facultad de facilidad de transmitirlo y hacerlo atractivo a los demás. Los niños necesitan una peculiar y diferente forma en cómo retarlos a adentrarse al estadío de lo educativo; no obstante, hay que tenerlo en mente, los niños son “esencialmente científicos”, ya que ellos aprehenden el mundo a través de sus sentidos, de su capacidad experimentacional rompiendo platos u objetos, saltando los charcos, observando la naturaleza y la naturaleza, por medio de los medios de comunicación, por citar los más importantes.