Fisiología BOTULISMO

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Los primeros síntomas son excitabilidad, seguido por descoordinación y parálisis, particularmente en los cuartos traseros. En varios casos se constata parálisis en los músculos de la región de la boca, faringe y cuello dando como resultado que el animal no pueda tragar ni respirar, provocando una parálisis respiratoria y su lengua sobresale de la boca. Durante su lecho de muerte, los animales están conscientes hasta el final.

Los resultados de las necropsias son escasas, excepto por la presencia de cuerpos extraños en los estómagos y a veces se presenta una vesícula biliar pletórica; estos hallazgos, tanto como las observaciones de los tejidos en el microscopio, no son para nada concluyentes razón por la cual se requiere realizar pruebas más complejas que confirmen la presencia de la toxina en los animales afectados.

Experimento/Confirmación diagnóstica

La confirmación diagnóstica debe ir dirigida a determinar el (los) tipo (s) de toxina actuantes en el campo ya que hay una gran diversidad de toxinas botulínicas. El método aceptado por la comunidad científica es la prueba de sero neutralización en ratón, utilizando anti-toxinas de referencia.

Materiales: ratones de 25-40 g y muestras de las bacterias de Clostridium botulinum.

Procedimiento:

- Se inoculan por vía intraperitoneal la cantidad de ratones con los cuales se va a experimentar.

- Se da un tiempo aproximado de 96 horas para el aparecimiento de síntomas.

- Se obtienen muestras recientes (mínimo 250 g y refrigeradas entre 5-8 °C) para que estas puedan ser mandadas a los laboratorios específicos.

Los signos característicos de botulismo en ratones son: debilidad pronunciada en los cuartos traseros, bajo tono de los músculos abdominales, abdomen encintado, dificultad respiratoria y finalmente muerte ocurrida entre 24 y 48 horas posterior a la inoculación experimental. El diagnóstico se confirma cuando la toxicidad del extracto es inhibida por una antitoxina específica.

Control del botulismo

El control y prevención del botulismo deben ser abordados desde un enfoque integral, dado que la presencia de la enfermedad está asociada con deficiencias minerales. Además, hay que tomar en cuenta el desequilibrio ecológico en el área, tomando en cuenta el manejo del ganado, su nutrición, entre otras cosas.

Una de las maneras de controlar el botulismo es por el medio de la vacunación en donde se aplica filtrados de toxinas inactivas (toxoides). Los toxoides son preparados con cepas de tipo C y D, se inactivan con formalina para ser absorbidos con hidróxido de aluminio. Sin embargo, hay que tomar en cuenta la nutrición de los animales por ende, es importante la corrección de la conducta de alotriofagia en los animales. Se les debe suministrar las sales minerales dependiendo de cada región y las condiciones en que se encuentren los suelos.

Conclusión

El botulismo es una intoxicación alimentaria de los animales que está asociada a problemas de deficiencias minerales en las praderas. Su presentación clínica típica es la de una enfermedad neuro paralítica ascendente, que afecta principalmente a vacas y novillas de buena condición. La confirmación diagnóstica del botulismo es importante para identificar los tipos de toxina actuantes, pero es un proceso complejo y por último, es importante la prevención y control para prevenir peores escenarios.