Folclore de Panamá.

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Las clasificaciones del folclore, pueden estar entre el índole espiritual y el índole material. Las clasificaciones más comunes son el folclore poético, narrativo, lingüístico, mágico religioso, social y el folclore ergológico. Esta clasificación responde a los cancioneros y proverbios, mitos y leyendas, vicios gramaticales y apodos, creencias y supersticiones, música y danza e instrumentos y artesanías respectivamente.

A pesar que la población aborigen constituye el principio de nuestra población, su aporte al folclore actual se ha visto opacado por otras adquiridas o creadas gracias a la influencia de otros grupos a través de la historia. Por ejemplo, las fiestas patronales, tradiciones católicas, tipos de vivienda, bailes son adquiridas gracias a la influencia y ocupación europea por casi 300 años en el territorio. Otra influencia igual de importante es la de África, aunque los negros africanos llegaron al país en calidad de esclavos, y vivieron con los españoles tanto tiempo, no cambiaron su cultura. Las costumbres danzas, tradiciones y creencias se mantuvieron con ellos. Dando así una influencia pura y directa al folclore panameño, como lo son las festividades de carnaval, las congas, el bunde, los tamboritos y los diablitos. Otra influencia al folclore panameño fue dada por la migración negra antillana y caribeña, dejando sus bailes, cocina, devoción religiosa y calipso. Actualmente Panamá tiene una presencia notable de chinos, indostanés, árabes, japoneses, haitianos. Su influencia al folclore todavía no es muy notable ya que tienden a conservar sus costumbres dentro de un marco social.

El estudio de las manifestaciones folclóricas son sumamente importantes, fortalecen el sentimiento de nacionalidad e identidad, nos ayuda a identificar países o regiones fácilmente, fortalece la industria turística, incremente la cultura de las personas aumentando sus conocimientos y valores y estimula la fraternidad, pues toda manifestación folclórica tiende a ser social.