Formas de remuneración en la Función Pública

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Además de las brechas mencionadas anteriormente con relación a los salarios de alcaldes a nivel territorial, es importante señalar que de igual forma, al contrastar dicho empleo con otros niveles jerárquicos inferiores, se presentan desbalances en cuanto a la asignación básica, en proporción a los pagos previstos por el ejercicio exclusivo de las funciones de alcalde.

El límite máximo de la asignación básica mensual de los empleados públicos de las entidades territoriales para el año 2013 queda determinado así (Decreto 1015, 2013):

Tabla 2

NIVEL JERÁRQUICO

SISTEMA GENERAL

LÍMITE MÁXIMO ASIGNACIÓN BÁSICA MENSUAL

DIRECTIVO

$10.097.510

ASESOR

$8.071.257

PROFESIONAL

$5.638.421

TÉCNICO

$2.090.198

ASISTENCIAL

$2.069.457

Fuente: Decreto 1015 de 2013

La anterior tabla evidencia que en los niveles técnico y asistencial, la máxima asignación es de $2.090.198 y $2.069.457 respectivamente, y que, como se muestra en la tabla uno, la máxima asignación básica para un alcalde de categoría sexta es de $2.978.398, reafirmándose de esta manera el desequilibrio que existe en cuanto a los pagos recibidos por el cumplimiento de las funciones del empleo de alcalde, dado que los dos niveles mencionados anteriormente no son comparativos en funciones ni en responsabilidades con los que se ejercen en el empleo de alcalde.

De otra parte, teniendo en cuenta los planteamientos anteriores, la práctica mediante la cual se remunera a los alcaldes no pareciera ser la más apropiada, pues dicha asignación debería darse a todos y cada uno de ellos, en igual proporción, dado que independientemente de la categoría del municipio, tienen que cumplir la totalidad de sus funciones, las cuales ya están establecidas y no varían de acuerdo a clasificación a la que pertenezca cada ente territorial.

Así entonces, a través de un grupo de noticias se pretende visualizar de forma más real la situación salarial de los alcaldes, para de esta manera poder afirmar que existen desequilibrios en cuanto a la asignación básica de los alcaldes con una relación directa a sus funciones.

Es cierto que la gran mayoría de los alcaldes se quejan por sus salarios, pues son bajos y ellos deben atender un gran número de responsabilidades y compromisos, igualmente con su población, deben recibir todas las quejas, reclamos y necesidades, y adicional esto, son altos los riesgos a los que se exponen puesto que a nivel territorial se evidencia más violencia por grupos armados y bandas delincuenciales, que en algunos casos, llegan a tomar el control de los municipios dejando al alcalde bajo sus decisiones. Debido a lo anterior han surgido propuestas por parte de alcaldes que han venido solicitando ante el Congreso de la República y el Gobierno que se discuta la necesidad de actualizar sus bajos salarios.

El ejercicio de sus funciones y responsabilidades, no es justificación para alcanzar un salario alto o similar, no se pretende con este ensayo apoyar un aumento de sueldos a todos los alcaldes, pero si ajustar una remuneración más equitativa de todos estos empleados dado que todos tienen las mismas funciones y en comparación a otros empleos de menores niveles, no se ve una apropiada asignación dirigida a estos.

Lo siguiente hace muestra de ello: “actualmente un Juez Municipal, el de menor rango en toda la escala de la Rama Judicial, recibe casi 5 millones de pesos mensuales de remuneración, sin contar otras arandelas y prerrogativas legales y prestacionales, mientras que más del 90 por ciento de los alcaldes municipales del país apenas ganan 2.5 millones de pesos. Y no solo los jueces reciben mejor salario, los gerentes de hospitales locales, rectores de colegios o el comandante de Policía, cuyas funciones son muy importantes y merecidos sus sueldos pero no es equitativo ni racional que la primera autoridad, por encima de todos ellos, no tenga una mejor retribución. Casos como los de los alcaldes de Pitalito, Garzón y La Plata (Huila), quienes ganan lo mismo que otras localidades mucho más pequeñas, por cuenta de la categorización que creó la Ley 617 de 2000, son ejemplo de esta inequidad. (Alcaldes mal pagos, 2013).

Lo anterior muestra claramente que en cuanto a los pagos por el ejercicio de sus funciones, los alcaldes tienen asignaciones bajas, respecto a empleo público del nivel territorial, con menores funciones y responsabilidades siendo un problema grave frente a la remuneración del empleo. Problema que se ha intentado compensar a través de la llamada bonificación de dirección para gobernadores y alcaldes, equivalente a cuatro y hasta ocho veces el salario mensual, aparte de la asignación básica y los gastos de representación, que reciben todos los alcaldes. La bonificación de dirección creada por el Decreto 4353 de 2004 y fijada en el Decreto 1390 de 2008 es la siguiente:

- Categoría especial, primera y segunda: 4 veces el salario mensual

- Municipios de tercera categoría: equivalente a 6 veces el salario mensual

- Municipios de cuarta categoría: equivale a 7 veces el salario mensual

- Municipios de quinta y sexta categoría: equivale a 8 veces el salario mensual.

Además, mediante el decreto 1390 del presente año, se crea la bonificación por gestión territorial que para los municipios de categoría Especial, primera, segunda y tercera, corresponderá al 100% de la remuneración mensual por concepto de asignación básica, más gastos de representación, mientras que para los municipios de las categorías cuarta, quinta y sexta, será equivalente al 150%, lo que indica entonces que las bonificaciones son las que vienen a compensar los bajos salarios a los que nos hemos referido.

Este tipo de soluciones, son otra prueba más de los desequilibrios que persisten en las asignaciones para los empleados públicos, dado que aunque si representan un mayor ingreso a los alcaldes, son medidas desproporcionadas que siguen siendo parte del error. Es claro que el problema recae