La construcción del plan de vida de un pueblo que sueña.

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En este sentido el autor nos señala cómo los gobiernos de Colombia y de buena parte del mundo, si no es que todo, se olvidan de su propia historia y como así mismo la cultura indígena ha logrado sobrevivir pues ellos valoran y protegen su cultura que es a su vez la base de su capital social, entendiendo con esto que al recordar lo que los forma como cultura es posible darle un sentido a esta, así como el conocimiento de su propio contexto.

En algunos testimonios de los líderes nasa del norte del Cauca demandan la importancia de que los jóvenes entiendan el proceso, pues si no entienden este en un futuro seguirán siendo los mandaderos de otros sin sobresalir y señalan también que estos deben de tener una visión más amplia del universo.

Uno de los aspectos importantes de este texto se presenta cuando está se señala que ser indígena no es solo en cuestión del color de la piel, sino por la manera de pensar y la forma en que como tal se pueda proteger y razonar.

En otro de los ejemplos se habla de la educación, la manera en cómo debe de llegar está a las comunidades en cuestión de mejorar y en función del proyecto de vida.

Y en donde mencionamos la siguiente reflexión:

Es indiscutible como la educación desempeña oportunidades para la mejora de vida de la sociedad, ofreciendo un bienestar tanto individual, familiar y social; lo cual se traduce a una buena vida indiscutiblemente, conllevando de este modo a contar con equidad social y al mismo tiempo el influir en la capacidad y creatividad de hombres y mujeres; además de constituir una herramienta indispensable a fin de disfrutar los beneficios del desarrollo y enfrentar los retos del futuro.

Wilches-Chaux hace hincapié en la importancia de mantener vivos los recuerdos de la historia en los jóvenes, mencionando que es necesario que estos conozcan sus raíces, las dificultades que han pasado por la historia y lo que los ha hecho edificar su familia. Es sustancial que se conozca la vida, travesía y guerra de los antepasados, pues no se olvidan de sus propia cultura y valores, lo que significa seguir en la lucha, resaltando que es importante que como familia se les haga partícipes de conversaciones, deberes y orientarlos en pro de la comunidad.

Encausando a la niñez y juventud en valores culturales, en beneficio propio y de sus familias, evitando así la necesidad de migrar a otros países.

Los diálogos intergeneracionales, espacios para crear la memoria

El movimiento juvenil “Los Cabildos”, existente en la zona norte, es de suma importancia para este pueblos, según menciona el autor, ya que son ellos quienes llevan hasta ahora la bandera, es decir son quienes se han colocado al frente y a este paso pronto serán quienes orienten al resto de la juventud, sin embargo, como todo han tenido que enfrentarse a algunos problemas, por ello el autor resalta la importancia de que los líderes en el resguardo deben orientarlos o cuando menos brindarles su testimonio para que ellos sepan cómo fue su lucha ante tal o cual circunstancia y de este modo se retroalimentan tanto la población joven como la adulta creando lazos de unidad entre ambas generaciones y en vez de estar criticando el desempeño de los jóvenes o de los adultos, emplean esas fuerzas para crear y/o desarrollar ideas y proyectos que logren una mejora en la comunidad de tal forma que nadie quede fuera de este cambio.

Los mecanismos del olvido

Dato curioso, pero de gran importancia es la “memoria” la cual no solo tiene la capacidad de recordar, sino también de olvidar; para la sociedad Colombiana, esta capacidad de olvidar depende del don de la sanación.

El Antropólogo Carlos Osorio lo explica de la siguiente manera “Un ingrediente esencial de la memoria, es la capacidad de olvidar” Esta es la voz entre el pasado y el presente de la etnia, que actúa, no de manera deliberada, sino que abarca las más escondidas entretelas de la cultura, sus símbolos, tradiciones, etc. cargadas de metáforas y símbolos.

Sin embargo, se hace una mención importante al olvido ya que para los páez, de esto depende la armonía del pueblo, pues a través de un ritual desamarran los espíritus y hacen olvidar los odios entre los individuos, situación que quizá muy pocos fuera de esta cultura lograran comprender. Los recuerdos se afianzaron de tal manera que nuestra memoria recordará los espacios y objetos físicos así como actos simbólicos.