La escasez de agua en Panamá y el mundo
Enviado por Eric • 1 de Enero de 2019 • 4.398 Palabras (18 Páginas) • 924 Visitas
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A pesar de este potencial hídrico, Panamá no ha escapado de los embates del fenómeno climatológico de "El Niño". Es por esto que el gobierno está centrando sus esfuerzos en medidas de conservación del agua para ayudar a disminuir el impacto de dicho fenómeno, que debido a los largos períodos de sequía que produce, ha hecho caer la producción agrícola, restringir el calado de los buques que utilizan el Canal, y mermado la generación de energía hidroeléctrica.
La crisis mundial del agua cobrará en los próximos años proporciones sin precedentes y aumentará la creciente penuria por falta de agua en las personas que habitan en muchos países subdesarrollados como Panamá. Los recursos hídricos disminuirán continuamente a causa del crecimiento de la población, de la contaminación y del cambio climático. Los abastecimientos de agua disminuyen, mientras que la demanda crece a un ritmo incesante. Se prevé que en los próximos veinte años el promedio mundial de abastecimiento de agua por habitante disminuirá en un tercio.
El Idaan cuenta con un presupuesto millonario para hacerle frente a compromisos como alcantarillados, acueductos y otros mecanismos para suplir del preciado líquido a los cuatro millones de habitantes que tiene el país. Pero esos recursos no son infinitos y muchas veces se dilapidan cuando tomamos acciones irresponsables. El Gobierno tiene que prever políticas que incentiven a la población a tomar conciencia sobre el vital líquido, pero nosotros mismos tenemos que asumir un rol responsable para prolongar el uso de este importante recurso.
El especialista, abogado y ambientalista del Centro de Incidencia Ambiental (CIAM), Rodrigo Noriega relató que en Panamá se registró un desmesurado consumo de agua y que la entidad que administra la potabilización y distribución del líquido (IDAAN) no realiza su trabajo eficientemente.
A pesar de los entes reguladores del agua en Panamá, los mismos nunca han recibido fondos suficientes para cumplir sus objetivos. Por ende los servicios ofrecidos por estos organismos son muy ineficientes. No debería haber ningún problema de abastecimiento de agua en Panamá, en principio por el régimen de lluvia promedio.
La abundancia de líquido que tiene el país ha fomentado en los habitantes una cultura de despilfarro, al pensar que este recurso durará para siempre. Lastimosamente la abundancia del agua no está distribuida justa e igualitariamente, ya que se estima que un cuarto de millón de capitalinos no tiene acceso todos los días al recurso. A nivel nacional solo se abastece al 72% de la población, dejando a un 28% sin recurso hídrico. El dotar de agua potable a todos los hogares panameños debe ser un asunto de prioridad para cualquier Gobierno.
La ineficiente administración del recurso agua es la causa de crecientes problemas en su abastecimiento, tanto para consumo humano como industrial. A esto tenemos que añadir la obsolescencia de las tuberías urbanas, las cuales se rompen continuamente.
Datos concretos del último informe elaborado por la Fundación Panameña para el Desarrollo Económico (Fudespa), indican que casi el 40% del agua distribuida se pierde o no se contabiliza, debido a fugas y deficiencias administrativas. Solo se factura 60% del agua y muchas cuentas se quedan sin cobrar.
Panamá lidera el consumo del agua en Latinoamérica, en el país el consumo de agua potable por persona al día es de unos 370. 5 litros. La cantidad supera el doble del promedio de consumo internacional, que es de unos 145 litros, y al que registra la Organización Mundial de la Salud sobre consumo mínimo de agua, por persona al día, que son 50 litros.
Esta cantidad de consumo diario es desorbitante y preocupante. Esta situación es muy preocupante en este momento en Panamá, se debe tomar conciencia no solo de la situación y escasez del agua dentro del país sino en todo el mundo. Si no se toman medidas para reducir este consumo desmesurado de agua habrá consecuencias a mediano plazo que sufriremos por causa de este mal uso de los recursos naturales. Los más afectados por este problema son los agricultores, ganaderos y hasta el ciudadano común, ya que la escasez del líquido pondrá en riesgo el suministro para el consumo doméstico.
Estudios muestran que de no comenzar a racionar el consumo del agua se necesitará 233% más líquido para 2020 y 485% para 2030. Por un lado, tenemos los efectos que está causando el fenómeno de El Niño, y por otro, la actitud irresponsable que muchas personas han asumido ante esta situación, cuyos efectos finales son impredecibles. Las organizaciones regionales, incluyendo el Consejo Agropecuario Centroamericano, han alertado que este año la producción de ganado, café y verduras podría verse reducida debido a este ciclo climático.
Aparte del problema de la escasez tenemos una amenaza de la calidad del líquido por la contaminación de los ríos por los grandes proyectos de construcción, por la falta de alcantarillados, por las nuevas barriadas, por las cementeras y por la devastación de bosques y manglares. La humanidad obtiene la mayor cantidad de agua de los ríos, pero casi todos se encuentran inservibles a causa de la contaminación. El agua de mar desalinizada es una fuente potencial, aunque el costo del proceso es diez veces mayor.
Es necesario llamar a todos los sectores: consumidores finales, sector empresarial y el propio Estado, con miras a que contribuyan a reducir el consumo y hacer un uso justo del recurso que es cada vez más crítico, debido a la baja de los cauces de las fuentes hídricas.
Actualmente, se lleva adelante una ofensiva por parte del Estado para garantizar el vital líquido, con la construcción y ampliación de las actuales potabilizadoras, en algunas áreas se ha incrementado, desde hace años, el Programa Cosecha de Agua, que consiste en recoger agua lluvia en tanques para su posterior utilización. Se llevan adelante también las perforaciones de pozos y otras iniciativas.
Los problemas de escasez y contaminación del agua provocan conflictos sociales a diferentes escalas: Entre comunidades indígenas, provincias, y los habitantes del país en general. Si los problemas relacionados con el agua no son atendidos de forma oportuna, es inevitable el riesgo de que los conflictos crezcan y la lucha por la posesión del agua convierta a zonas del país en una guerra.
La República de Panamá tiene una necesidad particular de agua para su normal desempeño económico debido a que una de sus principales fuentes de ingreso y factor fundamental dentro del PIB como lo es el Canal de Panamá depende totalmente del suministro de agua dulce desde sus cuencas
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