Nacho el lloron
Enviado por Jillian • 2 de Febrero de 2018 • 1.806 Palabras (8 Páginas) • 304 Visitas
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Nacho al ver lo que sucedía, sin pensarlo dos veces, vio que tirados en la orilla se encontraban dos trozos de cuerda, uno más largo que el otro así que tomo el más largo y anudo un extremo a su cintura y el otro al tronco de unos de los manglares, tomo el trozo más pequeño y selo hecho al hombro y se arrojó al rio para tratar de llegar al chico.
Uno de los muchachos que ahí se encontraban, viendo lo que nacho intentaba hacer, se echó a correr en busca de ayuda, en el camino se topó con un grupo de pescadores que andaban cerca de ahí, y les platico lo que estaba ocurriendo en el rio y rápidamente corrieron en el auxilio de los dos chicos.
Nacho, al llegar con Miguel, desato el extremo de la cuerda que tenía sujeta a su cintura y la ato al tronco del manglar donde estaba agarrado miguel, con la cuerda más corta, la cruzo por encima de la más larga y anudo un extremo a la cintura de Miguel y el otro a la de él, y sujetándose de la cuerda que estaba tensa sobre el rio se fueron sujetando, hasta poder llegar a la orilla del rio, de esa manera nacho pudo salvar a Miguel.
La voz de lo que nacho intentaba hacer, se fue corriendo por todo el pueblo, así que poco a poco la gente fue dándose cita en el lugar y al llegar al rio quedaron asombrados al ver a los dos chicos tirados en la orilla del rio sanos y salvos.
Al día siguiente, al llegar a la escuela nacho, fue recibido con ovaciones y aplausos por sus maestros, compañeros y gente del pueblo que se habían dado cita para poder felicitar al muchacho. En eso, apareció Miguel, con su rostro de enojado y con los puños cerrados, se fue acercando poco a poco hacia nacho. El pobre chico, solo podía pensar que le iba a pegar por lo ocurrido, pero con un movimiento súbito, Miguel en lugar de agredirlo, lo abrazo y le agradeció por haberle salvado la vida.
Desde ese día, hasta el día de hoy, nacho y Miguel dejaron atrás sus diferencias y se volvieron los mejores amigos.
Fin.
Moraleja: No por ser de diferente raza o religión, ser gordito o muy delgado, tener alguna discapacidad física, o tener alguna tendencia sexual diferente a la de los demás, quiere decir que no valgamos, y que tengamos que sufrir algún tipo de discriminación o maltrato, ya sea físico o emocional por parte de los demás, todos en algún momento de nuestras vidas hemos recibido algún tipo de abuso, incluso hasta nuestros mismos agresores, ya que ellos no vinieron a este mundo ya programados para agredir, lo tuvieron que aprender de alguna parte, ya sea de otros chicos de la calle o muchas veces de nuestra propia casa. Estos maltratos y agresiones con el paso del tiempo se vuelven ya un habito de conducta, el cual pasa de nosotros a nuestros hijos y de ellos a los suyos, así volviéndose un círculo vicioso de maltratos y de niños agresivos, que lo único que hacen es reflejar lo que han aprendido de nosotros los padres. Por eso esta moraleja, más que estar dirigida a los niños, la dirijo hacia nosotros los adultos, ya que de nosotros depende erradicar el maltrato en las escuelas, y de nuestra sociedad, ya que aunque pensemos que nunca necesitamos de los demás, la verdad es que estamos tan íntimamente conectados que en algún momento de nuestras vidas, todos necesitaremos que alguien nos tienda la mano, así como sucedió con nacho y Miguel, el cual nunca se imaginó, que al chico al cual maltrataba, le iba a salvar un día la vida.
Por eso te exhorto a ti que lees estas líneas, a que hables con tus hijos, sobrinos, nietos o alumnos, sobre el maltrato hacia los demás y no los alientes a que ellos también lo cometan, ya que es mejor educarlos con cariño y respeto, en lugar de golpes y gritos. Así, el día de mañana, serán hombres y mujeres respetuosos de sí mismos y de la demás personas que los rodea, y de esa forma erradicaremos el bulling de nuestra sociedad.
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