PRACTICA N°1 VENDAJES EN PRIMEROS AUXILIOS EN CANINOS Y ADMINISTRACIÓN DE ANTIPARASITARIO
Enviado por poland6525 • 19 de Noviembre de 2018 • 2.732 Palabras (11 Páginas) • 390 Visitas
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Húmedo a húmedo: Se utiliza en heridas con grandes cantidades de exudación viscosa y escasez de detritos o tejidos necróticos. Es similar al anterior excepto que la capa de contacto debe mantenerse húmeda y no dejar que se seque antes de su remoción. Se emplean para transportar calor y potenciar el movimiento capilar del exudado desde la herida. Los apósitos adherentes deben ser cambiados por lo menos una vez al día. Para aliviar el dolor generado durante la extracción se puede colocar lidocaína al 2% 1 ó 2 min previos. Asimismo, la rehumectación del apósito desecado con solución salina caliente facilita la remoción y reduce el dolor durante los cambios de los vendajes.
No adherente
Se utiliza en el estadio de reparación y son de dos tipos, oclusivos y semioclusivos. Estos últimos poseen la capacidad de retener la suficiente humedad como para prevenir la deshidratación del tejido. Además promueven la epitelización mientras que permiten que el exceso de líquido se absorba desde la herida previniendo de este modo la maceración tisular. Las gasas impregnadas en vaselina o una combinación de itrofurazona/propilenglicol, esterilizadas en autoclave, cumplen esta función. La aplicación de un ungüento con base de vaselina también provee la función de no adherente en el vendaje. Se deben dejar colocados por 1 ó 2 días de acuerdo con el volumen de drenaje de la herida. Deben permanecer colocados durante 2 o 3 días o hasta que la superficie externa que se encuentra sobre la herida quede como un recipiente lleno de líquido. Allí se extrae, se retira el gel de la herida y la piel adyacente, y se aplica un segundo vendaje. Cuando el epitelio cubre la herida se suspende la colocación.
En cambio la vaselina, además de promover una epitelización más lenta, esterilizada en autoclave se distribuye irregularmente, de modo que las gasas colocas en el fondo del recipiente contenedor se encuentran sobresaturadas de vaselina, haciendo que los intersticios se tapen creando un vendaje de tipo oclusivo. Se debe tener en cuenta que a través de estos vendajes puede drenar poco o nada de líquido y conducir a la maceración tisular. No obstante, la vaselina de bajo punto de fusión (ej. pomada de neosporina) no tiene efectos adversos sobre la cicatrización cuando se utiliza aisladamente; cuando se combina con agentes antimicrobianos (neomicina, polimixina, bacitracina, cinc, etc.) mejora en gran medida la cicatrización de la herida. Una solución de povidona yodada con vehículo hídrico, no altera la tasa de cicatrización; su actividad antimicrobiana es excelente y es material de apósito aceptable. En un estudio, el apósito que presentó la mayor tasa de cicatrización fue una crema hidromiscible que contenía sulfadiacina argéntica al 1 %. Su actividad antimicrobiana de amplio espectro, en comparación a los resultados de las heridas control no tratadas produjo una tasa de cicatrización un 28 % mayor. En heridas contaminadas por Pseudomona spp., se empleó con éxito la neomicina en solución alcalina al 0,25%. La pomada de gentamicina al 0,1% también es útil en estas heridas de difícil tratamiento. Las heridas cubiertas con material oclusivo epitelizan más rápido que aquellas con un vendaje semioclusivo. Sin embargo reducen la contracción de la herida debido a la adherencia del hidrocoloide a la piel, lo cual hace que los bordes de la herida actúen contra los elementos contráctiles. Además el gel hidrocoloide es pegajoso y difícil de eliminar. Dentro de las indicaciones más frecuentes se encuentran las heridas en estadio de reparación, que presenta tejido de granulación, producción de exudado serosanguinolento y epitelización en los bordes de la herida. La no-adherencia impide que durante su cambio se dañe a los tejidos recién formados.
Estrato intermedio o secundario La función principal del estrato intermedio es la de absorber, por lo tanto debe poseer una buena capilaridad. La absorción de los exudados elimina las bacterias de la herida. Este estrato también sirve como almohadillado protector contra el trauma y disminuye los movimientos. Debe mantener un contacto íntimo con el estrato primario sin generar una presión excesiva, ya que esta presión es quien gobierna la cantidad de líquido absorbido que puede además producir úlceras por presión o restricción de la vascularización . Para este fin puede utilizarse algodón absorbente, rollos combinados o acolchados de yeso.
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Estrato externo o terciario La capa terciaria mantiene a los restantes estratos del apósito en el lugar y los protege de la contaminación externa. Para esta capa se utilizan rollos de gasa o cinta adhesiva quirúrgica. La última es de aplicación más frecuente. La cinta adhesiva porosa es uno de los materiales indicados para las heridas productoras de exudados o trasudados, debido a que su evaporación crea una atmósfera parcialmente seca. Si bien su porosidad favorece la desecación de la herida, también permite el ingreso de líquido exógeno hacia el interior, que puede producir una infección secundaria de la herida. Asimismo, la adherencia puede generar dolor e irritación al extraer el vendaje. La cinta adhesiva elástica es otro de los materiales utilizados. Esta cinta se maneja con facilidad y aplica una presión continua y dinámica que acompaña al movimiento del paciente. La presión se utiliza para ayudar a controlar hemorragias menores o edemas trasudativos, sin embargo el vendaje compresivo no se debe utilizar por más de 24 a 48 h, ni en exudados inflamatorios.
Otros tipos de vendajes
Vendaje en forma de “dona” y vendaje con tubo de aislamiento: son apósitos utilizados para aliviar la presión en el caso de úlceras por decúbito, vendajes de presión o yesos, o áreas de ulceración inminente y sitios de reparación quirúrgica de úlceras. Para el primero de ellos se requiere de una toalla enrollada en forma de anillo (dona) del tamaño adecuado para rodear la úlcera o sitio de reparación quirúrgica. Se corta del largo deseado y los extremos se unen con cinta para formar la “dona”. El vendaje se centra sobre la herida o úlcera inminente y se une a la piel circundante con tiras de cinta adhesiva de manera que no se deslice..
Vendajes amarrados: Las capas de contacto y absorbente de un apósito pueden ser sostenidas en el lugar con este tipo de vendaje cuando la herida reside en un área inaccesible para las técnicas de vendajes convencionales (por ej.: cadera, hombros y axilas). Se colocan varios puntos en la piel que circunda la herida ajustándolos con una lazada floja. Aplicar sobre la herida una capa de contacto adherente o no adherente y otra intermedia.
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