SELLADO, CLAUSURA, E INTEGRACIÓN PAISAJÍSTICA DEL ESPACIO AFECTADO POR EL VERTEDERO DE RESIDUOS INERTES

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Se recomienda realizar la zanja o canal con un material resistente y así evitar la degradación del mismo debida a futuras erosiones y obstrucciones por crecimiento de vegetación.

Restauración de la cubierta vegetal

El éxito de la revegetación dependerá del estado del suelo, la capacidad de intercambio de oxígeno, el nivel de nutrientes y la capacidad de retención de agua

Es muy posible que se tenga que realizar una enmienda de materia orgánica a la cubrición para obtener el suficiente sustrato para la vegetación. Con la materia orgánica se consigue:

• mejorar el intercambio para la retención de nutrientes

• mejorar la porosidad del suelo

• mejorar la retención del agua en el sustrato

Una vez aplicada la capa de cobertura y la materia orgánica para conseguir un mejor aprovechamiento de los macronutrientes del suelo (N-P-K), se debe de realizar el laboreo del terreno antes de la plantación y/o siembra. Con este laboreo se consigue mejorar las siguientes condiciones del suelo:

• mejorar la porosidad aumentando el número de macroporos de drenaje del mismo

• Se mejora la estructura del suelo

• Se aumenta la capacidad de campo (retención de agua) del suelo

Selección de especies

En este tipo de espacios la integración paisajista de los vertederos se realiza con hidrosiembra de mezcla de especies vivaces, pero en muchas otras ocasiones, además de la inicial hidrosiembra, se realizarán plantaciones de otras especies clasificadas de la siguiente manera:

• Especies vivaces de porte medio (Ejemplo: Rosmarinus officinalis)

• especies arbustivas-subarbustivas (Ejemplo: Retama spp.)

• Especies arbóreas

Las especies a elegir deben cumplir ciertas características para asegurar el éxito de crecimiento:

• Que formen plantaciones estables a lo largo del tiempo en el medio en que se van a instalar.

• Rusticidad.

• Rapidez germinativa

• Poder tapizante

• Enraizamiento vigoroso

• Periodo vegetativo prolongado

• Calidades fertilizantes (leguminosas)

• Que sean especies que no requieren para su supervivencia, mantenimiento y reproducción, una acción permanente o intensa por parte del hombre.

• Que sean compatibles con las condiciones estacionales de la zona.

• Que no existan factores edafológicos y climatológicos limitantes para su desarrollo vegetativo correcto.

• Que tengan alto valor ornamental.

• Que tengan alto valor funcional dentro de la zona.

• Que sean especies autóctonas y alóctonas de compatibilidad ecológica.

• Que sean especies de crecimiento lento.

• Que sean especies compatibles entre ellas

• Preferiblemente, árboles pequeños (menos de 1 m de altura)

El objetivo es la integración del vertedero en el espacio de manera que aumente la calidad visual de su entorno. Para ello, además de utilizar especies similares a las circundantes que cumplan las características antes citadas, realizaremos un estudio de visibilidad para conocer los puntos desde los que es visible el vertedero.

Control y vigilancia

Durante esta etapa se controlará en qué medida los procesos en el interior del vertedero se producen de la forma deseada, el funcionamiento de los sistemas de protección ambiental y el cumplimiento de las condiciones de la clausura.

El proyecto deberá incluir las infraestructuras necesarias para llevar a cabo este control, para ello se diseñará un plan de mantenimiento, control y vigilancia para garantizar que las medidas tengan el éxito esperado. Se controlarán todos los parámetros estudiados en el diagnóstico del vertedero (topográficos, climatológicos, aguas, lixiviados, gases etc).

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