SOBRE LA ACIDIA INTRODUCCiÓN

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Otro término cercano al que nos ocupa es la palabra acedia, que el diccionario define como: “1. Calidad de acedo. 2. Acidez o agrura del estómago. 3. Fig. Desabrimiento, aspereza de trato. 4. Amarillez que toman las plantas cuando se acedan". Parece un término cercano a la acidia, sobre todo analógicamente. El significado de acedia es interesante como imagen de lo que ocurre en el hombre cuando desarrolla la acidia.

Análisis etimológico

La palabra acidia del griego a-kedía, se descompone en dos elementos: a que significa privación o negación, y kedos que significa cuidado, lo que literalmente significa, sin cuidado (sine cura). El acedioso (adjetivo), según este significado, es el que actúa sin cuidado, por padecer ansiedad o pena de corazón (aunque Tomás de Aquino distinguirá correctamente entre ansiedad y acidia en S. Th., 1-11, q35 a8 c). Esto es lógico sabiendo que el verbo del que akedía toma su significado es akedéo, que significa precisamente descuidar. A este sentido de descuido implícito en la palabra obedece que

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algunos hayan creído, equivocadamente, que la acidia se identifica con la pereza (pigritia, inertia).

La palabra latina que mejor se aproxima por su significado a la acidia es indudablemente negligentia, que es contracción de dos palabras latinas: ne, que significa negación, y diligentia, que significa amor o también trabajo. Es muy importante decir que la negligencia es un término más amplio que la pereza y la acidia, y que por tanto es susceptible de englobar a ambas ya que comprende por su significado tanto a la "ausencia de trabajo corporal" (laboris excusatio), propio de la pereza, como la incapacidad para amar (que cuando obedece a un torpor o tristeza espiritual, coincide justamente con la acidia).

En conclusión, el paralelismo semántico entre negligencia y acidia es notable.

Interrogantes iniciales

El estudio de la acidia, desde el punto de vista etimológico, es importante para una comprensión más precisa de su significado. Pero más importante aún es tratar de determinar lo que representa este vicio capital en la vida del hombre desde el punto de vista filosófico y moral, tarea que nos resta realizar.

Con ese objetivo de entender y con un marcado interés práctico se plantean las siguientes interrogantes:

• ¿Qué es la acidia?

• ¿Cómo se manifiesta?

• ¿Cuáles son sus causas?

• ¿Cómo se gesta?

• ¿Cómo evoluciona?

• ¿Se puede superar?

• ¿Tiene alguna relación con la edad?

• ¿Es compatible con una actividad intensa?

• ¿Es un rasgo de la fisonomía anímica y espiritual contemporánea?

Reflexiones preliminares

• La acidia es una palabra antigua y en desuso que designa un tema de particular actualidad, una palabra que conviene recuperar de manera urgente, no por el significado del término, sino por las consecuencias prácticas que tiene en la vida del hombre.

• Estamos iniciando una reflexión teórica con numerosas consecuencias prácticas. Conscientes de ello avanzaremos con cuidado de no perder de vista ningún elemento

• La acidia representa un concepto desdibujado en la conciencia moral del hombre contemporáneo. Parece que no tenemos noticia de este serio problema muy propio de nuestro tiempo.

• Además la acidia es un vicio capital difícil de conocer, identificar y superar.

Avanzaremos en el estudio de la acidia intentando descubrir con toda profundidad su naturaleza, sus causas, sus manifestaciones, los modos en que se desarrolla, etc., desde tres perspectivas de análisis: uno que nos permita identificar cómo se presenta este vicio en la vida del hombre; otro que nos permita ver qué pasa dentro del hombre cuando su voluntad está afectada por este vicio; y otro más que nos permita identificar lo conveniente para el hombre, incluyendo, por supuesto, una serie de sugerencias