TEMA: EDUCACIÓN SEXUAL Y SEXUALIDAD.
Enviado por karlo • 26 de Marzo de 2018 • 1.474 Palabras (6 Páginas) • 535 Visitas
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De qué hablamos cuando hablamos de Educación Sexual
Educar no es transmitir un conjunto de nociones. Educar es un proceso lento y gradual, educar es enseñar a actuar, a decidir y a elegir, informar y formar. Para nosotros, la Educación es el cultivo de la persona como tal. Efigenio Amezúa, teórico de la Sexología, señala que “Educar la sexualidad es contribuir de cualquier modo a que ésta sea llevada a cabo, a una valoración del ser humano como organismo esencial de ternura”. La educación sexual, como un aspecto más de la Educación en general, debe promocionar los valores implícitos en la Sexualidad, que son aquéllos que hacen referencia al placer, al respeto, a la confianza, al conocimiento, a la comunicación, a la igualdad y a la diversidad.
Desde este planteamiento, el objetivo último de la Educación Sexual es el que cada cual aprenda a conocerse, aceptarse y a vivir y expresar su sexualidad de modo que se sienta
a gusto. Tomar conciencia y conocer la figura corporal, desarrollar la autoestima y la aceptación de nuestro cuerpo y de nuestras sensaciones; conocer y analizar el deseo sexual humano, su orientación (homosexualidad, heterosexualidad y bisexualidad).
Educación Sexual desde las familias
Las actitudes, valores, normas y conocimientos vitales más significativos tienden a aprenderse de otros agentes educativos (padres y madres, hermanas y hermanos, compañeros y compañeras, medios de comunicación, etc.), casi siempre de forma experiencial. Tanto dentro de la misma escuela como en las familias, en cuanto a la educación sexual se refiere, lo más importante no es, en numerosas ocasiones, aquello en lo que programadamente se instruye a niños y niñas, sino los mensajes implícitos, el lenguaje, los gestos, los modelos que ofrecemos, a qué les incitamos o qué les reprobamos, etc., todo aquello que sucede sin que nos demos cuenta de ello. Esto es lo que se conoce como “educación incidental”, espontánea o no intencional. Los aspectos más importantes de los que depende la forma de vivir la sexualidad de cada persona se aprenden por esta vía: la aceptación del propio cuerpo (identidad sexual), la aceptación de la orientación sexual, la adquisición de roles de género, la actitud positiva o negativa hacia los estímulos y conductas sexuales (por ejemplo, la masturbación), la seguridad o inseguridad emocional, la capacidad para expresar ternura en las relaciones, los estilos e instrumentos de la comunicación íntima, no se aprenden a través de la educación sexual programada (escolar o no), sino principalmente en la experiencia relacional con familias, iguales, amistades y a través de los modelos que observamos a lo largo de nuestra vida. Es decir, el papel de las familias en el desarrollo de las sexualidades y en la Educación Sexual es fundamental. Cuando hablamos de educación de niños, niñas y jóvenes, hablamos también de la educación de la sexualidad, pues ésta no es más que un aspecto en concreto de la educación global de la persona: la esencia de la educación sexual en las familias es el diálogo a través de la verdad, la espontaneidad y la naturalidad, el respeto y la creación de un clima de confianza y seguridad que permita la expresión de la natural curiosidad de chicas y chicos por estos temas, durante todo el proceso de desarrollo. La Educación Sexual es un proceso lento y gradual (no algo puntual) cuyo objetivo básico es posibilitar que cada persona viva su sexualidad de forma positiva, esto es, de forma sana, feliz y responsable.
Derechos Sexuales y Reproductivos
- Decir no.
- Saber sobre métodos de protección.
- Elegir mi método de planificación.
- Tener una vida sana y segura.
- Reconocer las consecuencias de mis actos.
- Recibir orientación sobre sexualidad.
- Saber sobre las infecciones de trasmisión sexual.
- Conocer y respetar mi cuerpo.
- Declarar y aclarar mis dudas.
- Decidir cuando estoy preparada.
Cuestiones
Revisemos nuestra forma de pensar y vivir la sexualidad, nuestros valores y actitudes al respecto. ¿Cómo nos sentimos ante determinados temas?, ¿nos incomoda hablar de sexualidad?, ¿qué aprendí sobre sexualidad?, ¿qué cosas necesitamos saber?, ser conscientes de nuestras posibilidades y de nuestras dificultades es una de las primeras cuestiones que nos tenemos que plantear como personas educadoras. Para educar en las sexualidades no es necesario “ser enciclopedias”. Pero será muy difícil abordar cuestiones o situaciones espontáneas que se den con niños y niñas si nuestras actitudes ante la sexualidad son negativo.
Lo más importante es que aceptemos a nuestros hijos e hijas y les queramos tal y como son, que les ofrezcamos afecto y cuidados incondicionales.
ANEXOS:
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