Ensayo Académico “La falacia del desarrollo: hacia la construcción de alternativas sostenibles”
Enviado por andreamxn • 14 de Mayo de 2023 • Ensayo • 2.328 Palabras (10 Páginas) • 241 Visitas
“La falacia del desarrollo: hacia la construcción de alternativas sostenibles”
Es común mencionar a la política exterior norteamericana, bajo la presidencia de Harry Truman, como la responsable de la puesta en marcha de los imaginarios y de las políticas de desarrollo contemporáneas. De hecho, se suele considerar al cuarto punto de su discurso presidencial del 20 de enero de 1949 como la primera exposición programática de los preceptos del desarrollo. (Quintero, 2013, p. 68).
En principio, dicho mandato se encontraba estrechamente vinculado a la noción de crecimiento económico, por lo que su interpretación aludía a una retórica meramente económica, donde los países se veían en la necesidad de transitar hacia un estadio de progreso y modernización en aras de traspasar el umbral de la pobreza. Posteriormente en la década de los sesenta cobró vida el modelo de las cinco etapas del desarrollo de W. Rostow, por lo que este pasó a ser concebido como un proceso metódico y lineal; convirtiéndose, en último término, en una receta universal que debía ser replicada en todos los países pobres para alcanzar el ansiado desarrollo. No obstante, con el advenimiento de nuevas dinámicas sociales y el surgimiento de renovados planteamientos teóricos, se hizo imperante la necesidad de reestructurar este concepto enmarcado en un reduccionismo económico y con ello dar paso a la búsqueda de alternativas sostenibles al desarrollo tradicional.
En ese sentido, el presente ensayo pretende abordar, desde una perspectiva crítica-reflexiva, las diversas variantes teóricas que atañen a la evolución de la utopía del desarrollo, deponiendo los discursos hegemónicos emanados de los países del norte que diluyen su propia visión de progreso hacia los países del sur global para ir arribando a la configuración de nuevas alternativas con miras a romper ese esquema tradicional que subyace a las concepciones clásicas del desarrollo, concluyendo con una interpretación de la situación actual y la repercusión de estos esfuerzos en el marco de la Agenda Social Internacional.
- El desarrollo como construcción social: orígenes y evolución del concepto.
El concepto desarrollo y con ello, sus fines para alcanzar ideales basados de una construcción social hegemónica, ha tenido tres momentos claves. En primera instancia se encuentra la teoría de la modernización (1950), donde se impulsaba la idea de crecimiento económico como sinónimo de desarrollo y el avance tecnológico como base de una “modernización” de las civilizaciones. En segundo lugar, se ubica la teoría de la dependencia (1960) nacida en Latinoamérica, la cual intenta explicar que, el problema no provenía tanto del desarrollo sino del capitalismo” (Escobar, 2018, p.73), dado que los países subdesarrollados dependían de los países ricos y estos, al explotar sus recursos, influenciaron en las posibilidades de crecimiento y de cambio a los que podían aspirar. Es aquí donde se empieza a evidenciar una imposición de metas occidentales que, evidentemente, no correspondían a las realidades de los países de la periferia. No fue hasta finales de los 80’s que la región latinoamericana sufrió un estancamiento en su economía, implementando programas de ajuste económico, favoreciendo la inversión extranjera y disminuyendo el papel y alcance de las políticas redistributivas (Cuellar et al., 2009, p.89), provocando que se incorporara nuevamente la vieja concepción de desarrollo en términos de crecimiento económico. Finalmente, en un tercer momento se consolidan las críticas a la interpretación del concepto de desarrollo (1990), primeramente por parte de los marxistas que lo catalogan como una imposición imperial por parte de los países capitalistas ricos a los países pobres (Escobar, 2018, p.72) y luego con Amartya Sen y su enfoque de las capacidades, donde rechaza totalmente la concepción del desarrollo reducida a una visión economicista que deja de lado el motor principal de ese proceso emancipador: el ser humano, manifestando que se debe priorizar el incremento de las capacidades y lograr el desarrollo humano como fin último. Es decir, que las personas tengan la oportunidad de desenvolverse y mejorar progresivamente sus condiciones de vida, pero sin hacer caso omiso del aspecto económico, pues este sería uno de los medios para alcanzar sus fines. De ahí que, la transformación del término desarrollo ha llevado a concluir que el concepto es polisémico, dado que engloba una multiplicidad de elementos en su dimensión económica, social, política y cultural.
- Hegemonía intelectual y desarrollo: principales visiones sobre el progreso.
Como se ha podido observar, el origen y evolución del término “desarrollo” deviene desde la construcción sociocultural de los países del norte, quienes, en su afán por abanderar este proceso transformador, han implantado esta cosmovisión de progreso basada en la consecución de un estadio de plenitud y bienestar partiendo de ciertas condiciones que, poco o nada, caracterizan a la gran mayoría de los países en todo el hemisferio. Desde el mandato del presidente Truman en la década de los cincuenta se ha manejado un discurso que subyace a la estrategia política de la supremacía norteamericana, en primera instancia, que luego viene a ser impulsada con fuerza por parte de otras potencias tales como China, Japón e incluso la misma Unión Europea. Por consiguiente, desde finales del Siglo XX se configuró una ola de influencia etnocéntrica que permeó el pensamiento de toda la comunidad de Estados en la arena internacional y, por ende, incidió directamente en la conducción de la política interna y exterior de los mismos.
La hegemonía radica precisamente en la generación de categorías con carácter estático para interpretar el mundo, ya que éstas determinan las formas en las que se pueden analizar y confrontar realidades específicas (Doty, 1996, citado en Tickner, 2012). De ahí que, la puesta en escena de una oratoria pro desarrollo, desde una lógica capitalista, legítima y dictamina las reglas del juego en un mundo impregnado de disparidades y asimetrías, lo cual deviene en una extrema polarización de estas visiones de progreso hacia el resto de los países del mundo.
- Crisis de legitimidad y fracaso del modelo neoliberal: visión del desarrollo desde los países del sur global.
La teoría del crecimiento económico tomó fuerza considerable a mediados del siglo pasado, cuando la reflexión y el planteamiento de un desarrollo se hallaba marcada con la acepción elemental de que los países pobres lo eran por sus niveles de renta muy bajos. Sin embargo y a fuerza de ser francos, los indicadores económicos no deberían ser los únicos a considerar para medir el desarrollo que un país o región pueda tener. Para ello, bastaría con volcarse a un par de décadas atrás y recordar las teorías y planteamientos de ilustres personajes de la política y sociología de la talla de Karl Marx, Adam Smith, John Stuart Mill, Federico Engels, entre otros, quienes ponían de manifiesto que el referente primordial de desarrollo es la calidad de vida de los individuos y la sociedad como tal.
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