La inclusión. ¿Qué es la inclusión en la socioformación?

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Eje 1. Inclusión

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¿Qué es la inclusión en la socioformación?

La inclusión es una acción que deben implementar los docentes en sus clases para que todos los alumnos se formen de manera integral, considerando sus diferencias respecto a los intereses, contexto y necesidades, de tal manera que se evite cualquier tipo de exclusión. Este concepto se ha tendido a asumir desde un enfoque clínico o biomédico, al enfocarse la intervención en un grupo específico de personas que poseen dificultades. Además, la línea de acción predominante ha sido unidireccional, con acciones dirigidas desde las instituciones y los docentes hacia quienes tienen algún problema (dificultades de aprendizaje, discapacidad, problemas de comportamiento, pobreza, pertenencia a otra cultura, etc.), sin lograr que las mismas personas que se buscan incluir se empoderen del proceso y ayuden a gestionar acciones para fortalecer la cultura inclusiva y realicen aportaciones a la mejora del entorno social y ambiental, en una perspectiva bidireccional.    

Es así como en la socioformación se busca superar el concepto clínico de la inclusión, por cuanto la intervención es tanto con las personas que poseen dificultades para vincularse a las actividades de la vida cotidiana y del trabajo, como con quienes están alrededor, la comunidad y el entorno físico, buscando la generación de prácticas concretas que aseguren la participación de todos los actores (autoridades, docentes, estudiantes y organizaciones) en el mejoramiento de las condiciones de vida a través de la resolución de problemas y el trabajo colaborativo, y que, a la vez, se apoyen los

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unos a los otros en el aprendizaje y la mejora continua para tener el talento necesario acorde con los retos del entorno, mediante el fortalecimiento de la resiliencia y el empoderamiento para gestionar y lograr entre todos una cultura inclusiva que tenga continuidad.

De manera más específica, en la socioformación la inclusión se aplica con los estudiantes mediante la realización de proyectos enfocados en el logro de productos pertinentes en el contexto con la participación de todos los alumnos, incluyendo a los que poseen algún tipo de dificultad de aprendizaje, discapacidad o barrera para la formación y la participación en la comunidad. Para ello se hace un diagnóstico del grupo con el cual se trabaja, se busca el fortalecimiento de la colaboración entre los alumnos, se genera una cultura inclusiva, se promueve la convivencia y el compañerismo, se adaptan los recursos a los estudiantes que lo requieran por alguna dificultad, se busca el aprendizaje y la mejora continua entre pares, y se brinda tutoría de parte para que todos los alumnos logren los aprendizajes esenciales para afrontar los retos del entorno, acorde con el currículo de base.

¿Qué acciones deben implementarse en las clases para que haya inclusión?

Aunque son posibles muchas acciones para fortalecer la inclusión en las clases, los estudios actuales desde la socioformación priorizan en un conjunto de acciones que se asocian a mayores beneficios. A continuación, se describen estas acciones clave, que sólo consideran el entorno de la clase (presencial o virtual), no la institución ni la cultura escolar:

1. Diagnóstico. Los docentes deben conocer a sus alumnos, en cuanto a sus fortalezas, áreas de oportunidad, e intereses, y también determinar la presencia de dificultades o discapacidad, y con base en esto orientar las actividades de aprendizaje, evaluación y gestión de recursos. Para ello, es importante la observación, aplicar encuestas, hacer entrevistas, dialogar con los alumnos y revisar sus expedientes académicos si fuese necesario.  
2. Ejecución de proyectos. Se busca que todos los estudiantes trabajen en las clases proyectos que contribuyan a mejorar las condiciones de vida y a cuidar el ambiente. Esto significa que no se trata de tener a los estudiantes con discapacidad o alguna dificultad para el aprendizaje en el aula haciendo actividades diferentes al resto del grupo o trabajando en tareas mecánicas, por la idea implícita de que no tienen las capacidades necesarias. Al contrario, lo que debe hacerse es vincular a todos los alumnos en el logro de retos que les ayuden a desarrollar el talento, y lo mejor es resolviendo problemas del entorno con base en proyectos. Esto implica considerar los intereses de los alumnos y sus propias propuestas de intervención en el entorno, acorde con los aprendizajes que se buscan.  
3. Clima de convivencia. Se busca que haya convivencia en las clases (presenciales o virtuales) entre todos los alumnos y docentes con base en la práctica de los valores como el respeto, el buen trato, la responsabilidad, la honestidad y la solidaridad, de tal manera que se prevengan acciones negativas como el bullying, el acoso, el machismo, etc. En general, se debe fortalecer el respeto de los derechos humanos en el aula.  
4. Acogida. Los estudiantes deben ser acogidos para que se incluyan en las clases y en las actividades, dándoles la bienvenida, saludándolos, llamándoles por el nombre, buscando que se integren y conformen equipos. Cuando llegue un estudiante nuevo o uno en situación de discapacidad o con alguna barrera, se debe posibilitar el entorno social necesario que le ayude a convivir con los demás y sentirse parte del proceso, con derechos y deberes.    
5. Trato equitativo. En las clases se deben considerar a todos los alumnos por igual, y brindárseles un trato equitativo en la asignación de actividades, tanto de aprendizaje, como de evaluación y de resolución de problemas del contexto, sin discriminación. Para ello, es necesario tener criterios puntuales con el fin de abordar la entrega de los productos, realizar mejoras, obtener nuevas calificaciones, entregar de manera extemporánea las evidencias, etc. Además, se requiere considerar situaciones especiales en los estudiantes para que esto no les afecte en su desempeño académico, como enfermedad, embarazo, discapacidad, etc.  
6. Logro de los aprendizajes esperados esenciales. Se deben lograr los aprendizajes esperados esenciales en todos los alumnos para afrontar los retos del mundo de la vida, incluyendo a los que tengan alguna dificultad. Esto puede requerir una adaptación de los propósitos esperados, de las actividades, de la evaluación o de los recursos en algunos estudiantes, tomando en cuenta el diagnóstico del grupo, las recomendaciones de otros profesionales, o la revisión del historial académico. Por ejemplo, los videos deben traer subtítulos o un documento en PDF anexo que posibilite su uso por parte de personas con problemas de audición. Si se tienen alumnos en el aula con dificultades de visión, entonces hay que buscar que los materiales tengan la opción de poderse escuchar.  
7. Promoción de la colaboración. Es esencial ayudar a los estudiantes a trabajar de manera colaborativa brindándoles capacitación en ello y orientándolos en la conformación de equipos para que estos sean equilibrados y diversos, con participantes con distintas capacidades, para que se articulen y se apoyen los unos a los otros en la formación y la mejora continua. Por ende, hay que apoyar a los alumnos para que se distribuyan roles de manera equitativa y se fomente la participación de todos en cada uno de los equipos que se conformen, incluyendo a quienes tengan dificultades para expresarse, problemas de aprendizaje o discapacidad.  
8. Evaluación continua para mejorar. A los estudiantes se les debe hacer evaluación continua desde el inicio de las clases con el fin de que puedan identificar sus logros y áreas de oportunidad, y luego mejoren. Esto requiere brindar retroalimentación permanente en torno a cómo están trabajando y los avances que tienen, dar varias oportunidades para que mejoren, estimular los logros, modificar las calificaciones si fuese necesario a partir de la verificación de las mejoras, y brindar apoyo continuo según las capacidades diferentes que posean.  
9. Promoción de la inclusión. Se debe lograr que los estudiantes (incluyendo los que tienen alguna dificultad o discapacidad) promuevan la inclusión entre sus pares, en la familia, en la institución, en la comunidad y en las organizaciones, mediante el respeto a los derechos humanos, y estén en condiciones de identificar e intervenir en situaciones que la afecten o bloqueen, utilizando la colaboración, la sensibilización, la capacitación y el uso de los medios digitales, como las redes sociales.  
10. Tutoría entre pares. A los estudiantes con dificultades o en situación de discapacidad se les puede asignar uno o dos estudiantes que les apoyen de manera continua en el logro de ciertas habilidades. Para ello, es esencial capacitar a los estudiantes tutores en torno a aspectos tales como la retroalimentación positiva, la orientación a sus compañeros, la realización de las tareas, la explicación de ejemplos, el empleo de estrategias de aprendizaje, la consolidación de hábitos de estudio, la responsabilidad en la entrega de productos, etc.  
11. Tutoría del docente. Los docentes deben brindar tutoría a los alumnos que la requieran a partir del diagnóstico y el seguimiento durante las actividades de aprendizaje, evaluación y gestión de recursos. Este proceso puede ser de manera individual, por parejas o en equipos de tres, cuatro o cinco integrantes, de forma presencial o virtual. El fin de la tutoría debe ser que todos los alumnos logren los aprendizajes esenciales y desarrollen el talento en el mayor grado posible acorde con sus condiciones, contexto en el cual viven y potencialidades. Por consiguiente, el docente no debe esperar haber si los alumnos le consultan, sino que debe tener un rol más directo y él mismo buscarlos cuando sea necesario.

¿Qué es diagnóstico del grupo?

El diagnóstico del grupo consiste, de manera general, en conocer a los alumnos con el fin de orientar las clases teniendo en cuenta sus intereses, necesidades, problemas y contexto en el cual viven. En la socioformación, es una actividad que se hace tanto en la institución educativa, como en cada uno de los proyectos formativos, al inicio del proceso, durante las clases y al final. Busca orientar la consecución de retos considerando los intereses de los estudiantes, como también sus fortalezas, recursos, estilo de vida, ambiente social, y problemas, junto con la transformación que pueden ejecutar en sus entornos.