Actividad de Aplicación de Literatura Etapa 1

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Mis padres y sus padres planearon en poco tiempo una pequeña boda, mis padres no se veían contentos de hecho estaban decepcionadicimos que su único hijo no llegara a ser un profesionista, me salí de estudiar y empezó a trabajar en una pequeña farmacia ya que es a lo más cercano que puedo llegar a un doctor, pasaron los 9 meses y por fin nació mi pequeño hijo, llamado Alejandro. Tiempo después tuvimos otra pequeña hija a la que llamaríamos Amelia, todo eso que había soñado de ser doctor no pude lograrlo. Yo no estaba enamorado de Elena pero sabía que por nuestro hijo tenía que mostrarle cariño.

No ganaba un buen sueldo pero cada día trabajaba muy duro por mi familia, vivía muy cerca de la farmacia donde trabaja así que a veces me iba caminando. Tiempo después llego una chica con cabello corto y en el momento en que entro a la farmacia supe que era ella, la chava que no volví a ver desde aquella vez en la uní, creí que jamás iba a saber nada de ella, muy amable llega preguntando por un medicamento que no recuerdo el nombre de aquel.

-¿Estaba en la misma universidad que tu no es así?- pregunta ella

- Si, me pareció verte unas cuantas veces, respondí un poco avergonzado.

- Con razón, tu rostro se me hacia un poco familiar- yo sentía cosquillas en mi estomago

- Si, nos topamos unas cuantas veces

- Bueno, mi nombre es Bertha espero y nos veamos más seguido- Mi corazón se acelero con tan solo escuchar su nombre.

- El mío es Alfredo, igualmente espero volverte a ver.

-Hasta luego Alfredo- y se fue con esa sonrisa en su rostro.

Su voz tan dulce, estaba completamente convencido que me había enamorado. Pero estaba casado y con un hijo. No podía pensar en un futuro con ella. Amaba a mi hijo pero mi matrimonio estaba mal, casi todo el día discutía con mi esposa, esto no estaba bien.

Bertha iba mas seguido a la farmacia, un día por no pensarlo dos veces la invite a salir ocultándole lo de mi matrimonio e hijo, empezamos a salir.

Cada vez que salíamos a lugares siempre le hablábamos de nuestras cosas y nunca faltaban las risas entre nosotros, ella tenía unos labios que se deseaban besar en cada momento sus labios rosas y su gran olor de perfume que era algo que no se puede olvidar, al igual que su sonrisa, una sonrisa que te alegraba con solo mirarla.

Un día le dije todo lo que sentía olvidándome por completo que tenía un hijo y esposa

-Oye Bertha te tengo que decir algo es algo que quiero decirte desde hace tiempo.

Ella dijo: ¡si dime! – con una cara de sorprendida y un poco tímida de lo que le diría

Me gustas mucho Bertha desde el primer día que te mire en la farmacia sentí algo que es muy difícil de explicar sentí mi corazón muy acelerado y sentía cosquillas en mi estomago

-Ella con cara de sorprendida y penosa por haber escuchado eso de mí y yo me había armado de mucho valor para decir eso

-Wow me sorprende un poco que me digas eso pero también tú me gustas mucho Alfredo

-Lo dijo con mucha pena pero yo me sentía de lo mejor, nos besamos en ese momento y toda la noche que me la pase con ella fue algo muy lindo porque ya sabíamos lo que queríamos los dos.

Después de llegar a mi casa me acorde de mi familia y pensé que es lo que eh echo y pensando en todo lo que avía pasado ni dormir podía esa noche de todo lo que había pasado.

Al día siguiente desperté y no sabía que hacer después de lo que avía pasado baje a la cocina y estaba mi hijo y mi esposa, no quería que sospechara de nada y solo actué como los demás días lo hacía.

-Buenos días amor

-Buenos días, ¿Cómo amaneciste?

-Muy bien.

Ese día salí muy rápido de la casa y me fui a trabajar a la farmacia yo iba con las ganas de volver a ver a Bertha, ya que aviamos quedado de salir después de trabajar.

Después de todo el trabajo salimos al cine y a pasear sobre la plaza que estaba cercas de su casa.

Ya es tarde- dijo ella con preocupación.

La lleve a su casa en el carro…

Llegamos.

Me baje y le abrí la puerta y ella se despidió

Yo le solté la mano sin ganas de que se fuera rosando nuestras puntas de los dedos lentamente, ella estaba parada en su puerta y corrí a darle un beso de despedida, el beso se hizo largo y fue inevitable entrar a su casa ya que la empujaba con una leve fuerza hacia atrás.

Desperté en su casa y hay estaba ella con su lindo rostro dormida me desperté y me fui a mi casa sin avisarle la deje dormida.

Cuando regrese a mi casa, mi esposa sospechaba que tenía algo que ver con una mujer, ella me pregunto:

-¿Dónde estabas?

-Tuve un compromiso, le respondí.

Ella se quedó callada y se fue, no pregunto nadamás.

Pasaron alrededor de dos meses y tuve una cita a escondidas con Bertha, fuimos a una cafetería por la noche. Ella me dijo que tenía que decirme algo:

-Vamos a tener un hijo.

-¡Que!, yo exclame preocupado.

-Sí, ¿recuerdas esa noche que pasamos juntos en mi casa?, bueno, pues ahí sucedió todo, seremos padres.

Yo preocupado porque tenía una familia, y ahora que cometí este error, obviamente tenía que decirle que estaba casado. En eso yo le dije:

-Perdóname, pero soy casado, acabo de tener 2 hijos con mi esposa, lo siento, me puedo hacer cargo de nuestro hijo, pero no sé qué sucederá.

Ella se fue sin decirme nada.

Cuando me regrese a mi casa, mi mujer me esperaba, le tenía que contar la verdad, le dije que le fui infiel con