Análisis Literario de “Santa” de Federico Gamboa

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Ideas:

Pienso que la idea que el autor quiere dar es que en cualquier momento, a cualquier hora, en cualquier lugar todos podemos cambiar, no importa lo ingenuos o lo malvados que hayamos sido, siempre se puede tomar el buen camino ya sea el camino del amor, o el de la paz o simplemente cualquiera que sea el que no te destruya como persona ni como ser humano. Si santa pudo salir del agujero profundo en el que estaba con la ayuda de Hipolito claro, todos podemos intentar cambiar eso que nos ha estado fregando la vida y no es que ella se haya vuelto rica ni mucho menos sino que pudo conocer el verdadero amor que Hipo’ sentía por ella puede que haya sido demasiado tarde pero por lo menos se fue con un poquito de felicidad por sentirse amada.

Ambiente:

Moral: como la mamá de Santa es muy prejuiciosa y tiene muy poco criterio no acepta que su hija se haya entregado por amor y la corre de su casa porque no puede soportar la simple idea de que su hija ya no es “virgen”.

Económico: Santa viene de una familia humilde por lo que al salir de su casa solo le queda buscar trabajo y debido a su belleza no tarda en encontrarlo de prostituta, en ese entonces (incluso ahora pero no igual) esa era una profesión mal vista, Hipolito también era pobre más sin embargo tiene sus ahorros.

Nudo:

El autor nos oculta el verdadero final que le espera a Santa hasta los últimos capítulos, uno se puede imaginar que ella acabara de muchas maneras pero el autor se las ingenia para meter un pequeño detalle el cual resulta crucial y es el que termina por ser determinante. Yo me pregunto qué pasó con Hipo’ ya que él también pudo someterse a una operación para lograr ver pero después pienso ¿con que motivo? Ya no estaba su grande amor para admirar que era lo que anhelaban ver sus blanquizcos ojos, en si la historia es de Santa pero Hipolito también sufrió bastante y se habla mucho de él, sabía que era muy feo y que por eso a Santa le costaba trabajo demostrarle cariño como puede ser un beso.

Clímax:

“-¡Lo que padece la señora es un cáncer tremendo y sin cura!... ¡Es mal incurable! ¡Quizá alargaríasele algo su vida, aunque tampoco es seguro, procediéndose a la operación, pero la operación no carece de riesgos y es costosísima!...”

“-estoy de muerte, ¿verdad? ¿Te lo ha dicho el médico y ni tú te resignas ni hallas manera de decírmelo?... ¡Dímelo, Hipo, dímelo, que yo ya me lo sé!... Me siento mala, como si me desarmaran a tirones para guardar mis huesos… Lo que no me gusta es que tú te pongas así, pues qué, ¿no sabes que todos hemos de morirnos?...”

Desenlace:

“…El tiempo continuaba rodando; ya Santa llevaba meses enterrada, e Hipolito no faltaba ni un día a echarse de bruces sobre el sepulcro; las manos repasando el nombre poema.

-¡Santa!... ¡Santa!...

Y seguro del remedio, radiante, en cruz los brazos y de cara al cielo, encomendó el alma de su amada, cuyo nombre puso en sus labios la plegaria sencilla, magnifica, excelsa, que nuestras madres nos enseñan cuando niños, y que ni todas las vicisitudes juntas nos hacen olvidar:

Santa María, Madre de Dios…

Principió muy piano, y el resto de la súplica subió a perderse en la gloria firmamental de la tarde moribunda:

Ruega, Señora, por nosotros los pecadores…”

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