Autobiografia Randy Samuel López Salaz

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Pd. En lo personal si no puedo cambiar el mundo me encantaría poder cambiárselo a alguien más; me gustaría poder adoptar a un niño, para poder educarlo y brindarle tanto una vida como una educación de primera.

Sueños secundarios

Cuando tenía 14 años decidí comenzar hacer ejercicio, pues había visto una infinidad de maneras de cómo perseverar y nunca darse por vencido, sabía que yendo al gimnasio lograría proponerme objetivos en buen beneficio para mi salud y adaptaría un estilo de vida diferente a mis rutinas diarias, además fue un detonante para impulsar mi metabolismo y fortalecer mi carácter, así también como mi apariencia física. Soñaba con verme en un par de años ahí arriba como los grandes modelos físico-culturistas o trabajando para las grandes compañías de vestimenta como “Calvin Klein o Louis Vuiton”. Es un sueño que tengo pendiente y espero completar tarde o temprano, también a la edad de 15 años llegue a una academia de artes en el cual impartían clases de actuación, siempre me llamo la atención el poder expresar emociones y sentimientos mediante la actuación. Siempre esperaba papeles que se adaptaran a mi personalidad. En una ocasión se me invito a interpretar al enigmático y frio multimillonario “Cristian Grey” de la fascinante trilogía erótica “50 Sombras De Grey” escrita en 2011, por la reconocida autora “E. L. James”, la cual sería presentada en el teatro de arte y cultura Dr. Francisco Saybe. El papel a interpretar encajaba a la perfección con mi personalidad. Recuerdo el momento cuando el coordinador y cineasta del pequeño sketch teatral Carlos Fajardo, me pidió que fuera yo quien participara como uno de sus protagonista ya que encontraba fascinante la manera en la cual yo percibía la realidad, fue uno de los momentos más inspiradores de mi vida, ya que sería mi primer paso a algo que encontraba realmente entretenido y que me llamaba mucho la atención.

Pd. Lastimosamente, nunca pude desempeñar el papel ya que las instalaciones en las cuales se llevaban a cabo los ensayos me quedaban realmente lejos de donde yo residía y chocaban con mi horario académico, conversando con mis padres decidimos dejar eso a un lado ya que mis prioridades eran el estudio y su dedicación a tiempo completo.

Lo que me apasiona

En el orden subyacente del mundo he encontrado un millón de cosas que me apasionan, yo siempre sabía que era bueno en un par de ellas. El siempre mantenerme activado, estar en forma, y dejar la pereza a un lado es una de ellas, practicar deportes cualquiera que sea siempre fue bienvenido para mi, cuando tenía 10 años jugaba a diario el futbol, llegue a jugar en la liguilla juvenil de mi sector hasta los 14 años. La lectura es algo que realmente me apasiona, comencé a tomarla enserio cuando tenía 15 años; encontraba en ella una enorme fascinación, mas por libros de ficción, historia y amor. Siempre me habían dicho que leer, es la mejor manera de entrar en control consigo mismo. Recuerdo que siempre que comenzaba una lectura por más interesante que fuera, mi imaginación ya estaba jugándome una gran realidad, siempre que iba por los epicentros de cada relato, solía quedarme insólito en las lecturas, algunas las leía una y otra vez, porque me encantaba sentir esa sensación en la cual entraba en la historia, creaba cada uno de los personajes a mi manera e ingresaba a un mundo de fantasía que yo miraba tan real y tan emocionante, que desde ese momento dije “esto es algo que me apasiona”. Por último, me encanta socializar, desde que era muy pequeño tuve la virtud de poder encajar en cualquier grupo al cual me acercara. Yo lo llamo “Coquetear” me encanta, el poder conocer a una nueva persona que me cuente su vida, que se ría de lo que digo aunque no de risa, que se lleve una buena impresión de mi, mucho más si es mujer, y si queda tiempo que me regale su whatsapp; siempre me encanto ser el alma de la fiesta, poder estar en un grupo de personas, discutir, platicar, molestar y divertirnos si la vida puede tener algún objetivo para mi es ese, poder llenar el corazón de la gente que te rodea con un poco de tu toque personal, en parte ser original, adoro eso, el poder llevarme una buena impresión de una persona, el poder saber que el tiempo de plática no fue tiempo perdido, en el guardar respeto y en adquirir amigos especialmente eso.

Lo que odio

No me agradan las personas que malgastan sus dones porque no todos están dispuestos hacer lo necesario para ser los mejores, en la vida si estás dispuesto a esforzarte puedes tener lo que sea. Detesto las personas envidiosas, prepotentes y exhibicionistas, no puedo vivir en el mundo de un ignorante, yo lo soy pero no lo tomo como obligación. Repudio el conformismo, si quieres ser el mejor debes estar con los mejores, nunca dar menos de tu 100% en todo. Odio las actividades en solitario, me concentro mucho mejor cuando estoy con mi grupo de compañeros. Odio los hombres que ofenden a las señoritas y odio a las señoritas que no se miden para hablar, ósea, son muy soeces. Odia las personas que critican el trabajo y esfuerzo de los demás así como su personalidad.

Mi motivación

Recuerdo un día estar charlando con mi padre y él me dijo “Cada quien cuenta su propia historia”, él solía recordarme que en la vida no hay que tener miedo, porque el miedo no es real. Solo existe en nuestras ideas que son un producto de nuestra imaginación, que nos hace temer a cosas que no hay en el presente y posiblemente jamás existan. El solía decir que “Uno crea el miedo y solamente uno mismo puede destruirlo”. El sabía que su muchacho se enfrentaría a cosas muy duras en la vida real, y que no podía criar a un hombre débil en un mundo que demandaba fuerza, pero no física, fuerza de voluntad para seguir adelante y jamás darse por vencido. El me dijo “Cuando te vi nacer hijo mío, le dije a tu madre: Este niño va hacer el mejor hijo del mundo, este niño será mejor que cualquier persona del mundo”. Cuando llego el momento de convertirme en un hombre y enfrentar al mundo, lo hice, pero en algún momento cambie, deje de ser yo, deje que otras personas me señalaran y dijeran que yo no era importante. Como supe esto, al pasar el tiempo me di cuenta que el mundo no es un arco iris ni nubes rosas, entendí que vivía en un mundo malo y salvaje, y no importa que tan rudo querían que yo fuera, el mundo me pondría de rodillas y me dejaría ahí permanentemente si lo dejaba. Mi padre siempre decía que los golpes de la vida son los que más duelen, pero que no importa lo mucho que te golpeen, sino lo duro que resistas, levántate y seguir