Democracia y Orden Global
Enviado por Jillian • 12 de Diciembre de 2018 • 1.816 Palabras (8 Páginas) • 307 Visitas
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sociedad internacional muy compleja. Se debe tener en cuenta, también, el proceso de globalización. Este se entiende como una “fuerza homogeneizadora, que lima la “diferencia” política y las capacidades de los Estados-nación para actuar de forma independiente en la articulación y concreción de sus objetivos de política doméstica e internacional” (p.120). A causa de esta globalización, el Estado moderno cada vez es menos capaz de determinar su propio destino. Además, el autor asegura que “los procesos de globalización en sí mismos no conducen necesariamente a una mayor integración global” (p.125), sino que, por el contrario, puede llegar a debilitar las antiguas estructuras políticas y económicas sin acarrear, necesariamente, un nuevo establecimiento de sistemas de regulación.
Luego, David Held se dispone a exponer la naturaleza y el alcance de la autoridad soberana de los Estados-nación. Para esto, hace un análisis de cinco importantes disyuntivas que explicaremos a continuación:
•La primera de ellas es el derecho internacional. Este reconoce que los individuos tienen derechos y deberes irrenunciables que deben respetar así no estén definidos específicamente por sus propios sistemas constitucionales y políticos. Podemos verlo cuando el autor asegura que “el derecho internacional reconoció poderes y limitaciones, y derechos y deberes, que trascienden las pretensiones de los Estados-nación y que, aunque pueden no estar respaldados por instituciones dotadas de poderes coercitivos de ejecución, tienen consecuencias de vasto alcance” (p.131). En el derecho internacional clásico, que es el del modelo westfálico, todo es asignado legítimamente a la autoridad soberana de los Estados. Por el contrario, en el derecho internacional contemporáneo, se desarrolla una tendencia al rechazo de todo principio de legitimidad que sea indiferente a la naturaleza, forma y operación del poder político.
•La segunda disyuntiva se refiere a la internacionalización del proceso de elaboración de decisiones políticas. Esta es una “disyuntiva entre la teoría de la soberanía estatal y el sistema global contemporáneo […] para administrar áreas acotadas de actividad trasnacional y problemas políticos colectivos” (p.138). En ésta se hace especial énfasis en las organizaciones internacionales como el FMI, la CE, el Banco Mundial, entre otros. Estas organizaciones aparecen, en su mayoría, en la primera mitad del siglo XX y, con su creación, se pretendía imponer un ente regulador para alcanzar una economía estable y ofrecer ayudas económicas a los Estados que se hallaran en dificultad.
•La tercera disyuntiva hace referencia a los poderes hegemónicos y a las estructuras de seguridad internacional. Aquí, el autor nos sitúa en el siglo XX, en el contexto de Guerra Fría. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, las dos potencias, Estados Unidos y la URSS, se vieron inmersas en una guerra ideológica. Es durante este período que empiezan a surgir nuevas estructuras de seguridad tales como la OTAN y el Pacto de Varsovia. Ambos tratados tenían como fin principal defender la ideología correspondiente y mantener la seguridad del territorio de los países integrantes de cada uno de ellos. El problema es que, “la inserción de un Estado individual dentro de la jerarquía de poder global impone restricciones sobre el tipo de políticas exteriores y de defensa que su gobierno […] puede llevar a cabo.” (p.145) Además, para alcanzar sus objetivos, las estructuras de seguridad se enfocaron en aumentar su capacidad bélica, lo que implica una preparación para la violencia. Es esto, entonces, lo que impide el desarrollo de medidas que garanticen una paz duradera.
•La cuarta disyuntiva es sobre la identidad nacional y la globalización de la cultura. Para explicar esta disyuntiva, Held nos hace un breve recuento sobre la capital importancia de los sistemas de comunicación, que son definidos como “el medio a través del cual los individuos y los grupos pueden “superar” fronteras geográficas que antes impedían en contacto” (p.155), hoy en día gracias al proceso de globalización y expone la posibilidad de que esto acarree una pérdida de identidad a causa de un posible “impacto pluralizante”. Este último se da ya que, por primera vez, “gracias a los nuevos sistemas de comunicación global, los individuos y los grupos pueden acceder a ambientes sociales y físicos que de otra manera nunca habrían conocido” (p.155).
•La quinta y última disyuntiva se refiere a la economía mundial. El autor plantea cómo los sistemas actuales de producción pueden llegar a limitar la competencia y la efectividad de las autoridades políticas nacionales. También explica que, a causa de la red integrada que hoy abarca la economía de todos los países, lo más probable es que, cuando hay una crisis económica en uno de los países, ésta se transmita a los otros poco a poco creando un efecto dominó. Todo esto ha acarreado, entonces, una disminución en los programas económicos nacionales.
La suma de estas disyuntivas llevan a concluir que, a medida que el sistema internacional se vuelve más y más complejo, los Estados van perdiendo su autonomía al verse inmersos en un mundo con un sistema globalizado. Además, podemos concluir que, más que una teoría del Estado moderno por sí misma, o una teoría del sistema internacional por sí misma, debemos estudiar ambas teniendo en cuenta todos los elementos del contexto actual. Es importante decir, también, que el orden internacional se ha mantenido y se caracteriza por la persistencia del sistema de Estados soberanos y por el desarrollo de una pluralidad de estructuras de poder y autoridad. Todo esto nos lleva, entonces, a preguntarnos sobre cuál es el verdadero significado de la democracia en el contexto del cambiante sistema en el que vivimos hoy
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