El Desequilibrio Verdadero de la Economía Mundial
Enviado por tolero • 27 de Marzo de 2018 • 2.384 Palabras (10 Páginas) • 326 Visitas
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En respuesta a esta situación los sistemas financieros que competen a un Estado pueden empeorar a largo plazo causando la reducción del gasto por parte de las familias, empresas y las administraciones públicas y privadas. Por lo cual se infiere, que la aplicabilidad de las políticas de austeridad en una economía puede generar el hundimiento de estas, en especial las que se encuentras en depresión o recesión económica prolongando aún más su efecto. O por el contario, los recortes presupuestarios pueden contribuir a la restricción de los riesgos de inestabilidad macroeconómica y en consecuencia de ello aumentar la confianza y estabilidad de la economía logrando incluso la estimulación de la actividad económica.
No cabe duda, que lograr la recuperación en la economía es una tarea que lleva tiempo, la fragilidad que abarca las políticas económicas en los países expuestos a la crisis han sido determinantes para que las personas de bajos recursos sean las más perjudicadas. Los modelos aplicativos que solo satisfacen a la sociedad burocrática han resultado ser la pandemia que aflige hoy a las economías desarrolladas y tal vez con el tiempo abarcara a las economías emergentes. Por lo tanto es ilógico pensar que esta recesión acabara en un tiempo promedio de 10 años pues parte del problema radica en nuestros gobernantes que solo buscan satisfacer sus necesidades a costa de los demás, pero gran parte de la problemática la llevamos nosotros que hemos seguimos creyendo durante décadas las promesas ideológica de nuestros gobiernos.
En segunda medida, se da inicio al segundo postulado, el cual parte del pensamiento heterodoxo expuesto por Huerta de Soto para tratar de dar explicación a los orígenes de la actual crisis financiera y económica, así como la situación que atraviesa la economía española y las recetas para salir cuanto antes de la recesión.
Huerta de Soto determina, que la actual crisis que agobia el marcado financiero y económico se debe en gran parte a la expansión crediticia artificial orquestada por los bancos centrales sin respaldo de ahorro real. Lo cual es posible hoy en día debido a un accidente histórico. Se trata de la Ley de Peel, aprobada en Inglaterra en 1844, donde básicamente trata en la prohibición a la banca de emitir billetes por un importe superior al dinero depositado en oro. Sin embargo, no se estableció la misma limitación respecto a los depósitos a la vista.
De igual forma deduce que el sistema de reserva fraccionaria, por el cual los bancos prestan el 90% del oro depositado, manteniendo apenas el 10% en caja. Hacen que el sistema bancario logre expandir el crédito de forma artificial, sin la necesidad de ahorro previo.
Por lo tanto, los depósitos a la vista también forman parte de la oferta monetaria y, de hecho, cumplen la misma función que los billetes. En la actualidad, tan sólo una décima parte de la oferta monetaria son billetes, el resto del dinero sigue siendo virtual. De este modo, la Ley de Peel constituyó una “victoria pírrica”, producto de las crisis financieras que azotaba a Inglaterra de forma periódica, obligando al banco central a actuar rápidamente y así evitar el quiebre de algunas entidades.
En cuanto a la reserva fraccionaria, Huerta de soto expone que la ilusión de que es posible incrementar la inversión sin necesidad de ahorrar es un proceso generalizado de desajuste, puesto a que resulta insostenible a largo plazo. En los últimos 15 años, la inversión y el crédito han venido creciendo a una tasa del 10% anual, mientras que el ahorro se ha mantenido en el 0%, e incluso, en tasas negativas. Esto es posible, a partir de la creación de la nada de medios de pagos, donde el exceso de masa monetaria se ha venido situando en el mercado a través del sistema bancario en forma de créditos de tipo de interés relativamente bajos.
Otro apartado que abarca Huerta de Soto es la existencia de crédito fácil lo cual han hecho que los empresarios se lancen a invertir masivamente como si el ahorro de la sociedad hubiera aumentado proporcionalmente. Es entonces cuando surgen las burbujas, a partir de un estado de euforia, en el que todos están encantados, ya que es posible obtener financiación barata para emprender cualquier proyecto a largo plazo sin necesidad de ahorrar.
El auge artificial en cierta parte es insostenible. La expansión del crédito provoca una subida generalizada de los precios de los factores de producción y de las materias primas; el crédito se extiende al igual que el bolsillo de los consumidores que, al gastar más, provocan un aumento de la inflación; tarde o temprano los tipos de interés suben, y es entonces cuando los empresarios descubren que gran parte de sus proyectos no son rentables, un ejemplo de ello, fue la construcción de cientos de miles de casas en la costa española.
Al estallar la crisis financiera, el valor de los activos de los bancos se reduce y, al mantenerse estable los pasivos generan una banca insolvente. Y todo ello, es originado por los bancos centrales, ellos mismos se encargan de crear la burbuja mediante los tipos de interés bajos permitiendo la expansión crediticia. Los bancos tan sólo siguen los incentivos que crea la banca central, y es que, para seguir ganando dinero con tipos de interés bajos, las entidades tienen que conceder más créditos y asumir un mayor riesgo.
Por tanto, la crisis es producto del exceso de consumo e inversión y escasez de ahorro que registra una economía, donde esta invierte a tasas elevadas sin tener nada ahorro. Sin embargo, el mercado, que es muy eficiente, acaba corrigiendo el desajuste creado por la expansión crediticia artificial. Por tanto se concluye, que sólo puede haber inversión en una economía si esta tiene ahorro. La expansión crediticia manda señales equivocadas a los empresarios, que inician proyectos que ciertamente no desean los consumidores.
Por ello, Huerta de Soto destaca que la recesión económica es sinónimo de recuperación y que este llega por falta de ahorro, o por el exceso relativo de consumo, de ahí que sea un error tratar fomentar el consumo. Sería como tratar de apagar un incendio con un lanzallamas. Sin embargo, Huerta de soto destaca la fomentación y necesidad del ahorro en la economía, la cual se logra únicamente a partir de la reducción de costes y en la devolución de préstamos de entidades crediticias.
Por otro lado, al contrario de lo que se suele pensar los economistas ortodoxo, determina que la deflación resulta siendo positiva para la economía, porque esta logra acelerar el proceso de saneamiento de la economía debilitada, la cual ha sido producto de la expansión crediticia. Según Huerta de Soto, lo que tienen
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