El aborto.

...

Aristóteles complementa este concepto del alma, pues dice que «El alma es la sustancia del cuerpo. Es el acto final y primero de un cuerpo que tiene la vida en potencia».[6] Aristóteles ve al alma con relación al cuerpo, pues declara que el cuerpo no puede ser separado del alma, y que el alma no se puede separar en partes. Aristóteles también hace referencia al acto y a la potencia, pues establece que:

«La materia es potencia, la forma es acto y todo ser animado se halla compuesto de ambas cosas; pero en tanto el cuerpo no es el acto el alma, el alma es la actividad de un cuerpo determinado, es decir, la realización de la potencia que es propia de ese cuerpo, por lo que se puede decir que no existe ni sin cuerpo ni como cuerpo.»[7]

Al principio, este filósofo dice que el alma es sustancia, y la sustancia es la forma, esto quiere decir que el alma tiene forma, en el simple sentido de que el alma cumple con funciones dentro del cuerpo. Estas funciones son las de pensar, amar y vivir. El alma no es la consecuencia del cuerpo, sino que el alma es la potencia del cuerpo. El alma no es en sí el cuerpo, pero éstas dos son inseparables hasta la muerte, pues el alma asciende a los cielos y el cuerpo se queda inmóvil aquí en la tierra.

- El espíritu

El espíritu en ocasiones se confunde con el alma, por su semejanza en la forma de conceptualizarlos, pero son distintos. El espíritu también es llamado el alma racional, pues en ésta está nuestra capacidad de entendimiento. Kant define al espíritu en su sentido estético que es: «el principio vivificante del sentimiento».[8] A lo que se percibe de este concepto, en el espíritu se encuentran alojadas todos nuestros sentimientos tanto negativos como positivos, como es el cariño y el enojo. También en nuestro espíritu se encuentran nuestros pensamientos y nuestra capacidad de entender y razonar alguna cosa.

El espíritu ahora se conceptualiza como «lo que da vida, o como el significado auténtico de alguna cosa».[9] En consecuencia, el espíritu solamente tiene la facultad propia de sentir y de entender.

- El cuerpo

En su función instrumental, Aristóteles dice que «el cuerpo tiene en sí mismo el principio del movimiento y del reposo».[10] El cuerpo es el instrumento por el cual se expresa el alma, o el medio por el cual podemos presenciar la existencia del alma y del espíritu. A través del cuerpo, realizamos diversos actos que satisfacen la necesidad de expresión del alma. En su sentido espiritual, Plotino expresa que «Si el alma es sustancia, será una forma separada del cuerpo o, para decirlo mejor, será lo que sirve del cuerpo».12 Plotino hace relación del cuerpo con el alma, pero este filósofo hace referencia a que el ama y el cuerpo son sustancias independientes, pues se encuentran en formas separadas. De igual forma, aun siendo independientes, el cuerpo depende del alma, pues sin el alma, el cuerpo no puede realizar ningún movimiento, y no sirve para nada.

Estos tres elementos de un ser humano son aquellos que tiene el producto recién concebido, pues se encuentra en desarrollo y nutrición y adquiere un alma y un espíritu al comenzar su vida. Existen otras posturas ante esto, pues algunos reafirman que el cigoto no puede tener un alma, y que no es un ser humano, y por lo tanto no tiene el derecho de vivir, pero de acuerdo a nuestra religión católica, el alma el cuerpo y el espíritu son elementos que Dios Padre nos proporciona al momento de crearnos.

---------------------------------------------------------------

CAPÍTULO 2

Acto y Potencia

1. Potencia

La potencia se maneja como «el principio o la posibilidad de un cambio cualquiera».[11] En otras palabras, la potencia es el principio o la iniciativa de algo que aún no existe pero que ya tiene la capacidad de ser algo en el futuro. En el caso de un nuevo ser, el cigoto es la potencia de un ser humano, pues ya está comenzando su desarrollo, y en el futuro llegará a ser un ser humano. Aunque aún no se le puede llamar ser humano, eso no le quita el derecho a la vida, pues no se puede tomar provecho de un ser que todavía no se puede defender.

Aristóteles establece que:

No puede ser verdadero decir que algo es posible, pero que no lo será. La superioridad del acto sobre la potencia a partir del principio de que sin el acto la potencia no existiría; la potencia como preformación y predeterminación y como la preparación del acto.

Con esta afirmación, se puede deducir que la potencia es el comienzo o el antecedente del acto.

- Acto

El acto ya consiste en la acción de lo predicho, que es la potencia. Cuando ya ha ocurrido el acto, se tiene que hacer responsable de las circunstancias y las consecuencias que éste generó. En el caso del aborto, el acto es ya el ser humano, que tiene derechos y que tiene más características que son propios de un ser humano.

- Relación entre acto y potencia

La potencia y el acto se relacionan, pues el acto tiene como preformación a la potencia. Ambas se relacionan porque la potencia es el principio del acto y el acto ya es la realización. El producto de la concepción es la potencia de que en el futuro llegue a ser el acto de un ser humano. A este ya se le atribuye el derecho a la vida, y por ende, como la potencia está relacionada con el acto, también se le atribuye el derecho a la vida a la potencia de un ser humano, es decir, a un producto de la concepción.

CAPÍTULO 3

Consecuencias del aborto

El aborto tiene efectos y consecuencias adversas como son los efectos psicológicos. En este aspecto, la mujer que ha sido víctima de un aborto presente efectos secundarios como son: el remordimiento de conciencia, el reproche e incluso un estado depresivo emocional. La madre tiene un sentimiento de culpa, al haber matado a un ser que estaba bajo su protección, y ella lo abandonó y le causó daño.

Inclusive, algunas personas pueden llegar a tener efectos psicológicos más severos, pues pueden tener alucinaciones sobre cómo se vería su hijo si no lo hubiera abortado. Algunas llegan a tener trastornos que requieren ayuda psicológica y algunas pueden llegar a necesitar ayuda de un psiquiatra.

Esta es la importancia de pensar en el acto antes de