El libro inacabado “El Proceso” de Franz Kafka

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En el séptimo capítulo K. hace una profunda reflexión de lo que debería hacer y no frente a su proceso, que ya había consumido gran parte de su vida y le estaba afectando cada vez más su vida laboral, piensa que con el abogado está perdiendo su tiempo y que si quería que su caso avanzara debía hacerlo el mismo, en su trabajo atiende a fabricante que es cliente suyo de mucho tiempo, y quien conoce su caso a través de un pintor del tribunal, lo recomienda a K. con la esperanza que éste pueda ayudarle, K. visita a este personaje quien le da una serie de instrucciones para llevar a cabo una de tres posibles escapatorias del caso, para esto una vez más considera innecesaria la ayuda del abogado.

En el octavo capítulo K.va decidido a despedir a su abogado, cuando está a punto de hacerlo conoce en la misma casa del abogado a Block, un comerciante quien ha tenido que lidiar en 5 años con un proceso como el que se lleva a cabo para K., este le dice que no le ha sido fácil avanzarlo con un abogado, y ahora menos con seis, K. procede a despedir a su abogado pero se ve interrumpido por la explicación d este mismo y su comparación con el caso del comerciante, el capítulo no está terminado.

En el noveno, como si se tratara de su última conexión con lo divino y el perdón de Dios, como le suele suceder a los condenados a muerte en las prisiones, K. da por casualidad que tiene que guiar a un cliente italiano por la ciudad para enseñarle los distintos monumentos y museos que esta tiene, el sin embargo le pide sólo que le enseñe la catedral, y se dan una cita, la cuál incumple y es K. quien descubre, como si esto hubiera sido a propósito, que el sacerdote es el capellán del tribunal, y este le informa acerca de lo mal que va su proceso, de la mala conducta que ha tenido y le hace una reflexión acerca de la ley y la responsabilidad del deber.

En el décimo capítulo, K.es sacado de su pensión un día antes de su cumpleaños número 31, es llevado a una cantera por unos hombres, al parecer guardias del tribunal y allí mismo lo asesinan, cumpliendo en últimas quizá la sentencia dictada por el juez.

El libro ciertamente se presta para ambigüedades, es el caso del porqué de su acusación y del porqué de su pena, K. siempre se declaró inocente de algo de lo que no podía saber que era culpable, si se interpreta de una manera metafórica, podría decirse que este era el juicio de su vida, de la actitud frente a la misma y frente a las personas, su arrogancia y preponderancia que tenía frente a sus conocidos y las situaciones que se le presentaban.

No había más razón por la que éste fuese juzgado, un hombre cuya hoja de vida según todo era intachable ¿cómo podía incurrir en algo que fuera amoral y delictivo, siendo un hombre honrado y trabajador?.

En ese mismo sentido el libro nos invita a dar una reflexión sobre nuestras actitudes, sobre los caminos a los que creemos es mucho más fácil llegar a nuestros objetivos, sin detenernos a pensar si quiera si esto vale la pena o no, seguramente esto fue lo que de cierta manera condenó a K., quizá no fue lo que hizo, sino los caminos que usó para dichas acciones, que a la larga tuvieron serias repercusiones.

En cuanto a la estructuración del libro tengo ciertas observaciones, una de ellas es la prolongación innecesaria del mismo, en el caso del capítulo 4, si este se sustrajera de la historia no tendría repercusiones en ésta, y la idea central no se perdería ni se alteraría, en efecto su condición de libro incompleto lo deja en la delgada línea entre lo que sería mucho contenido de relleno, o falta de contenido para consolidarlo aún más, porque de cierta manera, si estuviera completo y poseyera mas capítulos, o mas contenido en ellos haría la historia mucho más atrapante e interesante, ya que se le atribuiría aún más valor y se prestaría quizá a nuevas y mejores interpretaciones.