El nombre del viento.

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Como inicio de una trilogía, senta las bases suficientes para continuar la historia, da los detalles justos para no perderse, pero no da los suficientes como para sentirse en el jardín del hogar, nos deja con esa maravillosa sensación de estar en el camino, así como Bilbo al salir de su casa, vamos hacia una aventura. El mapa al inicio del libro es una delicia, puesto que vas trazando tu camino en la historia, las descripciones de las religiones y culturas si bien no ahogan en detalles tampoco abundan, la cantidad justa de mantequilla para el pan. La magia, la magia hay por montones, pero deja con hambre, con la promesa de satisfacer en El temor de un hombre sabio, continuación de esta maravillosa historia.

¿Qué decir del autor? Patrick Rothfuss se ha esforzado, sudado y sangrado tinta, son notorios los 14 años de escritura, SI, 14 AÑOS!! Ha conseguido que el personaje quede como guante de piel de borrego a quien lo lea, hazaña loable para ser su primera novela publicada, más logrando una empatía entre el lector y un personaje tan simpático. Leer a Rothfuss es como beber de un río después de horas de caminar, refrescante, delicioso, de las mejores lecturas que he gozado en la última decada.

Por último y a modo de despedida, no recomiendo empezar a leer este libro sin antes haber preparado mucho tiempo libre, las alarmas que indiquen los altos para comer y dormir, si, se que será difícil soltar el libro para dormir, pero habrá que hacerlo, eventualmente, después de un último capítulo. Para fans de la fantasía, y aunque no lo sean, dudo que les desagrade en lo mas mínimo. Advierto que el grosor del libro intimida, pero se lee con suma facilidad y estoy seguro que el protagonista encontrará su lugar en el corazón de muchos gracias a su ingenio, labia y la enormidad de sus vivencias.

Abrid los oidos y escuchar una historia como no la han escuchado jamás.