El olvido de la Vida

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de comprobar su inocencia.

Después de este acontecimiento pasaron unos días y Clara decayó físicamente, una enfermedad estaba carcomiendo su vida, ya le quedaban pocos día de vida y no había nada que hacer por ella. Pasaron unos días y ella ya no se podía valer por sí sola, su vecina venia y le ayudaba hacer todo, hasta bañarla y vestirla porque ella ya no lo podía hacer. Su pequeña Sofía no había vuelto a ir al colegio porque no había plata para sus estudios, ella no comprendía porque la mamá no se podía parar, ella pensaba que era porque estaba cansada de trabajar y porque tenía mucho sueño por eso no iba, igual como cuando ella tenía sueño o estaba lloviendo y ella no iba al colegio.

Un día en la mañana su mamá empeoró y se la llevaron para el hospital, Sofía iniciaba a entender porque su mamá no iba a trabajar, pero ella pensaba como toda una niña inocente, pensó que era porque tenía una gripa como a ella a veces le pasaba y su mamá la llevaba al hospital. Su mamá paso una semana completa allá en el hospital, Sofía todos los días iba a ver a su mamá con la vecina, pero a Sofía no la dejaba entrar a verla, porque el estado de ella era muy crítico y la tenía bajo cuidados intensivos. Hasta un lunes en la mañana que fueron a ver a su mamá como todos los días, pero la diferencia era que ahora si la iban a dejar ver a su mamá, pues ella ya había fallecido, Sofía muy emocionada porque iba a ver a su madre, fue con la vecina y le compraron unas rosas. La vecina con mucho dolor no se atrevía a decirle a Sofía que su mamá se había muerto y que ya no la iba a volver a ver. Cuando compraron las rosas fueron a ver a Clara, Sofía cuando entro al cuarto donde tenían a su madre, corrió hasta la cama donde estaba acostada y la abrazo, y le dijo:

- mami aquí te traigo estas rosas, no había venido porque no me dejaban, pero hoy por fin me dejaron.

La vecina con lágrimas en sus ojos y con la vos entre cortada le dijo a Sofía:

- Sofí deja que tu mamá está durmiendo, déjala dormir.

Respondiendo Sofía le dijo:

- ha bueno vecina entonces yo me quedo aquí esperando hasta que mi mamá despierte y le doy la sorpresa.

Su vecina insistió y convenció a Sofía de que se fueran, ella le dijo que ya iban a dejar ir a su mamá para la casa, pero no le dio que era para nunca volverla a ver.

Sofía, cada minuto le preguntaba a su vecina:

- a qué hora viene mi mamá.

Su vecina le decía:

- ya casi llega, ya casi llega tu mami.

A medida que el tiempo pasaba iba llegando mucha gente a su casa, y Sofía no comprendía porque había tanta gente en su casa y porque todavía no llegaba su mamá. Hasta que la vecina le dijo:

- Sofía, ya llego tu mamá.

Sofía muy emocionada salió a buscarla, ella llevaba en las manos las rosas que le había comprado para entregárselas con un fuerte abrazo. Salió Sofía al encuentro de su madre, pero cuando salió a la puerta de su casa solo vio que unos señores traían una caja grande, pero no vio a su madre. En ese momento emprendieron el camino que conducía al cementerio, toda la gente que había en su casa, salió y marcho detrás de la caja que llevaban los señores. Sofía sin entender nada le pregunto a su vecina que iba a la parte de atrás de la gente, que donde estaba su mamá que ella no la veía, su vecina le dijo:

- Tu mami va delante de todos va en medio de los señores que llevan la caja.

Ella no la había visto pero de igual manera salió corriendo en busca de su madre. Mientras caminaba, iba desesperada, llorando y gritando a gran voz:

- ¡Mami, mami, mami…! ¡mami donde estas!

Y gritaba, y gritaba, y las personas que estaban ahí no se atrevían a decirle que la persona que se había muerto era mu madre. Cuando llegaron al cementerio la pequeña muy desesperada fue a donde su vecina y se puso a llorar y le dijo:

- ¿Porque no encuentro a mi mamá?, yo la quiero ver, ¿ella ya no me quiere que se esconde de mí?

Su vecina no aguantando más el silencio y el dolor le dijo:

- Sofí, tú tienes que ser fuerte, tu mami ya no va a volver a estar contigo, ya no la vas a volver a ver, ella se fue a vivir a un mundo mejor, donde no hay violencia, ni dolor, solo hay paz y está lleno de tranquilidad. Tu mami te amaba mucho, tu eres lo más valioso e importante que tenía.

Sofía llorando le dijo:

- Mi mamá se murió ¿verdad? Ella está en el cielo con Dios ¿verdad?

Su vecina le decía:

- Si Sofí, tu mamá ahora está en el cielo, en un lugar lleno de paz.

Sofía le dijo a su vecina.

- Vecina, entonces yo me voy a portar muy juiciosa y voy hacer lo que mi mami me dijo para un día poder verla y entregarle las rosas.

Así pasaron muchos años después de la muerte de Clara, Sofía ya era toda una mujer, ella con todo ese tiempo, había olvidado lo que su madre le decía, ya casi ni se acordaba de ella, pues cuando su madre murió, a ella le toco que irse para un hogar familiar, allí la obligaron a olvidar todos los recuerdos de su madre, a botar todas las fotos de ella, ni siquiera la dejaban decir su nombre ni mucho menos mamá. Sofía se había vuelto una mujer amargada, llena de rencor, de tristeza y dolor. Así pasaron muchos años y Sofía trabajo y consiguió tal vez dinero pero nunca consiguió sacar todo ese dolor de su corazón, no tuvo una familia que amar, pues su amargura y rencor no la dejaron, y así vivió Sofía en un mundo lleno de dolor, maldad y lleno de olvido. Esta fue la vida de unas mujeres que quedaron.

“En el olvido de la vida”

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