El vendedor mas grande del mundo Síntesis de la obra Hafid
Enviado por Rebecca • 9 de Junio de 2018 • 2.602 Palabras (11 Páginas) • 780 Visitas
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Antes de que Hafid partiera Pathros le menciono un concepto, el cual debía de tener siempre fijo en su mente “El fracaso no me sobrecogerá nunca si mi determinación para alcanzar el éxito es lo suficiente poderosa”; tras ello Hafid salió hacia Belén con gran entusiasmo, a pesar de ello la suerte no le acompañaba, llevaba ya cuatro días en Belén no había conseguido vender el manto, por ello le surgieron dudas de si sería un buen vendedor pero comenzó a recordar a Lisha y con ello su autoestima subió y pensó que con el tiempo y la práctica mejoraría hasta lograría ser el mejor vendedor del mundo.
Hafid regreso a una cueva en donde tenía sus pertenencias, al acercarse a la cueva se admiraba un resplandor de luz proveniente del interior de ella, pensando que se trataba de un ladrón entro en sigilo pero al vislumbrar a una pareja y su que entre sus prendas desgastadas y viejas abrigaban a un delicado bebe, al darse cuenta de las circunstancias en las que se encontraba, una extraña sensación arremetió a su cuerpo, con tal impacto que causo que Hafid pasara por un momento de indecisión, el futuro vendedor se dirigió hacia su animal y desatando unas cuantas correas, saco el manto y en un acto de generosidad entrego el precioso manto a aquella pareja, tras aquel hecho la madre le brindo un cálido beso a Hafid y con ello se retiró con su animal.
Con la cabeza cabizbaja regreso con Pathros, pensando en que excusa le daría a su amo; quizás podría decirle que mientras cenaba le robaron el manto.
Al llegar Hafid a las caravanas de su amo, una estrella alumbraba todo el escenario en el que se encontraban, al ver llegar a Hafid, Pathros sonrió al pensar que había logrado vender el mando; después de que le contó la historia Pathros se puso aún más contento al testificarle el increíble hecho que había admirado, puesto que detrás de Hafid había venido una estrella siguiéndolo durante todo el camino, y tras un momento de recapacitación y de reflexión de los momentos había pasado en Belén; al concluir la plática Pathros le pidió a Hafid que si no le molestaba regresara a su antiguo trabajo de camellero al menos hasta que llegara la caravana a su destino, él le respondió que lo haría con gusto aunque se fue con un apoco de preocupación, al ver esto Pathros le dijo que no había fracasado.
Hacía casi 2 semanas de la llegada de la caravana a su destino, Pathros mando a llamar a Hafid, a lo cual él asistió a su llamado con gusto.
Pathros le pregunto que si aún deseaba ser un gran vendedor, a lo cual Hafid respondió, con un sí señor, exclamando con voz ronca y desganada, su amo le pidió que retirara un cofre que se encontraba debajo de la cama de su señor, él le relato un historia en la cual exponía el cómo había obtenido ese cofre, que contenía en su interior una carta 50 monedas de oro y diez valiosos pergaminos, en los cuales se plasmaban las enseñanzas y el arte del buen vendedor, no debía abrir la carta hasta que perdiera de vista aquel lugar en el que se le hizo entrega aquel cofre, al llegar a la ruta comercial de Palmira abrió la carta. La carta le ordenaba tomar las monedas, aplicar lo que había aprendido de los pergaminos y comenzar una nueva vida, también decía que debía de repartir la mitad de las riquezas obtenidas entre los menos afortunados y por ninguna razón, los pergaminos debían de ser compartidos con alguien más, esto solo sería cuando recibiera una señal que me manifestara quien es la persona adecuada para recibir los pergaminos.
De esta manera Pathros le explico la manera de la cual debía aplicar los pergaminos. Hafid empezó a entrar en llanto, entonces Pathros le entrego el cofre con 100 talentos de oro, afirmándole que esa suma le alcanzaría para vivir y comprar un pequeño abastecimiento de alfombras con el cual podría empezar a empezarse en el mundo de las ventas; le dijo que fuera a Damasco y que ahí podría aplicar las enseñanzas de los pergaminos, abrirás el pergamino número 1, lo leerás hasta comprenderlo completamente y así harás lo mismo con los demás pergaminos, después le dijo la condición más importante de que no podría compartir con nadie la sabiduría de los pergaminos; y que algún día aparecería una persona que le daría una señal, y que cuando estuviera seguro de corazón de que es la persona elegida le entregaría los pergaminos. Así Pathros se despidió de él, y le dijo que no lo volvería a ver jamás, y le deseó felicidad con su amada Lisha.
Al llegar a Damasco lo primero que hizo fue buscar un posada, pago un mes por adelantado, llevo a su mula a la caballeriza, se bañó y regreso a su habitación. Coloco el cofre frente a su catre, retiro las correas, admiro los pergaminos, se puso de pie lo invadió nuevamente el miedo y empezó a dudar de le mismo y de si podría lograr convertirse en lo que era su anhelo, tras un momento de reflexión cato sollozando en si catre hasta quedar dormido. A la mañana siguiente empezó a recapacitar y recordó las palabras de Pathros, “El fracaso no me sobrecogerá nunca si mi determinación para alcanzar el éxito es lo suficiente poderosa”, gracias a ello logro aumentar su moral y empezó a leer un pergamino, que decía, “El pergamino número uno”.
En cada uno de los pergaminos nos muestra una enseñanza, la cual si la seguimos tal y como no la ilustra, siguiendo los pasos mencionados, lograremos lo que nos propongamos.
Pergamino uno:
“Hoy comienzo una nueva vida”
“El fracaso no será mi recompensa por la lucha”
“El fracaso como el dolor es ajeno a mi vida”
“El tiempo le enseña todas las cosas a aquel que vive para siempre, pero no puedo darme el lujo de la eternidad”
“El fracaso es la incapacidad del hombre de alcanzar sus metas en la vida, cualesquiera que sean”
“Me formaré en los buenos hábitos, y seré esclavo de esos hábitos”
Pergamino dos:
“Saludare a este día con amor en mi corazón”
“Elogiare a mis enemigos y se convertirán en amigos míos. Animare a mis amigos y se convertirán en mis hermanos”
“Amaré a los que tienes ambiciones por que podrán inspirarme; amaré a los que han fracasado porque pueden enseñarme”
“Y principalmente me amare a mí mismo”
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