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Ensayos sobre cuentos de El Llano en llamas

Enviado por   •  4 de Octubre de 2017  •  2.724 Palabras (11 Páginas)  •  1.414 Visitas

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Durante el trayecto el padre de Ignacio va recriminándole la vida delictiva que ha llevado y él apenas le responde, por lo que, paulatinamente, la conversación deviene en un discurso paternal. Entre las quejas que le expresa, la más severa es la de haber matado gente inocente como su compadre Tranquilino, el que había bautizado y dado su nombre a Ignacio. Matar a su padrino, padre sustituto y dador del nombre, puede considerarse un parricidio y éste puede ser el motivo por el que el padre verdadero renuncia a serlo diciéndole: “Usted ya no es mi hijo. He maldecido la sangre que usted tiene de mí.” (Rulfo, 1987: 91). También le menciona que el esfuerzo lo hace únicamente por la memoria de su madre. Las desavenencias que se producen entre los personajes se oponen a la figuración de Eneas y su padre Anquises, donde hay una demostración mutua de respeto y afecto.

En el relato de Rulfo se escenifica esta compleja relación entre padre e hijo, mediante el uso de un vínculo corporal totalmente invertido respecto de la figura de Eneas cargando a su padre durante la huida de Troya, la cual evoca el emblema del respeto y el amor filial más claro, mientras que la maniobra que realiza el escritor con esta historia, protagonizada por un padre campesino y viejo y su hijo criminal, nos traslada el desencanto y la incomunicación de la vida cotidiana de los habitantes del Llano.

Ensayo expositivo

Tema: La estética del ruralismo (Cuento: Luvina)

Los cuentos de Juan Rulfo trasladan al lector a parajes o escenarios de la vida rural. En estos lugares solo se encuentra a campesinos, muy apegados a su tierra, que relatan sus desgracias. La imagen de los pueblos que son mencionados en el conjunto de cuentos El Llano en llamas es de desolación, complementándose con el mismo estado de ánimo de los personajes. Sin embargo, Rulfo destaca únicamente los aspectos negativos de estos territorios que, en realidad, no son tan desolados, transmitiendo imágenes más literarias que reales. La región del Bajío Jalisciense es una zona de producción agrícola, rodeada de una abundante vegetación. Esta imagen, que no es vista por el lector, el escritor la transforma para enfatizar la angustia y soledad de la vida del hombre campesino. “El elemento rural es (…) una de las claves para entender cómo se escriben los cuentos de Rulfo” (Gonzáles, 1997: 203).

La narrativa de Rulfo puede enmarcarse dentro del regionalismo, que denota el afán de reflejar la más minuciosa parte de la realidad a través del lenguaje, reproduciendo los elementos que pueden dar cuenta de aquel lugar. Sin embargo, “el ‘regionalismo’ en Rulfo es un elemento fundamental, pero poco tiene que ver con la situación descrita” (Gonzáles, 1997: 204). A diferencia de los demás escritores considerados regionalistas, Juan Rulfo realiza una limitación de las descripciones, apenas situando a los personajes y sus acciones. Existe una austeridad donde apenas existen descripciones, tanto de los lugares como de los personajes, e inclusive son limitadas: “De los cerros altos del sur, el de Luvina es el más alto y el más pedregoso. Está plagado de esa piedra gris con la que hacen la cal, pero en Luvina no hacen cal con ella ni le sacan ningún provecho (Rulfo, 1987: 74).

La utilización del lenguaje popular es algo fundamental dentro del regionalismo narrativo. No obstante, la utilización desmedida de términos llega a saturar la obra con palabras desconocidas. Rulfo, muy consciente de esta cuestión, trató de ser bastante mesurado en el uso del lenguaje popular: “Hasta ellos llegaba el sonido del río pasando sus crecidas aguas por las ramas de los camichines, el rumor del aire moviendo suavemente las hojas de los almendros, y los gritos de los niños jugando en el pequeño espacio iluminado por la luz que salía de la tienda” (Rulfo, 1987: 75. El escritor afirmaba que una cuestión era reflejar con exactitud lingüística el vocabulario Jalisciense y otra, muy apartada, era captar la mentalidad de aquellos campesinos.

Las perspectivas narrativas también influyen en el ruralismo, en cada uno de los relatos se visibiliza que el escritor recurre a muchas voces narrativas, ya sea en primera o tercera persona, conversaciones o diálogos convertidos en monólogos o la reiteración de temas y motivos. En el caso específico de Luvina, se puede evidenciar la reiteración del tema de la desolación del pueblo que viene acompañada con el motivo del viento: "Yo lo único que vi subir fue el viento, en tremolina (...)-Ya mirará usted ese viento que sopla sobre Luvina (...) la figura del viento recorriendo las calles (...) Poco antes del amanecer se calmó el viento (...)-¿No oyen ese viento?” (Rulfo, 1987: 74-81).

La obra de Rulfo, a pesar de aparecer discorde con los parámetros establecidos de la narrativa regionalista, sigue siendo enmarcada dentro de esta categoría debido a que trata la misma temática del ruralismo y recurre a sus estrategias como la utilización del lenguaje popular, pero que, en su caso, va más allá, debido a que la pretensión del escritor es captar la sensibilidad del mundo rural, haciendo que lo fundamental en sus cuentos no sea “su valor testimonial sino el ser expresión profunda del dolor humano” (Gonzáles, 1997: 203). Por lo tanto, se evidencia un marcado carácter de denuncia que no puede ser reducido a una perspectiva local. No se puede limitar el valor testimonial a un determinado tiempo y lugar, sino que la imagen del hombre mexicano es un simbolismo que trasciende épocas y lugares porque se convierte en la representación del hombre desamparado en su máxima expresión.

Ensayo crítico

Tema: El silencio como estrategia narrativa (Cuento: Acuérdate)

El silencio es el origen de cualquier sonido y, de cierta forma, la obra de Juan Rulfo es como una cámara de voces, un reguero de ruidos y lamentos que se ven opacados por el eco de la vida cotidiana. Lejos de ser un espacio vago y vacío, el silencio es lugar para oír mejor y por lo tanto también para decir mejor. Los personajes que protagonizan las historias de Rulfo hablan muy poco y no ofrecen muchos detalles, a esto se debe que el ambiente en el que se desenvuelven resulte bastante quieto y denso, retrotrayéndolos a su mundo interior y llevándolos a explorar los parajes más oscuros y desolados de la existencia humana.

“Todo se queda quieto, sin tiempo exterior, en esta realidad de Rulfo. Hasta la monótona repetición de ideas y palabras en boca del hablante —monologante— acentúa esta impresión de aislamiento de todo, de vida que se ha quedado en suspenso, dentro”

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