LA TREGUA-MARIO BENEDETTI

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A pesar de los conflictos con sus hijos y el gran trabajo en la oficina, decide darse una oportunidad de ser feliz con la mujer que ama a sabiendas que su sentir no sabe hacia dónde lo llevará ni lo que en realidad representan los dos. Toma la decisión de alquilar un pequeño departamento que será su secreto, su nido de amor. En el cual pasan muchas tardes de intensas pláticas, donde él le cuenta sobre Isabel (su esposa muerta), descubre también que nunca había sido tan feliz y que jamás volvería a vivir lo que en ese momento experimentaba: amor, ilusión, entrega.

El 16 de septiembre fue el último día que Santome la ve ya que, ella se sentía enferma de gripe, él le compra un jarabe y la deja cerca de su casa. Durante los siguientes 6 días Avellaneda no se presenta a trabajar y él siente que ya no puede más por la ausencia de ella, deseoso por confesarle su sentir.

Pero el fatídico 23 de septiembre recibe por teléfono la noticia de que Laura había fallecido, experimentando un shock nervioso y emocional que hace que no escriba nada en su diario sino hasta el 17 de enero, fecha en que narra dicho suceso, lamentando y comprendiendo que toda la felicidad se había ido en un instante.

Su jubilación por fin llegó el 28 de febrero –dando por terminado dicho diario en esa fecha—preguntándose ¿Qué haría con tanto ocio hasta el día de su muerte?

La idea principal de esta novela es darnos cuenta de lo inesperado que es la vida, cómo un instante cambia el destino del ser humano –para regocijo o tristeza del mismo—cómo el amor cambia por completo a las personas haciéndolas felices y por ende todo lo bueno se da por añadidura. Cómo el destino nos pone treguas para replantear nuestro concepto de la vida y darle giros significativos a la misma.

“Lunes 24 de Febrero

Es evidente que Dios me concedió un destino oscuro. Ni si quiera cruel. Simplemente oscuro. Es evidente que me concedió una tregua.”

Bibliografía:

Benedetti Mario. (2014). La Tregua. (2 ª edición). México: Ediciones Alfaguara